Pensiones

Guía para aumentar su pensión de jubilación monetizando su vivienda (sin tener que cambiar de hogar)

Las vías tradicionales, como vender o alquilar una segunda propiedad o mudarse a una vivienda más económica, no permiten seguir residiendo en el inmueble, pero hay productos que logran ambas cosas

Dos jubilados compran en un supermercado
Dos jubilados compran en un supermercado H.Bilbao Europa Press

España siempre ha sido un país de propietarios. Para muchos, comprar un inmueble es una forma de evitar "tirar" el dinero en alquiler y tener que asumir pagos relacionados con la vivienda durante la jubilación, así como una inversión segura para proteger sus ahorros contra la inflación. Sin embargo, aunque la vivienda en propiedad es una fuente de ahorro valiosa, la mayoría de los ciudadanos no saben aprovecharla cuando toca hacer frente a carencias en la última etapa de la vida. Con el fin de facilitar esta tarea, el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre ha editado “Vivienda y Pensión. Guía para monetizar la vivienda y mejorar tu pensión”.

El texto, elaborado por los expertos Juan Ángel Lafuente Luengo, Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universitat Jaume I, y Pedro Serrano Jiménez, Profesor Titular de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Carlos III, tiene como objetivo ofrecer a los mayores una herramienta sencilla y comprensible para que conozcan las distintas opciones que existen para rentabilizar y dar liquidez a sus inmuebles, así como descubrir la existencia de productos aseguradores y financieros que mejoren su poder adquisitivo.

¿Qué es monetizar la vivienda?

Consiste en convertir el patrimonio inmobiliario en dinero líquido. Algunas vías tradicionales para hacerlo, como vender o alquilar una segunda propiedad o mudarse a una vivienda más económica, no permiten seguir residiendo en el inmueble, pero hay productos que logran ambas cosas y son una gran herramienta para complementar la pensión media, que actualmente en España se encuentra en 1.254,95 euros.

Nuevas alternativas para monetizar la vivienda

Según la guía realizada por el Centro de Investigación Ageingnomics, existen dos categorías dentro de las nuevas alternativas para monetizar la vivienda: las que implican una transferencia en vida de la propiedad de la vivienda y aquellas que retienen la propiedad.

1. Las nuevas alternativas de monetización basadas en la transferencia de la propiedad de la vivienda permiten obtener liquidez mediante la venta del inmueble en vida, pero manteniendo el derecho a residir en él de forma vitalicia. El propietario cede la titularidad de su vivienda, por la que recibe dinero en efectivo, y se reserva el derecho a habitar en el inmueble hasta su fallecimiento. Dentro de este tipo de alternativas figuran la venta de la nuda propiedad, la vivienda inversa y las rentas vitalicias inmobiliarias. Estas pueden resultar interesantes si no tiene descendientes o no le preocupa dejar una escasa herencia.

-Nuda propiedad. El propietario vende su inmueble pero tiene derecho a un usufructo vitalicio, por el cual se permite a la persona seguir residiendo en la vivienda hasta su fallecimiento. El nuevo propietario de la vivienda tendrá que esperar hasta dicho momento para poder acceder a ella. Con este producto, el propietario sénior de la vivienda puede obtener en torno a un 30%-75% del valor de mercado de su inmueble, en función de su edad y manteniendo su derecho a residir en él de por vida.

-Vivienda inversa. El propietario vende la plena propiedad de la vivienda y pasa a ser inquilino vitalicio de la misma. Con esta fórmula de monetización se puede obtener liquidez por el 50%-80% (incluso cifras superiores) del valor de mercado de la vivienda, en función de la edad del beneficiario. A diferencia de la nuda propiedad, donde la persona que obtiene el usufructo podrá tener la opción de alquilarla, en la vivienda inversa no.

-Las rentas vitalicias inmobiliarias. Esta opción también permite mantener la residencia y obtener ingresos, transfiriendo la propiedad en vida. Mediante esta solución, las personas mayores de 65 años obtienen una renta mensual durante el resto de su vida, a cambio del traspaso de la propiedad de su vivienda cuando fallezca. En esencia, consiste en poner en contacto dos partes interesadas donde una de ellas vende la vivienda –el jubilado– y la otra –el inversor– toma posesión de la misma a su fallecimiento. A cambio del inmueble, el inversor se compromete al pago de una renta mensual hasta el fallecimiento del sénior.

2. En las nuevas alternativas basadas en la retención de la propiedad, el propietario recibe dinero por parte de una entidad financiera, pero no se produce transferencia de la propiedad. Estas opciones pueden ser útiles para aquellos interesados en, por ejemplo, proteger la transmisión de la vivienda a sus herederos. La posesión del inmueble siempre la retiene el propietario sénior en vida y sus descendientes o herederos a su fallecimiento. Existen dos opciones dentro de este bloque: la hipoteca inversa y el anticipo de alquileres.

-Hipoteca inversa. Este producto consiste en utilizar un inmueble en propiedad para solicitar un préstamo, que será devuelto por los herederos si quieren quedarse con el inmueble en un plazo de 12 meses. Esta vía de financiación permite conseguir entre un 25% y un 50% del valor del inmueble, en función de la edad del individuo.

-Anticipo de alquileres. Consiste en ceder la explotación del alquiler de la vivienda (no su propiedad) a un tercero a cambio de financiación. Por ejemplo, un propietario de 85 años decide a trasladarse a una residencia medicalizada para estar mejor atendido pero su pensión no le permite asumir este pago porque ronda los 1.000 euros. Poniendo su vivienda en alquiler sólo ingresará 800 euros, pero con el anticipo de alquileres una entidad le financia los 200 euros mensuales que le faltan. El financiador recuperará las cantidades anticipadas bien a través de un pago único por los herederos o bien con la explotación del alquiler de la vivienda el tiempo necesario hasta devolver la deuda.

“Tradicionalmente, la vivienda era transferida a los herederos sin que los titulares aprovechasen su valor más allá de su uso y residencia. Sin embargo, el inmueble se presenta ahora como una fuente de ahorro muy valiosa que los sénior pueden aprender a rentabilizar. La monetización de la vivienda es un instrumento más para complementar las prestaciones públicas por jubilación, como pueden ser los planes de pensiones o los seguros”, asegura Juan Fernández Palacios.