Banco Popular

Santander, BBVA, Caixabank y Bankia, entre los interesados en comprar el Banco Popular

La entidad cerró ayer el periodo de tanteo sobre las posibilidades de una fusión para contraponerla a una ampliación de capital.

Emilio Saracho presidió la primera junta de Banco Popular el pasado 10 de abril, tras la renuncia de Ángel Ron
Emilio Saracho presidió la primera junta de Banco Popular el pasado 10 de abril, tras la renuncia de Ángel Ronlarazon

La entidad cerró ayer el periodo de tanteo sobre las posibilidades de una fusión para contraponerla a una ampliación de capital.

Banco Popular ha dado por concluida la primera fase de la nueva etapa que ha marcado el presidente de la entidad, Emilio Saracho, tras la junta de accionistas del pasado 10 de abril. Todas las posibilidades de futuro están abiertas desde ese momento: de la venta de activos considerados improductivos para el negocio principal, hasta la fusión/venta a otra entidad, pasando por la siempre temida multimillonaria ampliación de capital. Ayer, teóricamente, finalizó el plazo para que los asesores de Popular «sondearan» en el mercado el interés que suscita el banco. Y si no ha habido sorpresas, los cinco bancos que le preceden en el ránking habrán mostrado su apetitos.

Después de cinco semanas de continuos rumores, desmentidos y especulaciones, la entidad hizo público un comunicado a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) asegurando que, en el marco de las alternativas estratégicas expuestas en la junta general, «diversas entidades se han manifestado interesadas en explorar una posible operación con Banco Popular».

Sólo el primer paso

El banco reconoce que se ha procedido a un primer intercambio de información con estas entidades y a la solicitud de «interés preliminar» en un plazo que ayer finalizaba. «La información que se derive de estas indicaciones no tendría carácter vinculante, pero permitiría a Banco Popular continuar avanzando en el análisis de sus opciones». El hecho relevante remitido a la CNMV deja claro que «no se ha asumido» por parte de la entidad, «ningún compromiso, no se ha recibido ninguna propuesta concreta, no existe ninguna certeza sobre la consideración que merecería, ni se ha considerado la decisión que adoptaría el consejo de administración si, en su caso, llegará a concretarse».

Santander, BBVA y Caixabank parecen las mejores situadas en la parrilla de salida para una hipotética operación de concentración. A favor de la misma juegan no sólo la situación de Popular sino también la del mercado financiero en general. Los bajos tipos de interés han hecho mucha mella en las entidades que tienen concentrado su negocio en España, como es el caso de Popular, Caixabank o Bankia, y una de las opciones más lógicas es la fusión para aprovechar las sinergias.

A pesar de que el crecimiento económico se ha disparado en los últimos dos ejercicios (el PIB ha crecido a tasas del 3,2% interanual) y de que el consumo de las familias está sustentando este crecimiento, el «stock» de crédito sigue por debajo de los niveles previos a la crisis, a pesar de que el crecimiento de los créditos hipotecarios y al consumo siguen en números positivos desde hace meses.

Lo que no ha evitado el crecimiento económico es el cierre de sucursales y las reducciones de plantilla. La digitalización de muchas operaciones bancarias exige menos número de trabajadores y mayor especialización. De ahí que las concentraciones puedan volver a jugar una papel primordial en la que sería la última fase de la reconversión del sector.

Ayer, el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, reiteró que el Banco Popular cuenta con unos niveles de solvencia superiores a los mínimos requeridos y que su futuro será «el que quieran que sea sus accionistas». De Guindos ha remarcado en Barcelona que tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo han certificado que los niveles de solvencia de la entidad están por encima de los requerimientos. Insistió también en que el sistema financiero español no genera ningún tipo de dudas en el Banco Central Europeo. «Está saneado y se pone de ejemplo para mostrar cómo se ha reestructurado».

Las acciones de Banco Popular cerraron ayer con una nueva corrección en su precio, pese a lo cual, en lo que va transcurrido de mes acumulan una revalorización del 8,23%, después de unas sesiones muy optimistas. Desde que empezara el año, los títulos han perdido una cuarta parte de su valor en bolsa. La capitalización de Banco Popular se situó ayer en 2.925 millones de euros.

Demasiadas ampliaciones

En la junta de accionistas del pasado 10 de abril, el presidente de la entidad, Emilio Saracho, dejó claro que la solvencia «es suficiente, pero algo ajustada», por lo que dejó abiertas las dos posibilidades lógicas que tiene: una millonaria ampliación de capital o participar en una operación de fusión.

Desde que comenzara la crisis, Banco Popular ha recurrido a 47 ampliaciones de capital (muchas de ellas para pagar el dividendo en títulos), que han allegado al banco 10.000 millones de euros, a cambio de diluir el precio de la acción de los 28 euros a los menos de 70 céntimos de ayer.

Saracho dijo hace poco más de un mes que la independencia del banco, que su antecesor, Ángel Ron, cumplió a rajatabla tras el mandato que heredó de Luis Valls, «es un valor que se convierte a veces en una carga». Lo que tiene claro es que Popular necesita capital y que no recurrirá a los particulares para lograrlo. Sería una ampliación de capital dirigida a inversores institucionales. Lo otro, una fusión.