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La UE desactiva la «bomba» de la banca en la sombra

La UE desactiva la «bomba» de la banca en la sombra
La UE desactiva la «bomba» de la banca en la sombralarazon

Tras décadas de desregulación del sistema financiero a nivel mundial, las autoridades comunitarias están llevando a cabo un trabajo draconiano para establecer una normativa que ponga en orden la inmensidad del sector. La unión bancaria que los estados miembros están poniendo en pie anda todavía retrasada en uno de los aspectos más peligrosos del sistema: los bancos en la sombra.

La quiebra de la ciudad estadounidense de Detroit es prueba de ello. Aunque pueda parecer que aquella bancarrota no tiene nada que ver con lo que pueda ocurrir a este lado del Atlántico, lo cierto es que varios de los principales bancos europeos han perdido miles de millones. La razón la tiene ese mercado de productos paralelos que convierten el mundo en un pañuelo y que los expertos llaman «riesgo sistémico».

En 2005, cuando las autoridades de Detroit pidieron a UBS colocar 1.400 millones de dólares en bonos a bancos de todo el mundo para recapitalizar el fondo de pensiones de sus trabajadores municipales, Policía y Bomberos, los europeos vieron una oportunidad de negocio. Si no se hubiese producido la quiebra, se hubieran embolsado de hecho 627,2 millones de intereses en 20 años.

El suizo UBS, el «banco malo» de Hypo Real Estate, denominado FMS Wertmanagement, el franco-belga Dexia, etc... cayeron en la trampa. Aún hoy se desconoce el impacto real de la operación.

El denominado «shadow banking» agrupa entidades como los fondos de cobertura, vehículos de inversión especial, mercados monetarios, contratos financieros, cesiones temporales, titulización (transferencias hacia un inversor de activos financieros que proporciona derechos de crédito), o permutas de cobertura por impago. Un sector que mueve, a nivel mundial, unos 51 billones de euros, según cálculos de 2011.

Además, si se tiene en cuenta que representan un 25-30% del total del sistema financiero y la mitad de los activos bancarios, y se suma que incurre en riesgos mayores que la banca tradicional y no se somete a ningún control, puede hablarse de una «bomba de relojería».

El próximo mes de septiembre la Comisión tiene previsto presentar una nueva comunicación sobre el sistema bancario en la sombra, que incluirá nuevos y más estrictos controles sobre estas actividades. El objetivo, «que ningún sector financiero o producto se escape al control público», asevera el comisario de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier, y se ha verificado la acumulación de riesgos relacionados con el hecho de que las nuevas normas bancarias podrían alentar a transferir ciertas actividades a esta zona de sombra.

La Comisión contempla la propuesta de la Eurocámara de incluir un límite máximo de exposiciones de los bancos a entidades no reguladas del 25% de los fondos propios, como ya se han establecido límites en la banca tradicional, toda vez que este sector no cuenta con recursos de liquidez del banco central ni la garantía de los estados.

Asimismo, se prevé la creación de una base de datos de la Unión Europea posiblemente gestionada por el Banco Central Europeo y centralizada sobre adquisiciones temporales de activos (repos) en todas las monedas, con el fin de que los supervisores tengan una visión general y comprendan plenamente el mercado de los repos.

Con el fin de conocer mejor este sector que actúa en paralelo y conforma todo un abanico de instrumentos de intermediación crediticia, se pondría en marcha un registro central para todas las transacciones financieras, que incluya las operaciones con derivados, con el fin de determinar en tiempo real quién ha comprado qué a quién y cómo se soportan los riesgos transferidos.