Próximo objetivo: digitalizar el campo español

España es uno de los países de la Unión Europea con mayor estrés hídrico. El estudio del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) concluye que se prevén disminuciones de hasta el 25% de agua en todo el país y del 40% en el sureste peninsular para finales de siglo. Malos augurios para el regadío, uno de los pilares del desarrollo rural, el equilibrio territorial y la seguridad alimentaria de nuestro país.

La superficie regada en España supone un 22,6% de la superficie cultivada, pero contribuye en un 65% a la producción final vegetal, además de constituir más del 3% del PIB y emplear al 4% de la población ocupada. De acuerdo con la última Encuesta 2020 de Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE), publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el total de la superficie regada en España se cifra en torno a las 3.829.000 hectáreas. De ahí que su potencial productivo tenga como contrapartida el uso de un importante volumen de agua, ya que es su principal usuario: el campo español consume alrededor de 15.500 hectométros cúbicos, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Por eso, la digitalización en el regadío es esencial para mejorar la eficiencia de este recurso.

El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), aprobó el pasado año el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Digitalización del Ciclo del Agua, una herramienta para transformar y modernizar los sistemas de gestión del agua en nuestro país, tanto en el ciclo urbano como en el regadío y la industria. Se presentó como impulsor del “uso de las nuevas tecnologías de la información en el ciclo integral del agua, lo que permitirá mejorar su gobernanza y transparencia, aumentar su eficiencia, reducir las pérdidas en las redes de suministro y avanzar en el cumplimiento de los objetivos ambientales marcados por la planificación hidrológica y las normativas internacionales”.

La digitalización del campo supone un enorme reto que implica necesariamente a todos los actores. Son esenciales las comunidades de regantes y de usuarios de aguas subterráneas, así como las federaciones de comunidades de regantes, tanto la nacional (FENACORE) como las regionales. Los regantes acogen de forma muy positiva todas las subvenciones ( que ascienden en total a unos 200 millones de euros) encaminadas a modernizar el sistema de regadío. De acuerdo con fuentes de FENACORE, España ha hecho un ingente esfuerzo en modernización, esfuerzo que la ha situado a la vanguardia mundial, con mayor superficie proporcional modernizada que China o Estados Unidos: con 3,8 millones de hectáreas de cultivo, prácticamente hay 3 millones modernizadas. Por modernizadas se entiende bajo riego presurizado: aspersión (24%) o goteo (55%), que, además, se digitaliza y automatiza a distancia permitiendo abrir válvulas y compuertas, medir canales y consumos con contadores inteligentes, sistemas de gestión de riego y de tratamiento y análisis de datos.

La instalación de herramientas de digitalización, sensorización y comunicación, y el desarrollo de plataformas informáticas de análisis, consulta y registro de datos, permiten a los usuarios disponer de gran cantidad de información para poder aplicar modelos predictivos y hacer más eficientes los procesos y el uso de recursos. Se implanta así una infraestructura digital en las parcelas de regadío integrada por contadores/caudalímetros con telemedida en las tomas, herramientas de gestión y supervisión del riego en cada parcela, y sistemas digitales para la gestión administrativa.

Todo ello permitirá un uso más eficiente del agua y una mejora de la productividad, contribuyendo además al uso racional del recurso y al cumplimiento de los objetivos ambientales de la planificación hidrológica.

Un catálogo de soluciones para alcanzar el reto

Para conseguir este objetivo, y en el marco del desarrollo del PERTE de digitalización del ciclo del agua, se ha creado el Catálogo de Soluciones de Digitalización del Regadío, integrado por siete componentes que buscan mejorar el conocimiento de los usos del agua, reducir las pérdidas de agua en las explotaciones de regadío, y mejorar el empleo de fertilizantes y plaguicidas y la eficiencia energética en las explotaciones de regadío, y en general en la productividad de las mismas.