Transporte ferroviario

Transportes ultima los trámites para lanzar la construcción del tramo castellano-manchego de la línea de alta velocidad Madrid-Extremadura

El ministerio está muy cerca de cerrar los estudios de impacto ambiental y definiendo los trazados

Obras del AVE en Extremadura
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El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible está ultimando los trámites que le quedan pendientes para lanzar la construcción de los tramos de la línea de alta velocidad entre Madrid y Extremadura a su paso por Castilla-La Mancha.

Según ha detallado esta semana el ministro de Transportes, Óscar Puente, en un par de ocasiones, se están terminando de tramitar las dos declaraciones de impacto ambiental necesarias y de definir los trazados, asuntos que se han ido demorando por circunstancias diferentes.

En el caso de los informes ambientales, Puente recordó ayer en una rueda de prensa como también hizo el lunes que si se han retrasado es "porque el PP dejó caducar las dos declaraciones de impacto ambiental de los trazados que discurrían por aquí [Castilla-La Mancha]".

Respecto a los trazados, el principal punto de bloqueo se encuentra ahora en definirlos a su paso por Toledo y Talavera de la Reina, lo que ha generado en las últimas semanas una agria polémica entre los gobiernos castellano-manchego y extremeño. Puente ha dejado claro que Transportes no está dispuesto a esperar más y que la definición de los trazados se hará "de inmediato", bien por la vía del consenso o por imposición del Ejecutivo para, con posterioridad, acelerar todo lo posible las licitaciones del proyecto. El ministro ha advertido de que "los extremeños no van a seguir esperando a que se defina el trazado por Castilla-La Mancha para que el tren de alta velocidad llegue a Extremadura en toda su dimensión".

Por tramos

Una vez que se lancen las obras, Transportes tiene intención de ir construyendo la línea por tramos, de tal manera que los trenes puedan empezar a circular en cuanto estén disponibles alternando las vías convencionales con las de alta velocidad. Para ello, Renfe cuenta con el Talgo S-730, al que Puente calificó como "el tren más versátil del mundo" dada su capacidad para circular por ambos anchos de vía por su rodadura desplazable; y por vías electrificadas o que todavía no cuenten con catenaria dada su condición híbrida de tren eléctrico y diésel. Ambos requisitos son ahora mismo necesarias dado el estado en que se encuentran las infraestructuras ferroviarias en Extremadura y Castilla-La Mancha.

La línea de alta velocidad entre Madrid y Extremadura, de 437 kilómetros, cuenta con un presupuestos de 3.800 millones de euros. El tramo extremeño está previsto que se complete en el año 2025. El que conecta Plasencia con Badajoz, de 195 kilómetros, fue inaugurado en julio de 2022 y opera como línea electrificada desde diciembre de 2023. El gestor de la infraestructura, Adif, está ahora mismo realizando pruebas del sistema de seguridad ERTMS que, una vez estén concluidas, permitirán a los trenes circular a mayor velocidad, acortando los tiempos de viaje.

Mientras la alta velocidad sigue avanzando hacia Extremadura a trompicones, Renfe ha anunciado la incorporación de nuevo material rodante para los servicios de esta comunidad que, según la compañía, reducirá los tiempos de viaje y mejorará la fiabilidad de la línea y el confort de los pasajeros. El servicio ferroviario entre Madrid y Badajoz se prestará a partir de junio por una rama de la serie 730, lo que va a suponer 600 plazas más a la semana. La operadora también prevé la implantación de una tercera frecuencia más adelante que añadirá 3.600 plazas adicionales a la oferta.