Mercado laboral

Tres años con el empleo "dopado" por los fijos discontinuos

De los 285.000 parados menos en dos años, 161.618 personas están sin trabajo aunque ya no cuentan como desempleados, sino como «demandantes no parados con vinculación laboral»

Yolanda Díaz
Yolanda DíazEUROPAPRESSEuropa Press

En mayo de 2023, eliminados ya los efectos distorsionadores de la pandemia y con la reforma laboral en pleno funcionamiento, había en España 2.739.110 desempleados. El pasado mes de mayo se cerró con 2.454.883 de parados registrados en las oficinas públicas de empleo estatal. Las cifras oficiales muestran 284.227 parados menos en esos dos años.

Sin embargo, los mismos datos oficiales reflejan que la cifra de personas que se encuentran a la búsqueda de un empleo en España se mantiene casi estática, por encima de los cuatro millones.

En concreto, en mayo pasado había 4.168.958 de demandantes de empleo, desempleados oficiales o no, entre estos los fijos discontinuos en situación de inactividad, «trabajadores» que al fin y al cabo no trabajan.

La diferencia de esta bolsa de demandantes de empleo respecto a los registros de mayo de 2023 es apenas de 76.000 personas, puesto que en mayo de hace dos años había 4.244.968 personas que buscaban un trabajo en las oficinas de empleo público a pesar de que estas no son ni de lejos la mejor vía que existe en España para hacerse con un contrato.

¿Cómo es posible que el paro se haya reducido en casi 285.000 personas en dos años y la cifra de quienes buscan trabajo solo en 76.000?

El misterio se oculta tras los juegos malabares para maquillar las estadísticas de desempleados.

Demandas de empleo pendientes, mayo 2025
Demandas de empleo pendientes, mayo 2025T. GallardoLa Razón

De esos 4.168.958 de demandantes de mayo pasado, 1.137.213 estaban oficialmente «ocupados». Hace dos años, quienes buscaban empleo estando «ocupados» eran 983.153. Una diferencia de 154.060 demandantes de empleo más que significativa.

Si seguimos con puliendo los datos, según los datos oficiales del SEPE, había 1.505.858 demandantes de empleo «no parados» en mayo de 2023.

Dos años después, hay 1.714.075 personas en la misma categoría, que no figuran como paradas pero buscan trabajo.

Se trata de 208.217 «no parados» más que hoy están buscando empleo y que han salido de las estadísticas oficiales del paro.

Si se siguen desglosando los datos, de las 1.714.075 personas que buscaban empleo en las oficinas públicas en mayo pasado y no estaban «oficialmente» paradas, 668.309 tenían «relación laboral», siendo este apartado en el que se inscribe a los fijos discontinuos que pasan a estar inactivos.

Hace dos años, la cifra de «no parados con relación laboral» era de 506.691 personas. La diferencia se ajusta a 161.618 personas que salieron de las estadísticas del paro aunque no se encontraban trabajando en ese momento.

Es decir, de las casi 285.000 personas que han salido de las listas oficiales del paro en dos años, al menos 161.618 personas seguían buscando un empleo y probablemente estaban inactivos, aunque ya no contaran como desempleados, sino como «demandantes de empleo no parados con vinculación laboral».

Además, había en mayo pasado 468.904 no parados que sí estaban ocupados, pero buscaban empleo y figuraban por tanto como demandantes, una cifra inferior en 7.560 personas a los 476.462 trabajadores –en este caso sí estaban ocupados– que se encontraban en esta situación de hace dos años.

Alza del 200% de los fijos discontinuos

Este hueco coincide con el meteórico crecimiento de la contratación de fijos discontinuos, que en realidad son temporales, pero que cuando dejan de trabajar en vez de ver escindido su contrato y pasar al paro mantienen en vigor un contrato laboral y pueden inscribirse en los servicios de empleo para percibir (o no) una prestación o subsidio, y cuentan como «demandantes ocupados con relación laboral».

Aunque en términos de ocupación, los fijos discontinuos apenas representan con los datos oficiales de mayo un 6,3% de los casi 15,2 millones de ocupados con contrato «indefinido», lo cierto es que su cifra se ha incrementado un 200% desde la reforma laboral. Un hecho que impacta en las estadísticas de paro hasta distorsionarlas.

Pero aunque el trasvase de miles de parados hacia el apartado «demandantes de empleo ocupados» es más que evidente, resulta complejo dar las cifras exactas por la opacidad del Gobierno, que aún hoy no facilita los datos de fijos discontinuos en situación de inactividad.

Y eso pese a que la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se comprometió a hacerlos hace ya tres años.

En enero de 2023, el departamento de Díaz anunció que había pedido a los equipos técnicos que se pusieran manos a la obra para desagregar toda la información sobre los trabajadores con contrato fijo discontinuo, con el fin de que se pueda desglosar cuáles estaban activos y cuáles no. Sin embargo, a día de hoy aún es un misterio conocer la evolución mes a mes de los trabajadores que tienen contrato pero no trabajan.

La única información oficial sobre el número de fijos discontinuos que no trabajan se remonta al cierre de 2022, el primer año de andadura de la reforma laboral. Entonces, en respuesta a una pregunta parlamentaria del Partido Popular, Díaz respondía que había 443.000 inactivos con ese tipo de contrato en vigor.

Desde que la reforma laboral de 2021, en vigor desde 2022, amplió los supuestos en los que se puede celebrar un contrato fijo discontinuo como alternativa a la contratación temporal estos pasaron de moverse entre los 300.000 y 450.000 a una franja de entre 900.000 y el millón largo.

En mayo pasado, la cifra de fijos discontinuos estaba rozando los 1.080.000 trabajadores, muy cerca del máximo histórico.

El cambio que potencia al fijo discontinuo frente al temporal como un trabajador que se mueve entre la estabilidad del contrato indefinido y la intermitencia propia de la contratación temporal, para cubrir las necesidades de mano de obra fluctuante del turismo, la agricultura, la enseñanza o la industria azucarera, entre otros sectores.

Su blindaje como consecuencia del cambio de modelo tiene una incidencia directa en las estadísticas del paro registrado, como reflejan mes a mes los institutos de análisis de las empresas de consultoría laboral.

672.000 parados reales más

En este sentido, el último análisis de Randstad sobre los datos de paro del pasado mayo reflejaba que el paro efectivo –el que se obtiene sumando al paro registrado aquellos demandantes de empleo con relación laboral, esencialmente los fijos discontinuos en inactividad mencionados anteriormente y descontando los trabajadores en Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE)– se situó en el último mes en 3,19 millones, con una brecha respecto al paro registrado de 672.519 personas.

La confusión ha llevado en numerosas ocasiones a los sindicatos, incluso a los afines, a pedir que el Ministerio de Trabajo desglose los datos, con la callada por respuesta.

Recientemente, el sindicato USO volvía a reclamar transparencia al Gobierno. «En su período de inactividad se encuentran en el grupo de “Demandantes de empleo con relación laboral”, pero no se indica exactamente cuántos son», recordaba en un comunicado sobre a los fijos discontinuos inactivos. «Pero si conocemos el número de los que están en un ERTE (Seguridad Social) y que se agrupan baja ese epígrafe, ¿por qué no es posible dar de manera explícita este dato correspondiente a los fijos discontinuos registrados en cese de actividad y sí el de afectados por un ERTE?», añadía.