Desempleo

Un jarro de agua fría para el empleo

La mejora del desempleo, aunque inferior a otros años, contrasta con una notable caída en el número de afiliaciones, algo inusual en época veraniega

Entrada de una oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), a 2 de junio de 2022, en Madrid (España). El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo se redujo en 99.512 desempleados en mayo (-3,3%), lo que situó el total de parados por debajo de los 3 millones por primera vez desde finales de 2008, cuando se inició la crisis financiera. Los contratos fijos se han cuadruplicado y suponen el 44,5% del total y es el sector servicios el que concentra la mayor parte de la reducción del desempleo. 02 JUNIO 2022;DESEMPLEO;EMPLEO;TRABAJO;INEM;OFICINA DE EMPLEO; Carlos Luján / Europa Press 02/06/2022
Entrada de una oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en MadridCarlos LujánEuropa Press

El calor del verano no solo está derritiendo los termómetros en España, sino también el optimismo de algunos políticos sobre el mercado laboral ya que los datos del paro de julio de 2024 presentan un panorama que, aunque esperado por algunos al ser época veraniega, resulta alarmante para otros. Parece como si la economía española hubiera decidido tomarse también sus vacaciones ya que la mejora del desempleo, aunque inferior a otros años, contrasta con una notable caída en el número de afiliaciones, algo inusual en época veraniega.

Así pues, las cifras de empleo del mes de julio muestran una caída del desempleo en 10.830 trabajadores lo cual es una gran noticia, aunque se han reducido el número de afiliaciones en 9.783 personas, una cifra que en otros meses no sería preocupante pero que, en época estival, donde tradicionalmente se crea empleo, puede ser un dato inquietante.

Esta situación es bastante contradictoria pues el verano siempre ha sido una época dorada para el empleo temporal, en especial en turismo y hostelería. Quizás el problema se deba a la regulación de los fijos discontinuos que no cuentan a efectos del paro, pero tampoco lo reducen mientras que la inactividad si disminuye la afiliación, como es el caso de los asalariados y autónomos en el sector educativo.

A pesar de ello, a algunos políticos se les llena la boca diciendo que el país va como una moto, que el mercado de trabajo está teniendo unos resultados muy positivos y que estamos creciendo a través del empleo que estimula la demanda interna. Incluso que el paro cae a mínimos de 16 años sin incidir que entonces se contabilizaban como parados los fijos discontinuos y otros.

De hecho, este descenso en las afiliaciones no solo refleja una pérdida de empleos o la precariedad de los mismos, sino también una menor recaudación fiscal, lo que podría agravar aún más los problemas financieros del Estado, que no son pocos pues menos afiliados significa menos ingresos para sostener el sistema de pensiones y otros beneficios sociales, una situación que no es para sacar pecho.

Esperemos que las cifras del mes de agosto sean positivas y evitemos que el desempleo y la precariedad se conviertan en los verdaderos protagonistas de este verano.