
Economía
KRUK España cumple diez años liderando la gestión responsable de la deuda
De 4 empleados a más de 500 en una década: la compañía celebra su 10º aniversario reforzando su compromiso con la educación financiera y la prevención del sobreendeudamiento

KRUK España aterrizó en el mercado español en 2015 con un propósito claro: demostrar que la gestión de deuda podía realizarse desde la cercanía, el respeto y la educación financiera. Diez años después, la compañía celebra su décimo aniversario siendo un referente del sector, con más de 500 profesionales en plantilla y un modelo que sitúa a las personas en el centro de su actividad: clientes, empleados, partners y tejido social.
La trayectoria de esta multinacional de origen polaco en territorio español es la historia de un crecimiento sostenido que ha sabido combinar expansión empresarial con un enfoque que sitúa a las personas en el centro de su actividad: tanto a sus clientes, personas que atraviesan situaciones de endeudamiento, como a sus empleados, proveedores y business partners. Esta filosofía, que podría parecer incompatible con un sector tradicionalmente asociado a prácticas agresivas, ha demostrado ser no solo viable, sino exitosa.
«Cuando llegamos a España hace diez años, sabíamos que teníamos que ganarnos la confianza demostrando que nuestra manera de trabajar era diferente», explica Alina Giurgea, directora general de KRUK España. «Hoy, después de haber acompañado a más de 416.000 personas a recuperar su estabilidad económica, reafirmamos un modelo de gestión que pone a las personas en el centro y que contribuye positivamente a la sociedad española».
Observatorio KRUK
Una de las iniciativas más representativas del compromiso social de KRUK es el Observatorio KRUK, un estudio anual que analiza la situación financiera de los hogares españoles. Con cuatro ediciones publicadas, se ha consolidado como una herramienta útil para comprender no solo los datos, sino también los factores emocionales y educativos que influyen en la gestión de las finanzas personales.
«El Observatorio nació para entender realmente las necesidades de las personas», señala Giurgea. «No se trata solo de cuánto deben, sino de cómo viven esa situación y qué barreras encuentran para mejorar su salud financiera».
Esta aproximación basada en datos y conocimiento profundo del perfil del consumidor español ha permitido a KRUK España contribuir al debate público sobre la gestión de las finanzas personales. En un país donde, según los propios datos del Observatorio, más de la mitad de la población reconoce tener un nivel bajo o nulo de educación financiera, la labor divulgativa se convierte en una responsabilidad compartida por todos los actores del sector.
Impagos, en mínimos
Los resultados del IV Observatorio KRUK se presentaron coincidiendo con el Día sin Deudas, una iniciativa de la compañía que se conmemora el 17 de noviembre, y con su décimo aniversario en el mercado español.
Los datos destacan que los impagos han descendido hasta el 32%, la cifra más baja registrada, lo que sugiere que las familias están gestionando mejor sus compromisos económicos. Sin embargo, casi la mitad de la población española arrastra algún tipo de deuda y más de un cuarto reconoce no tener ni idea de finanzas personales, lo que la deja vulnerable ante decisiones económicas cada vez más complejas.
El retrato que emerge es el de un país que ha aprendido algunas lecciones de las crisis pasadas, pero aún queda camino por delante: aunque el 46% de los españoles tiene deudas pendientes, la mayoría cumple con los pagos de manera regular; el importe medio de lo que se debe, 36.817 euros, no es una cifra menor, pero el hecho de que solo tres de cada diez personas caigan en impago sugiere que algo funciona mejor que antes.
«Estamos viendo un cambio de tendencia positivo», explica Alina Giurgea, directora general de KRUK España. «Las familias están siendo más cuidadosas, más realistas sobre lo que pueden asumir. Pero esto no significa que el problema esté resuelto. Algunos hogares viven al límite, sin margen para imprevistos, y eso los hace vulnerables».
De hecho, tres de cada diez españoles reconocen que no pueden ahorrar nada porque no llegan a fin de mes. Y casi la mitad de la población siente que su situación económica no ha mejorado en el último año, un estancamiento que se traduce en frustración y, para muchos, en ansiedad permanente sobre el dinero.
Porque las deudas no son solo cifras en un extracto bancario. Tienen rostro, emociones y generan consecuencias que van mucho más allá de lo económico. El Observatorio KRUK se ha interesado precisamente por ese lado humano, y los resultados son reveladores.
Casi la mitad de las personas con deudas pendientes, el 44%, experimenta estrés por su situación financiera. Uno de cada cinco siente culpa. Otro tanto, vergüenza. Son emociones que convierten la deuda en un tabú, en algo que se oculta incluso a la familia, y que impiden que muchas personas busquen ayuda a tiempo.
«La vergüenza es el peor enemigo cuando se trata de resolver problemas financieros», advierte Giurgea. «Hemos visto casos de personas que dejaron que su situación se deteriorara durante años porque les daba vergüenza reconocer que necesitaban ayuda. Y cuanto más tiempo pasa, más se complica lograr la solución».
Falta de conocimientos
Pero el Observatorio también encontró un dato esperanzador: la mitad de las personas con deudas se siente motivadas para pagarlas. Es decir, hay voluntad y compromiso. Lo que a menudo falta son los conocimientos necesarios para que se traduzca en un plan de acción efectivo.
Y aquí es donde el sistema muestra una de sus grietas más preocupantes. Más de un cuarto de los españoles reconoce tener conocimientos «bajos o nulos» sobre finanzas personales. «No se puede gestionar bien lo que no se entiende», resume la directora general de KRUK España. «Y no podemos esperar que las personas tomen decisiones acertadas sobre productos financieros si nadie les ha explicado cómo funcionan. Es como pedirles que conduzcan sin haberles dado clase de conducir».
La buena noticia es que existe interés por aprender: un 34% de la población recibiría formación sobre finanzas personales, una cifra nada despreciable que abre una puerta a la oportunidad para desarrollar programas educativos efectivos en esta línea.
Educación financiera
Para debatir sobre estos desafíos, y poner sobre la mesa el endeudamiento como herramienta de consumo, KRUK España organizó esta semana una mesa redonda con voces autorizadas del sector como Dositeo Amoedo, presidente de la Asociación Española de Planificadores Financieros, y Miguel Ángel Ruiz, presidente de la Asociación Española de Consumidores, en la que también intervino la propia Alina Giurgea. Los tres coincidieron en un diagnóstico: España ha mejorado, pero queda un largo camino por recorrer.
«Hemos pasado de una cultura del ‘gasta ahora, ya pagarás’ a una actitud algo más prudente, pero todavía no hemos llegado a una verdadera cultura de gestión financiera responsable», señaló Giurgea durante el encuentro. «Para eso necesitamos una educación financiera impartida por profesionales desde edades tempranas, que se hable de dinero con naturalidad en las familias y que las entidades financieras también asuman su parte de responsabilidad en la manera en que se relacionan y comunican con sus clientes».
El consenso entre los expertos es claro: la educación financiera no puede seguir siendo una asignatura pendiente. Los colegios deberían incorporar contenidos sobre ahorro, presupuesto doméstico, crédito responsable. Las empresas deberían facilitar formación a sus empleados. Los bancos y entidades financieras deberían invertir en explicar sus productos de manera comprensible, no en letra pequeña ininteligible.
«En definitiva, se trata de empoderar a las personas», reflexiona Giurgea. «Que entiendan qué están firmando, en qué se están comprometiendo a pagar, qué alternativas tienen cuando las cosas se complican. Una persona con este tipo de conocimientos toma mejores decisiones, lo que se traduce en menos problemas, menos estrés y menos preocupaciones».
Día sin deudas
El Día sin Deudas, que KRUK España celebra este año con especial énfasis coincidiendo con su décimo aniversario, no es una fecha para estigmatizar a quienes tienen deudas, sino para visibilizar una realidad que afecta a muchas personas y para reivindicar soluciones. La principal, insiste la compañía, es la prevención a través de la educación.
La pregunta que queda en el aire es si seremos capaces, como sociedad, de dar el siguiente paso: convertir la educación financiera en una prioridad real, dotarla de recursos, integrarla en el sistema educativo y normalizarla en las conversaciones cotidianas. De la respuesta a esa pregunta dependerá, en buena medida, el bienestar financiero de las próximas generaciones.
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