Mercados

El «impuestazo» a la banca italiana amenaza las bolsas europeas y la recuperación del valor bancario

►La aprobación de una tasa al 40% de sus beneficios lastra los mercados. Los bancos españoles se vieron ayer arrastrados por las bajadas generalizadas, entre un 2,71% y un 1,48%

Italian Prime Minister Giorgia Meloni.
Italian Prime Minister Giorgia Meloni.RICCARDO ANTIMIANIAgencia EFE

El Gobierno italiano presidido por Giorgia Meloni sorprendió a los mercados con la aprobación de un impuesto temporal del 40% sobre los «multimillonarios beneficios» de las entidades bancarias del país en 2023, defendieron desde el Gobierno. La medida, que fue anunciada tras el último Consejo de Ministros antes de las vacaciones, provocó un «tsunami financiero» en las bolsas europeas, que cerraron con desplomes generalizados ante la incertidumbre sobre los efectos a corto plazo que podrá tener el «impuestazo» y la posibilidad de que otros países se sumen a Italia en la aprobación de medidas similares, como ya hizo previamente el Gobierno español.

El índice EuroStoxx 50, referente de toda Europa, cayó un 2,65% con los bancos italianos a la cabeza, mientras que la Bolsa de Milán y su índice principal, el FTSE MIB, retrocedió el 2,12% hasta los 27.942 puntos. Las más perjudicadas fueron las entidades financieras del país transalpino, que sufrieron fuertes pérdidas. Monte Paschi Siena se dejó el 10,83%, Finecobank, el 9,91%, y Banco Bpm, el 9,09%. Intesa Sanpaolo registró caídas que llegaron hasta el 8,67% y UniCredit, el 5,94%, mientras que Banca Mediolanum (5,96%), Banca Generali (3,14%) o Mediobanca (2,48%) cerraron en rojo.

Las principales entidades financieras españolas también se vieron afectadas, encabezando las pérdidas del Ibex 35. Banco Santander, Unicaja y Banco Sabadell lideraron los mayores desplomes con un -2,71%, un -2,45% y un -2,16% respectivamente. BBVA cedió el 1,92%, Bankinter el 1,87% y Caixabank el 1,48%. El sector bancario se vio asimismo lastrado por la decisión de la agencia de medición de riesgos Moody’s de rebajar la nota de la deuda de una decena de entidades financieras estadounidenses y colocar a otros seis bancos de los más importantes en revisión para posibles recortes futuros.

El anuncio del impuesto a la banca hecho por el vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, pilló por sorpresa a los mercados, a los inversores y a las propias entidades financieras transalpinas, ya que su aprobación no estaba incluida en los borradores que circularon antes del Consejo de Ministros. «Es una norma de sentido común aprobada para apoyar a quienes se encuentran en dificultades. No hay más que ver los beneficios de los bancos en el primer semestre para darse cuenta de que no estamos hablando de unos pocos millones», defendió Salvini.

La tercera economía de la Unión Europea gravará durante los dos próximos años el 40% del margen de interés neto de los bancos, una medida de los ingresos que las entidades obtienen de la diferencia entre los tipos de interés de los préstamos y los de los depósitos, lo que equivale a entre un 2% y un 9% de los beneficios de este año. Según informó el Ejecutivo italiano, esta tasa se activará si el margen de intereses registrado en 2022 «supera el valor del ejercicio 2021 en al menos un 3%», un porcentaje que se eleva al 6% si se compara 2023 con el año anterior. El importe del impuesto extraordinario, en todo caso, no podrá exceder el 25% del valor del patrimonio neto en la fecha de cierre del ejercicio anterior al actual.

El Ejecutivo defendió la introducción de este impuesto extraordinario para hacer frente a la subida de los tipos de interés como consecuencia del endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) que ha supuesto un aumento del coste del dinero para familias y empresas. Italia se une así a la decena de países que ya estudian un gravamen similar. El nuevo impuesto forma parte de un paquete más amplio de medidas, que incluye desde las licencias de los taxis a un escudo frente a las inversiones extranjeras, con el que Roma espera recaudar alrededor de 2.000 millones de euros que serán destinados a financiar rebajas fiscales.