
Economía
El talento sénior frente al déficit tecnológico
El 50% de los puestos más demandados están relacionados con la tecnología, mientras que España se enfrenta a un déficit de 1,4 millones de profesionales

El ritmo acelerado de la revolución que vivimos pone de manifiesto una carencia dramática de profesionales tecnológicos. DigitalES –asociación de empresas tecnológicas– calcula que en 2024 el número de profesionales necesarios en España en esta década asciende a 1,4 millones.
No es extraño que, según la clasificación de Linkedln «Empleos en auge» de 2024, el 50% de los puestos más demandados estén relacionados con la tecnología. Como explican Ana Matarranz y Enrique Arce en su último libro «El poder de la diversidad generacional», los gestores de la empresa se enfrentan también a la necesidad de admitir que se ha producido un cambio de paradigma: los profesionales jóvenes y, en especial, los dedicados al campo de la tecnología, no buscan ya un empleo remunerado, sino un marco de crecimiento personal y profesional, en el cual ser tratados como personas en lugar de como meros trabajadores, además, incluso cuando tienen muy buena formación son cortoplacistas y pecan a veces de mercenarios.
Es por tanto sensato, dicen los autores, recurrir al talento sénior, silver en alusión al color de su pelo, como parte de la solución a este déficit. Quienes ahora tienen 60 años y más maduraron mientras manejaban, desde sus inicios, los fundamentos básicos de codificación en los que se basan los modernos lenguajes de programación, han asistido a la evolución de las metodologías ágiles que se originaron en las metodologías iterativas de finales de siglo pasado.
«Podemos afirmar que un correcto proceso de recapacitación puede habilitar a los profesionales mayores para obtener un buen desempeño en colaboración con los jóvenes. Además, muchos mayores ofrecen perfiles útiles y muy confiables: no ambicionan, no compiten, quieren formar y entrenar y no rotan. Incluso reciben de buena gana la oferta de carreras de desvinculación o de transición al retiro que permite dejar en la empresa el conocimiento que poseen», apuntan los autores.
El auténtico reto no es solo seguir descubriendo y aplicando nuevas tecnologías, sino conseguir que estas sean un medio, nunca un fin en sí mismo. Esto conlleva no dejar a nadie atrás en la carrera, eliminando la brecha digital mediante la implementación de distintas iniciativas. El panorama laboral ha experimentado cambios significativos en las últimas décadas, impulsado principalmente por los avances tecnológicos, la globalización, y las expectativas diferentes de nuevas generaciones.
Eva Ivars, consejera delegada de Alain Afflefou España y Portugal señala que en este mundo donde las carreras profesionales ya no son predecibles ni lineales, la estabilidad laboral parece una reliquia del pasado y la sensación de seguridad en el trabajo, unida a la progresión vertical en la jerarquía establecida se ha acabado. A esto hay que añadir factores como el envejecimiento de la población y la necesidad de actualización constante, por el avance imparable de la tecnología que están redibujando la forma en que trabajamos y emprendemos.
Un estudio del Foro Económico Mundial estima que para el año 2030, el 54% de todos los empleados necesitarán un entrenamiento constante para adaptarse a las nuevas tecnologías. «La representación de los trabajadores sénior (mayores de 55 años) en el mercado laboral español ha crecido del 13,6% de hace una década al 21% actual. Este fenómeno nos lleva a que muchas personas con una cierta edad reconsideren su papel en el mercado laboral o su forma de trabajo, y busquen oportunidades que les permita mantenerse activos, productivos y realizados. En mi opinión, el talento sénior no se limita a adaptarse al cambio tecnológico: lo lidera, lo comprende y lo convierte en oportunidad».
El talento sénior no solo aporta conocimiento y estabilidad, sino también una capacidad única para liderar el cambio desde la experiencia. Además, tiene la visión de toda la transformación digital desde el inicio y el backup le puede aportar una mayor adaptabilidad a todos los cambios que están por venir. Frente a este contexto el modelo de franquicia se presenta como una alternativa prometedora para quienes desean emprender y tomar control de su propio destino, señala Eva Ivars.
«Algunas dificultades intergeneracionales que encontramos en Alain Afflelou, como la brecha digital, las conseguimos solventar con acompañamiento minucioso para que todos nuestros empleados y colaboradores adquieran las habilidades necesarias. Tenemos un gran reto y es hacer convivir el canal digital con el canal tradicional, más aún, tratándose de un negocio franquiciador donde el franquiciado puede llegar a percibir este canal como una apropiación de la venta. No es tanto una cuestión generacional, sino de la esencia propia de nuestro negocio», explica Eva.
Veinteañeros con sudaderas
Hay quien piensa que lo «tech» es territorio exclusivo de los veinteañeros en sudaderas. Pero la realidad es que muchas scaleups fracasan por falta de experiencia en momentos clave. «La energía joven es vital, pero sin dirección estratégica puede acabar en burnout o en decisiones erráticas. Un liderazgo sénior bien integrado no frena: enfoca, estabiliza y hace escalar», dice en este caso Sarah Harmon, directora general de ODILO, una empresa de tecnología educativa, o edtech, española con más de 300 empleados.
Sarah es una líder con más de 25 años de experiencia en el sector tecnológico, con cargos de primer nivel en empresas como Sngular donde ha sido CEO, Linkedln (directora para España y Portugal) y Microsoft, donde lideró el lanzamiento global de Office 365. La experiencia en el sector «tech» es un grado. «Hemos visto suficiente como para saber cuándo acelerar, cuándo parar y cuándo escuchar. En un entorno como el edtech, donde lo nuevo deslumbra cada día, alguien tiene que asegurarse de que la innovación tenga propósito y de que lo que construimos hoy también tenga sentido mañana. Además, los líderes sénior solemos tener visión transversal: entendemos producto, negocio, personas. Sabemos unir los puntos», apunta Sarah.
Opina que la experiencia no es una reliquia, es una ventaja estratégica. «En tecnología –donde todo cambia constantemente– contar con líderes que ya han vivido ciclos, errores y reinvenciones es un lujo. A esta edad, no tienes que demostrar nada. Puedes dedicarte a lo que realmente importa: tomar decisiones con criterio, apoyar al equipo y marcar dirección sin ruido. Lo veo como ser un guía en mitad de una tormenta: no corres más, pero sí sabes por dónde ir».
Cada vez son más quienes quieren permanecer activos. La esperanza de vida, la buena salud más allá de los 60 años, el incentivo a la demora de la jubilación y razones personales hacen que muchos retrasen su retiro. Según el Global CEO Survey publicado por PwC en 2024, entre las principales preocupaciones de los líderes empresariales se encuentra el impacto de la disrupción tecnológica y su papel destacado en la reinvención de los modelos de negocio. En el mismo estudio, los CEO de las principales empresas del mundo manifiestan que la adopción de la IA generativa en sus compañías será uno de los grandes retos a afrontar en los próximos tres años.
Hay un único motor capaz de impulsar esta transformación: el talento venga de donde venga, donde el talento combinado de jóvenes y mayores es más un producto de multiplicar que el resultado de la suma.
Juancho Cebral sabe bien lo que es utilizar la IA. Su experiencia profesional en el ámbito de los seguros le empujó a dar el salto y crear su propio proyecto. Junto con Sergio Balsa, fundó Insurama, una empresa insurtech que utiliza las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, o el análisis de datos para mejorar y automatizar la industria del seguro.
Lo hacen desde un nicho muy específico que las grandes compañías desatienden como son los bienes físicos, aquellos a los que sus clientes les conceden un gran valor. Desde un móvil, una televisión o un sofá hasta unas zapatillas deportivas. Actualmente, más de 310.000 clientes a nivel internacional están protegidos por Insurama. Además, tiene una red de más de 1.700 puntos comerciales en Iberia y Latinoamérica, y opera en cinco países: España, Portugal, México, Chile y Perú.
Cebral asegura que a diferencia de sectores más volátiles, el asegurador valora la solidez, la continuidad operativa y la gestión del riesgo: áreas donde la experiencia sénior marca una gran diferencia. «Tener perfiles sénior que ya conocen ese ecosistema permite acelerar la integración de tecnología, sin dejar de lado factores clave como compliance, escalabilidad y eficiencia operativa».
"Muchas organizaciones presuponen que lo nuevo siempre es mejor y desprecian aprendizajes previos"
A la pregunta de qué errores comunes ve en las organizaciones que no lograr integrar bien talento tech sénior, Cebral responde que uno de ellos es no escuchar. «Muchas organizaciones presuponen que lo nuevo siempre es mejor y desprecian aprendizajes previos. También se tiende a segmentar por edad en lugar de por competencias o potencial, lo que limita la integración real. El talento sénior no necesita privilegios, sino un entorno donde pueda seguir aportando, aprendiendo y creciendo».
Otro de los errores más frecuentes, prosigue este experto, es tratar el talento sénior como si estuviera en una fase de «mantenimiento». También es un error, sostiene, no incluirles en las decisiones clave de producto o tecnología. «El resultado suele ser frustración y pérdida de talento valioso que, bien integrado, podría acelerar la transformación de cualquier organización», apunta.
Un sector en expansión
El ecosistema tecnológico español muestra signos de robustez. En 2025 consolida su expansión y relevancia con un total de 8.580 empresas tecnológicas activas, lo que representa un aumento del 22% respecto al año anterior, según recoge el Informe Nacional de Empresas Tech 2025, elaborado por la plataforma de datos Ecosistema Startup.
«El nivel de aceleración tecnológica requiere de un mindset de aprendizaje continuo tengas 25 o 55 años», apunta Isaac Cantalejo, Vicepresidente y Managing Director de Netmind, compañía especializada en servicios de consultoría y formación para IT, adopción y escalado Agile y nuevas formas de trabajo y cultura de AI.
A Isaac Cantalejo, la tendencia a asociar innovación con juventud, como si fueran sinónimos, le parece una narrativa limitada, empobrecedora y equivocada. «Estamos en un momento en el que la constante actualización de las skills es una asignatura obligatoria para todos, para los jóvenes y para los séniors», apostilla. Porque hoy más que nunca, en un mundo dominado por la tecnología, se necesita tener a los mejores tecnólogos en casa. «Hay compañías, como por ejemplo IBM, que destacan por mantener modelos flexibles de carrera donde el expertise, la experiencia y el conocimiento son igual de valorados que recompensados que los roles de gestión tradicionales», sostiene este experto.
Manuel Álvarez, managing director de UnaBiz España cree, por su parte, que el sector tecnológico no está sabiendo aprovechar lo suficiente el conocimiento y la experiencia de profesionales senior. «El edadismo sigue presente en el sector. Hay empresas que descartan talento senior por asumir que su coste es elevado. El valor que aporta un perfil sénior no debería medirse por su edad, sino por el retorno real que genera su trabajo».
✕
Accede a tu cuenta para comentar