Consumo

El sector avisa: no hay bajada a la vista de precios de los alimentos, sólo menos subidas

Pronostican que la inflación se empiece a moderar por el efecto base del año pasado

Interior de un supermercado Supeco
Interior de un supermercado SupecoSupeco

Menos, pero seguirán subiendo. Los alimentos no han tocado techo todavía y sus precios continuarán al alza en los próximos meses. A pesar de que en las últimas semanas se viene hablando de la posibilidad de que la caída de los costes de algunas materias primas e insumos que se están produciendo podría provocar una caída en los precios de los productos de los lineales de los supermercados, lo cierto es que desde la patronal de los fabricantes y distribuidores (Aecoc) advierten de que lo que se va a ver, en términos generales, es un incremento menor de los precios. Pero incremento al fin y al cabo. El motivo, según explica el secretario general de esta organización Josep María Bonmatí, es que aunque los costes siguen siendo altos para las compañías, lo que seguirá generando inflación, la comparativa con el pasado ejercicio va a otorgar un cierto alivio a este incremento. "Los precios de la alimentación siguen muy altos en gran parte porque hasta abril del año pasado estaban muy por debajo de la inflación general. Ese efecto base no se había producido en alimentación. Y a partir de abril y mayo, cuando comparemos con una inflación más alta, se puede producir bajada de la inflación", que no de precios, según ha explicado Bonmatí en declaraciones a los medios tras la presentación de los informes sobre la evolución del gran consumo en los primeros meses de este año elaborados por Aecoc y Nielsen IQ. De hecho, seis de cada diez compañías encuestadas por Aecoc consideran que esta tendencia inflacionista se mantendrá hasta final de año por el nivel de costes, según ha advertido Rosario Pedrosa, gerente de estrategia comercial y márketing de la asociación.

Junto al efecto base, Bonmatí ha asegurado que medidas como la rebaja del IVA de algunos alimentos básicos también han contribuido a contener los precios, por lo que ha pedido que se mantengan en el tiempo "porque, si no, tendrían un efecto negativo como ocurrió con la retirada de los 20 céntimos para los carburantes". Además, ha reiterado la petición del sector de que se refuerce esta rebaja incluyendo también a la carne y el pescado, lo que, en su opinión, permitiría tener "una alimentación más saludable".

Lo que desde Aecoc creen que en ningún caso contribuiría a reducir los precios es la creación de supermercados públicos como ha propuesto Podemos. Bonmatí ha asegurado que "no aportaría nada en un mercado donde la capacidad de elección del consumidor es enorme". "Cuando los resultados demuestran que se trabaja con márgenes muy bajos, del 2%, veo difícil que el sector público pudiera hacer alguna aportación", ha añadido.

En el sector, de todos modos, no las tienen todas consigo respecto a que esta senda a la baja de la inflación se vaya a poder consolidar en el tiempo. Como ha explicado Bonmatí, el incremento de los costes es lo que ha generado la inflación, no los márgenes. Y, como ha advertido, el riesgo está ahora en que la sequía provoque una nueva situación de incertidumbre que presione al sector primario, temor que también alberga el propio Gobierno.

Consumidores en "modo safari"

Los precios están ahora mismo en el corazón de las decisiones que toman los consumidores para hacer la compra. De hecho, como ha explicado Patricia Daimiel, directora de Nielsen IQ para el sur de Europa, los consumidores han activado lo que ha denominado "modo safari" para realizar sus compras. En busca de optimizar unos ingresos que son muy parecidos a los que tenían antes de que se desatara la espiral inflacionista del último año, los ciudadanos combinan ahora varias tácticas para "cazar" precios más baratos en los supermercados. En primer lugar, como ha explicado Daimiel, han incrementado sus visitas a las tiendas para realizar compras más pequeñas que les permitan controlar el gasto chequeando en cada visita cuales son los precios más baratos o los descuentos y promociones que les permitan ahorrar. Además, como ha destacado Daimiel, se están decantando de forma cada vez más masiva por las marcas de distribución, las denominadas "marcas blancas", que por lo general suelen ser más baratas que las de fabricante y que ya copan una cuota de mercado del 48%, dos puntos más que hace un año.

Otro de los aspectos que ha cambiado el consumidor es el tipo de producto que compra. Por ejemplo, la demanda de huevos ha crecido en volumen un 7% en los primeros meses del año porque, como explica Daimiel, "los consumidores migran de la proteína de alto precio como la carne -cuyas ventas caen un 1,9%- a la de bajo precio como el huevo".

Con todo, el "modo safari" no ha podido impedir que la escalada de precios haya provocado que, en la comparativa entre abril de este año y el pasado, el volumen de ventas haya caído un 2%. Eso sí, la facturación año contra año teniendo en cuenta abril como referencia batiría un nuevo récord con 108.000 millones de euros precisamente por la inflación, con un avance de un 11%.