La mesa de las pensiones aplaza la negociación salarial entre empresarios y sindicatos 9 días

La mesa de las pensiones ha valido como excusa perfecta para que patronal y sindicatos hayan decidido posponer hasta la semana que viene su encuentro para negociar la última propuesta sindical que pretende desbloquear la mesa del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), paralizado desde el mes de mayo, y que pasa por una subida salarial del 13,25% en los próximos tres años -5% para 2022 (con efectos retroactivos), del 4,5% para este año y del 3,75% en 2024- y una cláusula de revisión salarial ligada al IPC y a la situación económica de cada sector.

Ambas partes -CEOE y Cepyme por la patronal y CC OO y UGT por los sindicatos- han trasladado al día 22 la reunión programada para hoy debido a su coincidencia con la reunión convocada por el Ministerio de Seguridad Social para tratar la segunda fase de la reforma de pensiones. Según fuentes empresariales consultadas por LA RAZÓN, este retraso dará margen a las dos organizaciones empresariales a ultimar una contrapropuesta, que pasa por evitar incrementos salariales retroactivos -al haberse cerrado ya muchos convenios sectoriales con nuevas tablas salariales-, y por rechazar la cláusula de revisión sobre los beneficios empresariales al proponerse un indicador "poco fiable y nada fidedigno”.

Se refieren los empresarios a vincular la subida a la información que se obtenga a través del Sistema de Información Económica para la Negociación Colectiva (SIENC) para que la recuperación del poder de compra de los salarios tenga relación con la evolución económica de los sectores, a partir de listados de la Tesorería General de la Seguridad Social, que cruzaría información con la Agencia Tributaria desde 2014. Según la propuesta sindical, esta cláusula operará preferentemente al cierre de cada uno de los años y, en todo caso, serán los propios convenios colectivos los que establezcan otras secuencias de entrada en vigor de la cláusula: al final del ciclo 2022-2024 o una distribución porcentual en ambos tiempos -un porcentaje de la recuperación al final del año y otro al final del ciclo-.

Fuentes empresariales creen que su aplicación es "inviable" porque cada sector se encuentra en una situación diferente, que no se refleja en el SIENC, ya que en muchas actividades el tejido productivo se está viendo muy perjudicado por el aumento de costes -ya sean energéticos, de materias primas "o de otro tipo"-, por lo que el sistema propuesto "ya nacería viciado de inicio, al no reflejar parámetros adicionales muy importantes".

Los sindicatos no han obviado su nerviosismo en las últimas semanas para cerrar un acuerdo definitivo y han dado un ultimátum para firmar ya un convenio colectivo definitivo o, de lo contrario, comenzarán las movilizaciones, que pasan por subir la temperatura de la conflictividad entre las plantillas y realizar una propuesta al Ejecutivo para elevar la presión fiscal sobre los beneficios y que se repercuta sobre los trabajadores -exigirían establecer una contribución mínima en Sociedades de hasta el 20% sobre el total de beneficios-, una "idea peregrina" -según la CEOE-, que tampoco ha gustado a las dos ministras económicas, Nadia Calviño y María Jesús Montero, muy criticadas por los sindicatos no haberse pronunciado todavía sobre su propuesta.