
Economía
El talento femenino irrumpe en el fintech e insurtech
En un sector tradicionalmente dominado por hombres, las mujeres representan hoy el 66,4% de los profesionales en banca digital. La mitad proviene del sector financiero tradicional

El papel de las mujeres en el ecosistema fintech es cada vez más relevante, aunque aún se encuentre en proceso de consolidación. Cada año, más mujeres se incorporan al sector fintech (tecnología financiera) e insurtech (son compañías que aplican la tecnología al sector asegurador) y también aumenta el número de emprendedoras que deciden crear su propia empresa en este ámbito.
En un sector tradicionalmente dominado por hombres, las mujeres representan hoy el 66,4% de los profesionales en fintech, con una edad media de 38 años. La mitad proviene del sector financiero y/o asegurador tradicional.
Pero aunque más del 60% ocupa cargos de responsabilidad, solo un 14% llega a desempeñar la posición de CEO, y un 24,1% ostenta cargos de alta dirección, según el informe FinTech Women Network de AEFI (Asociación española de FinTech e InsurTech). Esta brecha en los niveles más altos de liderazgo podría limitar la innovación en un sector que aspira precisamente a transformar el sistema financiero. Actualmente, el 59,1% de las mujeres ocupa un cargo directivo, mientras que solo un 2,8% trabaja en roles técnicos o de asistencia.
Romper barreras
Paula Céspedes, Silvia Escámez y Marta Zaragoza son ejemplos de mujeres que han logrado romper los techos de cristal en el sector, demostrando que es posible construir una carrera exitosa en este ámbito.
Escámez, vicepresidenta de AEFI (la patronal más representativa del ecosistema fintech en Europa e Iberoamérica) y CEO de Finteca —un marketplace hipotecario—, habla con claridad sobre los desafíos del sector. «El fintech es un sector innovador que está revolucionando un sistema financiero históricamente machista, en el que han existido barreras legales y culturales para las mujeres, tanto como profesionales como clientas. Hasta 1975, por ejemplo, una mujer necesitaba autorización de su padre o marido para abrir una cuenta bancaria», recuerda.
"Algunos inversores me decían que no encajaba en el perfil ideal para liderar una fintech de éxito, simplemente por no ser un hombre de unos 30 años"
Aunque cuando Silvia comenzó en el sector, en 2018, ya se habían producido avances importantes, sus inicios no fueron sencillos: «Algunos inversores me decían que no encajaba en el perfil ideal para liderar una fintech de éxito, simplemente por no ser un hombre de unos 30 años». Escámez asegura haber tenido que romper muchas barreras ante la falta de referentes femeninos en el mundo startup. «Solo un 4% de las fintech están lideradas por mujeres. En estos entornos mayoritariamente masculinos, nos vemos obligadas a demostrar más que los hombres para ser escuchadas», critica esta experta.
A pesar de que el 60% de las mujeres considera haber tenido las mismas oportunidades laborales que los hombres, más de la mitad opina que ha debido esforzarse más para lograr el mismo reconocimiento. Mientras que el 62 ,5 % de los hombres perciben que, efectivamente, las mujeres han tenido que esforzarse más que ellos para lograr sus objetivos.
«Esto revela que todavía hay margen para mejorar en materia de equidad, dedicación y meritocracia entre géneros», subraya Escámez. Un 52,5% de las mujeres considera que el sector fintech e insurtech ofrece más oportunidades laborales que los sectores financieros y aseguradores tradicionales. El 58,7% lo percibe como más justo, y un 65,2% lo ve como más conciliador en términos de vida personal y profesional.
Marta Zaragoza, vicepresidenta ejecutiva y directora para Europa del Sur y Latinoamérica en la consultora BTS, coincide en esta visión: «Estamos en un momento de gran transformación, con una innovación tecnológica sin precedentes donde el papel de las mujeres en este ecosistema es clave».
Zaragoza alienta a las jóvenes interesadas en el sector a confiar en su talento, construir redes de apoyo y adquirir habilidades analíticas y digitales. En cuanto a los obstáculos que pudo enfrentar en su camino hacia el liderazgo, se siente afortunada: «No he notado diferencias con respecto a mis colegas masculinos. Puede deberse a que BTS es una empresa con cultura sueca, que siempre ha promovido la innovación, la meritocracia y la equidad».
"El acceso a redes de influencia y oportunidades de liderazgo sigue siendo un desafío para muchas mujeres en el fintech"
Sin embargo, reconoce que el acceso a redes de influencia y oportunidades de liderazgo sigue siendo un desafío para muchas mujeres en el fintech. A esto se suman la falta de referentes, los sesgos en los procesos de selección y la creciente dificultad para atraer talento femenino digital, escaso y muy demandado. «Para que una organización sea realmente innovadora, necesita reflejar la diversidad del mundo al que sirve. En un sector como el fintech, con desafíos como la regulación, la escasez de talento y la presión por innovar, la diversidad no solo es justa, es una ventaja competitiva», concluye.
Antes de unirse a BTS, Marta comenzó su carrera como auditora en KPMG, y más tarde se convirtió en controladora financiera en G. E. Tiene una amplia experiencia en los sectores de servicios financieros, petróleo y gas, servicios profesionales y farmacéuticos. Como líder de equipos internacionales, asegura que las mujeres tienen un papel clave, aportando diversidad de pensamiento, sensibilidad hacia la experiencia del cliente y liderazgo colaborativo.
«Las empresas fintech pueden enfocarse en crear entornos más inclusivos y diversos entendiendo que la verdadera transformación no empieza con procesos, sino con cultura. En los próximos 5 a 10 años, me gustaría ver fintechs que no solo miden su éxito en términos financieros, sino también en impacto social. Organizaciones donde el talento femenino crezca sin barreras, la diversidad sea parte del ADN, y el liderazgo sea compartido y transformador», señala.
La dificultad de encontrar talento
Encontrar talento femenino en este sector, no es una tarea fácil. Sobre las causas, Paula Céspedes, directora de Recursos Humanos de la fintech Dojo en España, responde que «muchas mujeres no se visualizan trabajando en fintech porque no encuentran referentes con los que identificarse. Esto reduce desde el inicio el número de candidatas potenciales».
Además, añade, los mensajes para atraer talento, las descripciones de los puestos o la manera de comunicar las vacantes no siempre están diseñados desde una perspectiva inclusiva, lo que impacta directamente en la diversidad del proceso de selección. «Las áreas más comunes para las mujeres en las fintech son recursos humanos, comunicación y marketing. En cambio, los perfiles técnicos como desarrolladores, analistas de datos o expertos en ciberseguridad siguen siendo predominantemente masculinos. Para equilibrar esta desigualdad, es fundamental seguir impulsando la formación y la visibilización de referentes femeninos», sostiene Céspedes.
En opinión de Silvia Escámez, promover la participación de las mujeres en este sector sigue siendo importante porque las mujeres representan la mitad de la sociedad, toman decisiones financieras para su propia economía, la de sus familias y en las empresas, lo que hace necesario que participen activamente en la creación de servicios y productos que les afecten. «Las mujeres tenemos una mentalidad abierta al cambio, una gran capacidad de adaptabilidad y una sensibilidad especial para entender a los usuarios y así detectar necesidades reales de mercado, lo cual es clave para crear productos o servicios. Destacaría nuestra empatía a la hora de liderar equipos: sabemos escuchar, conectar y motivar, lo cual hace que nuestro liderazgo se base en la confianza».
Políticas de paridad
Ante la pregunta de si las políticas de paridad son beneficiosas para las mujeres, un 49,5 % de las encuestadas por AEFI responde que sí, aunque considera que los puestos deberían asignarse en función de la cualificación y las capacidades. «Es importante no fomentar ascensos únicamente por cuestión de género, sino basados en los méritos, tanto para hombres como para mujeres. Que las mujeres no pierdan oportunidades, pero que tampoco se trate de un favor; desde Recursos Humanos debemos impulsar esa cultura de meritocracia», explica Paula Céspedes.
Por su parte, Marta opina que en algunos sectores existen más sesgos que en otros, y que las cuotas pueden facilitar una estructura más organizada dentro de las organizaciones. Sin embargo, insiste en que la meritocracia debe prevalecer. Otro de los aspectos que hace atractivo a este sector es su mayor capacidad de conciliación en comparación con otros, según afirma el 64,8 % de las mujeres encuestadas. Un 28,2% ve al sector igual de conciliador que el tradicional.
Entre los aspectos que hacen el sector FinTech conciliador son su mayor flexibilidad laboral, en los horarios y la facilidad para el teletrabajo, una cultura empresarial innovadora ( las empresas FinTech son menos tradicionales), unas políticas de recursos humanos más modernas que se centran en el bienestar del empleado, un enfoque en resultados y no en presencialismo (existe una tendencia hacia la gestión por objetivos en lugar de un control estricto de horarios). Además el uso de la tecnología en el sector permite trabajar en remoto y gestionar tareas de manera más efectiva.
Para casi el 75% de las mujeres, el teletrabajo permite mayores oportunidades de conciliación y tener mayor flexibilidad. «No hay un único modelo de familia ni un solo estilo de vida. En este contexto la flexibilidad se consolida como un factor clave para atraer y retener al talento femenino como al masculino. Contar con un plan de wellbeing sólido, que contemple permisos igualitarios y jornadas adaptadas, son cruciales para facilitar que las mujeres accedan a estos roles sin tener que renunciar a su crecimiento profesional o a su vida personal», apunta en este sentido Céspedes.
El papel de las empresas
Sobre los pasos que deberían darse para lograr una verdadera igualdad de género en este sector, Silvia Escámez, apunta a un mayor compromiso de las empresas, aunque «la igualdad real será posible cuando el talento femenino se valore de forma natural», matiza.
Apunta también a la educación. «Es necesario que se trabaje desde los colegios para que desde muy pequeñas haya más vocaciones tecnológicas en niñas y jóvenes». Sobre qué consejos les daría a las jóvenes que están considerando emprender en el ámbito de la tecnología financiera o insurtech, Escámez, responde que «confíen en si mismas. Que no esperen a tener todo perfecto para dar el primer paso». Ella misma es un claro ejemplo. «Cuando empecé el proyecto de Finteca, no tenía ni idea de tecnología. Sabía mucho de hipotecas, pero no hace falta saber de todo para poder arrancar, lo que hay que tener es visión para poder escoger a unos buenos compañeros de viaje, que te complementen y te impulsen», relata.
La evolución del ecosistema fintech está marcada por la IA, el blockchain, las finanzas descentralizadas y la evolución de los modelos de pagos digitales, áreas donde el papel de la mujer es relevante.
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