Turquía, un país de referencia para la alta velocidad española

Turquía es un país en clara expansión en lo que a infraestructuras se refiere. Las empresas de movilidad lo saben y llevan tiempo apostando por trabajar allí. Muestras claras de ello son la inclusión del país en la lista de Países objetivo de Actuación Sectorial Estratégica, dentro del Plan de Acción de Internacionalización de la economía española 2021-2022; y la celebración el pasado año del Encuentro Empresarial España-Turquía, propiciado por el ICEX. Fue entonces, en junio de 2022, cuando María Peña, consejera delegada de ICEX, señaló que «Turquía es un mercado prioritario para España, en el que pensamos que existe un amplio margen para que nuestros operadores estrechen su colaboración».

Para entender la razón del enorme interés generado por el país hay que ser conscientes de dos claves fundamentales. La primera, evidentemente, su ubicación geográfica estratégica. Turquía es, en efecto, punto de unión entre Oriente y Occidente; entre Europa y Asia; linda al norte con las antiguas repúblicas soviéticas y al sur marca la entrada a los países de Oriente próximo. Por otro, su gran interés en transformarse, en pasar de ser un país en vías de desarrollo a un país moderno. Para ello, sin duda, una de sus apuestas está directamente vinculada a la modernización de las infraestructuras. En concreto, lleva 20 años con una fuerte apuesta por el ferrocarril, en marcha gracias al Ministerio de Transporte e Infraestructuras junto con la empresa estatal de ferrocarriles de la República de Turquía (TCDD). De hecho, entre 2003 y 2023 la red ferroviaria turca se incrementó hasta llegar a los más de 13.000 kilómetros con que cuenta en la actualidad. El hito más importante de estas dos décadas pasa por la aparición de la red de alta velocidad, cuya primera línea (Ankara- Eskishehir) se inauguró en 2009.

Oportunidad

Las posibilidades que el transporte ferroviario ofrece al país en cuanto a movilidad ágil, fiable, rápida, eficiente y sostenible, ha supuesto que esa apuesta continúe en la actualidad, con más ímpetu aún si cabe que en el pasado. Prueba de ello es el plan maestro de transporte y logística hecho público por el Ministerio de Transporte e Infraestructura turco, en diciembre de 2022. Fue entonces cuando se anunció una inversión de casi 200.000 millones de dólares (183.700 millones de euros) durante las próximas dos décadas.

Este plan tiene su destino en 2053, con un objetivo de duplicar la red ferroviaria hasta alcanzar los 28.590 kilómetros. En cuanto a la alta velocidad, la intención es elevar el número de provincias conectadas entre sí con este sistema pasando de 8 a 52. Esto supondrá elevar el uso del ferrocarril en transporte de pasajeros hasta un 6,2%, cuando en la actualidad apenas llega al 1%. Cierto es que para ello cuentan con el beneplácito del Banco Mundial y de la Unión Europea. Beneplácito que se traduce en importantes ayudas económicas.

Con todos estos datos sobre el papel no es difícil entender la importancia creciente que Turquía ha ido adquiriendo en los últimos 20 años para las empresas de infraestructuras y tecnológicas del transporte. Turquía se ha convertido de este modo en un país clave para Thales. Tanto es así que en 2009 se creó Thales Transportation Systems, una empresa local cuyo objetivo es ofrecer instalación, pruebas de software, mantenimiento, gestión de proyectos y formación sobre el terreno. Que todo este esfuerzo y esta apuesta han dado sus frutos lo demuestra su participación, entre otros, en el tramo Eskisehir-Sincan de la línea de alta velocidad que une Ankara y Estambul; o el contrato firmado para la línea férrea que une Isparta con Burdur y Denizli.

Fernando Ortega es director general de Transporte de Thales España, Turquía y Grecia