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Gonzalo Bernardos, economista, sobre el problema de la vivienda: “Se ha convertido en el principal problema del país”

Calificadas de 'fracaso absoluto', las políticas de vivienda del Gobierno se estrellan contra un déficit de 700.000 casas, un problema que Barcelona intenta atajar ahora con una medida tan drástica como controvertida

Gonzalo Bernardos, economista: "Las políticas del Gobierno en materia de vivienda no han funcionado"
Gonzalo Bernardos, economistaLa Razón

Las políticas de vivienda del Ejecutivo son un "fracaso absoluto". Con esta contundencia despacha el economista Gonzalo Bernardos la estrategia del Gobierno de Pedro Sánchez, una valoración que se sustenta en la pobre acogida de sus principales iniciativas. El ejemplo más claro es un plan para facilitar hipotecas al 100% a los jóvenes: diseñado para llegar a 50.000 personas, no ha logrado ni siquiera el millar de concesiones en toda España.

Client Challenge

De hecho, la magnitud del reto desborda por completo las medidas puestas sobre la mesa. Las propias estimaciones del Banco de España dibujan un escenario desolador, al cifrar en cerca de 700.000 viviendas el alarmante déficit de inmuebles que arrastra el país para poder satisfacer la demanda actual. Una brecha entre oferta y necesidad que alimenta una espiral de precios y dificulta cada vez más el acceso a un hogar.

En este sentido, la percepción de los expertos es que la situación ha escalado hasta convertirse en una auténtica emergencia nacional. El propio Bernardos, en declaraciones a COPE Catalunya i Andorra, ha sido tajante al respecto, asegurando que el problema de la vivienda "se ha convertido en el principal problema del país".

Barcelona, un órdago a la grande con un futuro incierto

Ante este panorama, algunas administraciones han optado por tomar la delantera con soluciones drásticas. Es el caso del Ayuntamiento de Barcelona, que se ha propuesto eliminar por completo los pisos turísticos de la ciudad antes de noviembre de 2028. La medida implica la supresión de las 10.000 licencias existentes con el objetivo de que esas propiedades regresen al mercado residencial, ya sea para la venta o el alquiler de larga duración.

Sin embargo, la iniciativa no está exenta de complicaciones legales. El economista Gonzalo Bernardos ya anticipa que esta decisión podría suponer un coste millonario para las arcas municipales en concepto de indemnizaciones a los propietarios. Asimismo, advierte de que las políticas que castigan a los pequeños tenedores pueden generar un efecto contraproducente, reduciendo aún más la oferta disponible.

Por otro lado, economistas como Santiago Niño Becerra señalan otra arista fundamental del conflicto que agrava la crisis. El problema no reside únicamente en la falta de pisos, sino en que los salarios no han crecido al ritmo necesario para asumir la escalada de precios del sector inmobiliario. Esta creciente brecha entre el poder adquisitivo y el coste de la vida consolida un desafío de enorme envergadura para la sociedad española.