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Alquiler
Tener una vivienda vacía sale caro, por ello, son muchos los propietarios que deciden ponerla en alquiler para obtener unos ingresos extras cada mes que hagan frente a los gastos fijos del inmueble. Sin embargo, obtener un rendimiento económico no es razón de peso suficiente para algunos propietarios que temen que al alquiler su piso se enfrenten a impagos de la renta u otros problemas con los inquilinos. Por tanto desde el portal inmobiliario Fotocasa comparten una serie de claves para alquilar un piso con protección total y que el proceso sea lo "más seguro y rentable" posible.
Antes de poner un piso en el mercado del alquiler se debe conocer cuál es la ley que regula este tipo de contratos, si bien la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) o la Nueva Ley de Vivienda. La primera normativa establece los derechos y obligaciones de los propietarios e inquilinos: duración del contrato, motivos de incumplimiento de contrato, importe de la fianza, actualización del precio de la renta, etc. Por su parte, la Nueva Ley de Vivienda, aprobada en 2023, establece algunas modificaciones en los contratos de alquiler, como el límite a la subida de los precios del alquiler en zonas tensionadas.
Buscar inquilinos solventes que tengan capacidad económica para pagar la renta es imprescindible para alquilar un piso con protección total. Los propietarios podrán realizar un análisis de solvencia para conocer la situación financiera del arrendatario y, para ello, podrán solicitar documentos como las últimas tres nóminas o la última declaración de la Renta. También podrán comprobar su contrato laboral, las referencias de otros propietarios e incluso si aparecen en un fichero de morosos.
Redactar bien el contrato de alquiler y que este incluya cláusulas específicas es crucial para que el propietario esté protegido como aquellas sobre las condiciones de pago de la renta, responsabilidades sobre el mantenimiento del inmueble, importe de la fianza, duración del contrato y posibilidades de prórroga, entre otras.
El propietario también puede contratar un seguro de impago de alquiler para asegurarse de que recibirá cada mes el alquiler aunque el inquilino dejase de pagar. También obtendrá una compensación si causara desperfectos en el inmueble.
Finalmente, el propietario también podrá solicitar que se incluya en el contrato de alquiler un avalista para asegurarse de que cobrará la renta. "El aval es un contrato por el que una persona física o jurídica garantiza o asegura el cumplimiento de obligaciones, asumiendo el pago una deuda de otra persona si esta no lo realiza", explica el Banco de España (BdE). Por tanto, este avalista se comprometería a pagar la renta en caso de que el inquilino generase impagos.
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