El Ibex 35 pierde los 14.000 puntos debido a la tensión en Oriente Medio

La jornada bursátil ha estado marcada por nuevas caídas en los mercados, influenciadas por la incertidumbre y la inestabilidad derivadas del aumento de las tensiones en Oriente Medio.

El Ibex 35 no ha escapado a este clima negativo y ha retrocedido por debajo de los 14.000 puntos. Las empresas del sector financiero y turístico han liderado los descensos. Compañías como Amadeus o IAG han registrado nuevas correcciones significativas. En las últimas semanas, este sector ha sido golpeado por varios factores: un accidente aéreo en India, el agravamiento del conflicto entre Israel e Irán, y el encarecimiento del petróleo. Además, el sector bancario ha mostrado una tendencia a la baja generalizada, afectado por su naturaleza cíclica y la sensibilidad a los acontecimientos geopolíticos.

En el lado positivo, Redeia ha destacado entre los valores en alza. El gobierno ha distribuido las responsabilidades del reciente apagón, señalando principalmente a Iberdrola y Endesa, lo que ha favorecido la imagen de Red Eléctrica ante los inversores, incentivando su regreso al valor. También Repsol ha registrado avances, beneficiada por el aumento del precio del crudo. En contraste, las compañías de energías renovables se han visto perjudicadas ante la posibilidad de que Estados Unidos retire los incentivos fiscales al sector.

Los índices en Wall Street también han registrado ligeros retrocesos. La presión conjunta de Estados Unidos e Israel sobre Irán está alimentando rumores de una posible intervención directa por parte de Washington. Aunque el mercado global ha mostrado cierta calma tras los primeros bombardeos israelíes del viernes, persiste el temor de que el conflicto se extienda a otros países vecinos.

Desde el punto de vista macroeconómico, se han publicado datos débiles en áreas como ventas minoristas, vivienda y producción industrial, lo que refuerza las expectativas de que la Reserva Federal podría recortar los tipos de interés este año, siempre y cuando el encarecimiento del petróleo sea pasajero y no amenace el proceso de desinflación. La previsión es que la Fed mantenga los tipos sin cambios en junio y julio, aunque podría dar pistas sobre sus planes mediante una actualización de sus previsiones. Esto contrasta con la política de otros bancos centrales, que en mayo llevaron a cabo 15 recortes de tipos, el mayor número mensual en lo que va del año y uno de los más altos del siglo.

Se empiezan a observar señales de agotamiento en el avance del S&P 500, que ha subido un 21% desde su mínimo de abril. El índice se mantiene cerca del nivel de los 6.000 puntos, mientras que el VIX —conocido como el índice del miedo— ronda los 20 puntos, reflejando la preocupación persistente de los inversores frente a los riesgos geopolíticos. En este contexto, las probabilidades de caídas superan a las de subidas, considerando los actuales niveles de valoración del mercado.

En el ámbito de la renta fija, los rendimientos de los bonos están disminuyendo. Los datos macroeconómicos negativos pesan más que la presión inflacionaria derivada del alza del petróleo, la cual, por el momento, parece bajo control.

En otros mercados, destaca la fortaleza del dólar, que ha limitado el avance del oro, lo que podría indicar que los inversores prevén una resolución no prolongada del conflicto. La plata, en cambio, mantiene la tendencia positiva que ha mostrado en las últimas semanas.

Manuel Pinto