Pensiones

Santiago Niño Becerra, economista español: "El sistema de pensiones ha muerto"

Santiago Niño Becerra lanza una advertencia que dinamita el debate sobre la jubilación

A partir del 1 de enero de 2025, los trabajadores en España experimentarán cambios en relación con la última reforma de las pensionesA partir del 1 de enero de 2025, los trabajadores en España experimentarán cambios en relación con la última reforma de las pensiones
A partir del 1 de enero de 2025, los trabajadores en España experimentarán cambios en relación con la última reforma de las pensionesA partir del 1 de enero de 2025, los trabajadores en España experimentarán cambios en relación con la última reforma de las pensionesDreamstime

El porvenir de las generaciones más jóvenes está marcado por una creciente incertidumbre. Las certezas económicas y laborales que definieron la vida de sus padres y abuelos parecen hoy un horizonte lejano y difícil de alcanzar.

Ese contrato social no escrito, basado en la premisa de que el esfuerzo conduce a una estabilidad garantizada, se resquebraja ante una realidad cada vez más precaria y volátil.

En este contexto, una de las mayores preocupaciones que atraviesa a la sociedad es qué ocurrirá al final de la vida laboral, un interrogante que pone en jaque la confianza en el sistema.

El aviso de un economista que dinamita el futuro de las pensiones en España

El debate sobre la viabilidad de la jubilación ha recibido una valoración tajante por parte del economista Santiago Niño Becerra, quien asegura que el modelo actual de pensiones está sentenciado. Lejos de ser un problema a futuro, su análisis apunta a que las bases que lo sostenían ya han desaparecido, según apunta en una entrevista para NoticiasTrabajo.

El experto argumenta que el sistema público se diseñó para una realidad económica y demográfica de posguerra que ya no existe. Se fundamentaba en el pleno empleo, salarios en aumento y una esperanza de vida mucho más corta tras el retiro. Hoy, el escenario es el opuesto: un mercado laboral inestable, sueldos estancados y jubilados que viven varias décadas, generando una ecuación matemática que simplemente no se sostiene.

La clave del desequilibrio reside en la proporción entre cotizantes y beneficiarios. El modelo era factible cuando varios trabajadores sostenían a un solo pensionista. Sin embargo, las proyecciones indican que en las próximas décadas apenas habrá un trabajador por cada jubilado, una situación que pone en riesgo la viabilidad financiera del sistema tal y como lo conocemos.

Niño Becerra se muestra además muy crítico con la clase política, a la que acusa de no afrontar esta realidad. Considera que las promesas de garantizar las pensiones recurriendo a los impuestos o a la deuda son soluciones insostenibles que evitan el verdadero debate: de dónde saldrá el dinero sin afectar a otros pilares del estado de bienestar como la sanidad.

Esta presión financiera se agrava por el rol social que han adquirido las pensiones, convertidas en un pilar de sustento no solo para el jubilado, sino para toda su familia en un gran número de hogares. Para el economista, el futuro pasa por asumir que la jubilación no será como la de generaciones anteriores, con un retiro cada vez más tardío y prestaciones que no se parecerán a las actuales, abriendo la puerta a nuevos conceptos como una renta básica de subsistencia.