BCE

La banca española pierde casi 80.000 millones con los estímulos de Draghi

Las entidades se han dejado el 40% de su capitalización desde 2015. Las más castigadas por la caída de los tipos de interés marcada por el BCE son Bankia y el Sabadell

Los números no mienten. Aunque hay muchas más variables que la capitalización bursátil para medir la salud de un banco, lo cierto es que el negocio no atraviesa por sus mejores momentos, particularmente en los mercados, donde los inversores no acaban de ver claro el panorama con el mantenimiento de los tipos de interés en el 0%. De hecho, las grandes entidades españolas cotizadas se han dejado casi 80.000 millones de euros de capitalización bursátil desde marzo de 2015, cuando el presidente del Banco Central Europeo (BCE), el italiano Mario Draghi, puso en marcha el ambicioso plan de estímulos en la eurozona, dando comienzo a la larga travesía por el desierto para toda la banca europea. Como muestra, sirva el caso de Banco Santander, que llegó a tocar los 100.000 millones de capitalización bursátil hace poco más de cuatro años. Su valor de mercado en marzo de 2015 rondaba los 91.000 millones. Hoy, su capitalización en la bolsa madrileña se encuentra por debajo de los 60.000 millones, una caída del 32% desde que Draghi comenzara a regar la economía. Bien es cierto que, en este caso no toda la pérdida de valor es imputable a la estrategia del banquero italiano, ya que Banco Santander ha sufrido en este tránsito fuertes sacudidas en Brasil.

Entre las entidades más perjudicadas están las más expuestas al mercado nacional y europeo, si bien no es una ecuación precisa pues influyen los riesgos que también han afrontado los bancos más internacionalizados. En cualquier caso, la palma se la lleva Bankia, que se ha dejado cerca del 66% de su valor de mercado desde marzo de 2015, al pasar de 15.479 millones de euros de capitalización a los 5.227 millones actuales. Le sigue el Sabadell, con una caída del 55% en su capitalización bursátil desde marzo de 2015, cuando «valía» 9.800 millones por los 4.400 millones actuales. La situación de las otras dos grandes entidades españolas, BBVA y CaixaBank es similar, con pérdidas superiores al 40%. En el caso de BBVA, su valor de mercado era de 56.000 millones en marzo de 2015, por los menos de 29.500 millones actuales, más de un 47%. La entidad ha sufrido además el castigo en los mercados por las investigaciones judiciales en curso vinculadas a la presunta utilización de los servicios del ex comisario Villarejo durante la presidencia de Francisco González y la crisis en Turquía, donde tiene una fuerte exposición al tener el 50% de Garanti Bank, uno de los mayores prestamistas del país.

En el caso de CaixaBank, cotizaba por 23.800 millones justo antes del inicio de la denominada expansión cuantitativa (QE). Hoy, arranca la jornada con poco más de 13.000 millones de valor bursátil, un 45% menos. La que mejor parada ha salido, con una pérdida del 16% del valor de sus títulos es Bankinter.

Lo peor para el sector, en plena transformación digital y sumido en la reorganización de la vasta red de oficinas aún operativas, es que las cosas no van a cambiar.

En marzo de 2015, Draghi tenía ya los tipos en el 0,05% y apretaba el botón para inyectar a la economía europea 60.000 millones de euros mensuales en programas de compra de activos de bancos comerciales y deuda soberana para evitar los riesgos de deflación. La revitalización fue inmediata, igual que la caída del euríbor, el principal indicador para las hipotecas variables.

Dinero «bajo cero»

Todo apuntaba al fin de los estímulos, pero la crisis comercial entre EE UU y medio mundo, incluida Europa, ha descosido los puntos con los que el BCE había suturado la economía europea y Draghi se retirará insuflando más aire a los mercados. Mala noticia para la banca, que ve cómo el precio del dinero va a seguir «bajo cero» hasta que la economía se caliente lo suficiente como para volver a cobrar intereses más elevados.

La muestra más palpable es la caída en picado del euríbor a 12 meses, principal indicador hipotecario en España, que ha marcado a finales de julio un nuevo mínimo histórico en sus 20 años de vida: -0,282%. Esto se ha traducido en una rebaja de 6,44 euros en su cuota mensual para quienes hayan actualizado su hipoteca el mes pasado sobre un préstamo de 150.000 euros a 30 años. Con este registro, se acumulan ya 41 meses con este índice en negativo, desde que en febrero de 2016 registrase su primer valor por debajo del 0%.

Los «grandes», 5.721 empleados menos que hace un año

La gran banca ha perdido 5.721 trabajadores en un año, un 1,4% de su plantilla, antes de que se inicien las salidas previstas por los ajustes laborales en el sector. Los cinco principales bancos del país empleaban a cierre de junio a 407.082 personas frente a las 412.803 del año antes, una variación que podría intensificarse en los próximos meses por los ERE acordados en CaixaBank y el Santander. Aún así, dada su presencia internacional, el Santander ha pasado de 200.961 empleados a finales del primer semestre de 2018 a 201.804 del pasado junio. La entidad aún no ha empezado a notar la salida de 3.223 empleados en España.