La transformación digital se ha convertido en un imperativo para todas las empresas. Prodware, mayor partner de Microsoft en España y Europa, ofrece su experiencia y asesoramiento en un momento de inmensas posibilidades y desafíos, impulsados por la inteligencia artificial (IA). Una tecnología que, en palabras de José María Sánchez Santa Cecilia, CEO de Prodware España y vicepresidente global de la compañía, es comparable a «un parque de atracciones», por todas las oportunidades que brinda.

Fundada a finales de los años 90 del siglo pasado, Prodware ha mantenido siempre su foco en el cliente empresarial, ofreciendo soluciones adaptadas a su negocio. Sánchez Santa Cecilia ha sido testigo, a lo largo de su trayectoria en la compañía, de varias oleadas de innovación «grandes y gordas», como él mismo las describe. La primera vino de la mano de la computación personal, que impulsó la productividad de los empleados gracias a Microsoft. La segunda llegó con los dispositivos móviles, que permitió la conectividad en movimiento; y la tercera fue la protagonizada por la nube, que eliminó la necesidad de alojar el software en servidores propios.

Ahora, estamos inmersos en una cuarta gran ola, tan potente como las anteriores, o incluso mayor, que es, precisamente, la que cabalga sobre la IA. Tras el «boom» inicial, en el que una gran mayoría de las empresas se han interesado por la nueva tecnología, llega el momento decisivo de adaptarla a las organizaciones. Aunque Sánchez Santa Cecilia aclara que la IA ya existía antes de la llegada de ChatGPT, considera que la verdadera revolución ha sido la IA generativa, que permite interactuar con la capacidad de cómputo a través del lenguaje natural. «La IA generativa posibilita poner a las máquinas a trabajar para el ser humano, interactuando mediante el lenguaje. Esta capacidad ha democratizado el acceso a la misma de manera vertiginosa. No se trata de sustituir a los trabajadores, sino de potenciarlos, de hacerlos mejores. Por eso, la formación es fundamental para usa esta tecnología adecuadamente y generar confianza», señala.

Sin embargo, junto a las oportunidades, surgen también importantes amenazas, especialmente en torno a la seguridad, la privacidad y la gestión de los datos, tal y como advierte el CEO de Prodware. «La IA accede a la información como una araña que se mueve sola hasta encontrar los datos adecuados. Esto hace que los conceptos de dato y seguridad cobren una relevancia extrema», añade. En este contexto, Prodware ofrece soluciones de gestión para que las empresas puedan tener el control de sus datos y aprovechar lo mejor de la inteligencia artificial para potenciar sus capacidades.

El despliegue de la IA es un proceso continuo, por lo que las empresas deben establecer escenarios de uso concretos para maximizar su rendimiento, ya sea en tareas de búsqueda avanzada, estructuración de datos o mejora de la velocidad operativa. «Estamos asistiendo a un renacer de la parte consultiva, porque esta revolución es más de procesos empresariales y de seguridad que puramente tecnológica», afirma.

En cuanto a la regulación, el CEO de Prodware destaca que España participó activamente en la elaboración del AI Act de la Unión Europea, un primer marco regulatorio, aunque advierte sobre el riesgo de que Europa se pase de frenada y se aísle tecnológicamente, pese a la importancia de contar con un marco ético sólido.

Sobre el papel de España en la carrera de la IA, considera que se encuentra en la media. Aunque Francia o los países nórdicos lideraron inicialmente la inversión y adopción, cree que España aún está a tiempo. «Estamos en los primeros metros de una carrera muy larga. Todavía podemos llegar muy lejos. La IA es una gran oportunidad para crear un tejido de startups en todos los sectores», apostilla.

En 14 mercados

Con presencia en 14 mercados, principalmente europeo, Prodware ha experimentado un crecimiento notable, pasando de una facturación de 7 millones de euros en España en 2005 a más de 50 millones en la actualidad, y alcanzando los 650 millones escala global.

Según Sánchez Santa Cecilia, las limitaciones del mercado no están en la tecnología, sino en «encontrar suficiente talento, ayudar a digerir los cambios y estar capacitado internamente para seguir el ritmo». Y es que la IA abre un abanico inmenso de posibilidades, como es la automatización, gestión de datos, búsqueda inteligente de información y optimización de procesos de bajo valor añadido.

Asimismo, apunta a que la coexistencia de múltiples modelos de IA, como los de OpenAI, Google, Meta o Anthropi, exige a las empresas adoptar un enfoque neutral. «La clave está en construir plataformas que permitan cambiar el modelo subyacente según convenga, como hace Microsoft con Azure. Es fundamental elegir proveedores que cumplan con la normativa y garanticen que tus datos no estén alimentando modelos de terceros sin control», subraya

En definitiva, Sánchez Santa Cecilia considera que la IA es una revolución que toca las bases de la humanidad, y que también afecta a la educación. «No hay que tenerle miedo, pero sí hay que moverse a la velocidad del rayo. Quien no se suba a este carro, se queda fuera», concluye.