Vivienda
El nuevo método para comprar casas en Telegram: solo requiere unos pocos minutos
Varias personas explican que no llegan a entrar físicamente en la vivienda
Un móvil, la aplicación de Telegram y unos pocos minutos libres. Con ese kit mínimo, miles de pequeños inversores están comprando pisos en España sin visitarlos, a menudo en ciudades donde nunca han vivido y en operaciones que se cierran en cuestión de horas. Algunas empresas han convertido esta plataforma de mensajería en un escaparate inmobiliario paralelo a los portales clásicos, centrado en viviendas baratas destinadas casi siempre al alquiler.
El acceso no suele hacerse buscando directamente el grupo en Telegram, sino registrándose antes en la web de la empresa, que valida los datos del interesado y le facilita después el enlace al canal. Una vez dentro, el usuario ve desfilar oportunidades de inversión varias veces por semana. En estos canales, cada anuncio de piso va acompañado de un paquete de información estándar: un dossier en PDF con el coste total de la operación, el alquiler estimado, la rentabilidad bruta y neta prevista y un calendario aproximado de la inversión. Normalmente, se adjuntan también uno o dos vídeos: uno recorre las estancias del inmueble y otro muestra el portal, la calle y el barrio.
A partir de ahí empieza la carrera contra el reloj. El procedimiento descrito por distintos medios y por los propios clientes es parecido: el inversor tiene un margen muy limitado (a veces minutos, otras un par de horas) para enviar un correo con el asunto exacto que marca el dossier y confirmar que quiere reservar la vivienda. Si llegan varias decenas de correos, lo habitual es que la empresa organice un sorteo entre los aspirantes o establezca un orden a partir de las solicitudes recibidas. En muchas operaciones, según estos testimonios, hay alrededor de 20 personas compitiendo por el mismo piso.
Quien resulta elegido pasa entonces a la fase tradicional: firma de arras, búsqueda de financiación si es necesaria y, por último, la firma en notaría. Varios compradores explican que, hasta ese momento, no llegan a entrar físicamente en la vivienda, aunque el modelo permite delegar incluso la visita y la firma en representantes de la empresa.
Quién compra y qué tipo de pisos se venden
Aunque la escena pueda recordar a la búsqueda desesperada de vivienda de muchas familias, el público de estos canales es otro. Las empresas que los gestionan y los análisis disponibles coinciden en que la gran mayoría de compradores son inversores, no personas que busquen su residencia habitual. El perfil típico es el de ahorradores de clase media que viven en grandes ciudades tensionadas donde los precios se han disparado y la rentabilidad del alquiler se ha ido reduciendo.
Las viviendas que circulan por estos canales se concentran en localidades como Elche, Castellón, Alcoy, Murcia, Jerez de la Frontera o la periferia de Sevilla y Valencia. Con frecuencia son propiedades antiguas que requieren reforma, situadas en barrios trabajadores o en las afueras, y muchas de ellas ni siquiera llegan a aparecer en los portales más populares.