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Reclamaciones a caballo ganador: in99 acerca ciertos servicios jurídicos a particulares y pymes

La startup solo cobra si hay éxito y asegura que sus tasas superan el 90%

Firma de un contrato legal
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Adentrarse en el mundo jurídico y de las reclamaciones puede ser algo difícil, sobre todo para quienes no conocen el lenguaje legal. “Nuestra misión en In99 es procurar un acceso a la justicia y servicios profesionales sencillo, cómodo y asequible y esto lo conseguimos a través de un uso muy intensivo de la tecnología y proveyendo un servicio 100% online”, asegura Dimas Cuesta, Co-CEO y fundador de in99, a La Razón.

Según su exposición, se dieron cuenta de que “los servicios profesionales eran demasiado complejos, inconvenientes y caros”. Para intentar responder a estos retos, la startup apuesta por “emerger por soluciones tecnológicas principalmente”.

Sin embargo, esto no significa que un usuario pueda, a través de esta startup, resolver cualquier tipo de reclamación u otro tipo de necesidades jurídicas. En estos momentos, in99 cubre reclamaciones bancarias, de aerolíneas (como cancelaciones y overbooking), tarjetas revolving y cartel de coches (“si compraste un coche de 2006 a 2013 te deben dinero, porque hubo un cartel de fabricantes de coches, sancionado por la CNMV, por una comisión de precios”). “También tenemos otros productos que no son reclamaciones, como puede ser el modelo de rentadoras residentes, en el que estamos preparando ahora un modelo fiscal”, detalla Cuesta.

¿Cómo funciona in99? A través de un formulario web, el usuario debe ir respondiendo a una serie de preguntas sobre cuál es su problema a resolver. Dimas Cuesta lo llama Diagnóstico. “Te permite tener una composición del lugar sobre qué contingencias puedes tener o qué derechos puedes reclamar”, asegura, insistiendo en que, según su visión, gran parte del problema es “la falta de concienciación de las personas y pymes sobre los derechos que les asisten”.

Dimas Cuesta añade que una vez que se ha dado este paso, “nos centramos muchísimo en la sencillez y en la conveniencia o entendida como comodidad o eliminación de ficciones a la hora de consumir nuestros servicios”. Algo para lo que usan diversas tecnologías. Por ejemplo, “no hace falta que el usuario nos de la ficha técnica de su vehículo si tiene derecho a indemnización; a través de una API, y simplemente con la matrícula, podemos conectarnos a la base de datos de la DGT y descargarnos todos los datos que necesitamos” para iniciar la reclamación.

Trabajo a éxito

Cabe señalar que in99 defiende que solo trabaja a éxito. “No pedimos nunca un euro de anticipo”, explica Cuesta, quien añade su deseo de que, gracias a la tecnología y economías de escala, la empresa pueda ir “reduciendo el coste de nuestros servicios” percibiendo “cada vez un porcentaje menor de la reclamación ganada”.

Este porcentaje depende en función del producto y de sus estudios de rentabilidad pero, con carácter general, gira en torno al 25%.

Preguntado entonces sobre si in99 solamente reclama en aquellos casos en los que tiene asegurado (o casi) la victoria, Dimas Cuesta asegura que la compañía tiene “un porcentaje de éxito muy alto” que no suele bajar del 90%. “En productos concretos como puede ser costas hipotecarias abusivas o aerolíneas, estamos en porcentaje de 99%”, detalla.

“Ninguna empresa puede tener una certeza nunca de que va a ganar un pleito y nosotros somos súper transparentes con nuestros clientes desde el principio”, defiende este emprendedor, añadiendo que “el éxito pasado no garantiza éxitos futuros. Esto es un riesgo que el cliente tiene que tener muy presente, aunque nosotros solamente cobramos cuando ganamos”. Además, asegura que para “poder mitigar estas preocupaciones del cliente”, en algunos casos la empresa ofrece anticipos de la reclamación y un seguro de costas en caso de que se perdiese el pleito. Eso sí, estos servicios conllevan un incremento de los porcentajes.

Además, Cuesta reconoce que “somos los primeros interesados en reclamar solamente cuando consideramos que sea viable”. Tras recibir la información del usuario y alguna documentación adicional en caso de ser necesaria, “asistidos por tecnología hacemos un proceso de cualificación del caso y, cuando resulta viable, ofrecemos al cliente la aceptación de nuestras condiciones”. En esos casos, “somos súper transparentes, somos los primeros interesados porque solamente cobran si ganamos”.

Con año y medio de vida, in99 tiene una plantilla de 30 empleados, de las que cinco son abogados. “Somos una empresa tecnológica de servicios, teniendo más peso la tecnología”, defiende Cuesta. “Estamos progresando en el camino de generar una mayor escala que nos va a permitir ofrecer cada vez mejor precio y un tiempo de mejor calidad. La tecnología y los automatismos, si una mejora la calidad, no tendrían sentido”, subraya.