Banca

UBS, un gigante de 1,56 billones de euros sin competencia en Suiza tras la compra de Credit Suisse

UBS cuenta ahora con más de 120.000 empleados, aunque los responsables de llevar adelante la operación ya han adelantado que habrá importantes recortes de personal. El nuevo grupo bancario concentrará sus fuerzas en la gestión de fortunas y activos, y en la clientela privada, empresas y sociedades

El Banco UBS pierde 1.300 millones y anuncia el recorte de miles de empleos
El Banco UBS pierde 1.300 millones y anuncia el recorte de miles de empleoslarazon

UBS se ha convertido formalmente en un banco sin rival en Suiza, donde una diversidad de bancos locales y regionales operan al lado de numerosos bancos privados y establecimientos extranjeros, pero todos de talla modesta si se les compara con el nuevo mastodonte que ha nacido tras completar la adquisición de Credit Suisse. El nuevo grupo bancario concentrará sus fuerzas en la gestión de fortunas y activos, y en la clientela privada, empresas y sociedades, han señalado el consejero delegado, Sergio Ermotti, y el presidente de la entidad, Colm Kellenher, en una tribuna abierta. En la misma han destacado como un objetivo mayor el de "garantizar la estabilidad" y han asegurado que los servicios bancarios de Credit Suisse continuarán funcionando como de costumbre y sin interrupción. "Tenemos una oportunidad increíble. No se trata solo de la fusión de dos bancos, (sino) de combinar nuestras fuerzas y habilidades", han señalado en una nota interna.

En esa línea, otro de los objetivos que se ha trazado es contar con un banca de negocios dinámica, pero que no esté sobredimensionada, lo que en el caso de Credit Suisse terminó generando problemas más que oportunidades. Se estima que de esta operación surge un banco valorado en aproximadamente 1,56 billones de euros, una capitalización que lo ubica entre los bancos más importantes de Europa y el mundo, y que lo refuerza como entidad de "riesgo sistémico" a nivel internacional. Como comparación, el peso de UBS ahora duplica el PIB de la propia Suiza y es similar al de España. Las acciones de Credit Suisse han cotizado hasta hoy en las bolsas de Zúrich y Nueva York, y mañana se procederá a una sesión únicamente de carácter "técnico" para proceder al fin efectivo de su cotización este miércoles.

De acuerdo con los términos del acuerdo entre los dos bancos, los accionistas de Credit Suisse recibirán una acción de UBS por cada 22,48 de la primera. En términos de empleados, UBS cuenta ahora con más de 120.000, aunque los responsables de llevar adelante la operación ya han adelantado que habrá importantes recortes de personal.

Debilitado por una sucesión de escándalos de corrupción y hasta espionaje, por importantes pérdidas en los últimos años y por una gestión ineficaz, Credit Suisse fue arrastrada fácilmente por la crisis bancaria que se declaró en Estados Unidos en marzo y que en primera instancia provocó la quiebra del Silicon Valley Bank. En ese periodo, la huida de capitales de Credit Suisse se aceleró y la confianza se hundió, lo que llevó al Gobierno suizo a elaborar un plan de salvamento, del que descartó la posibilidad de una nacionalización, lo que dejaba como única alternativa una adquisición por parte de UBS, que inicialmente no mostró ningún interés en la operación.

En negociaciones febriles, el banco reconoció que la quiebra de Credit Suisse le perjudicaría indirectamente, así como a la plaza financiera helvética, pero las garantías y préstamos que le ofrecieron el Gobierno y el Banco Nacional de Suiza, terminaron convenciendo a la cúpula de UBS de hacer una oferta. Las primeras cifras que pusieron sobre la mesa oscilaban entre los 1.000 y 2.000 millones de euros, que fueron rechazadas por los responsables de Credit Suisse, pero no tuvieron más opción que aceptar la oferta final de 3.000 millones de euros.

En lo inmediato, el grupo UBS operará las dos sociedades de forma independiente, con lo que cada una seguirá con sus filiales, empleados y clientes. Un total de 160 ejecutivos y personal con responsabilidad han sido nominados, o confirmados, de los cuales una quinta parte proviene de Credit Suisse. El organismo regulador de mercados financieros de Suiza, FINMA, ha señalado que seguirá supervisando muy de cerca las actividades del banco fusionado durante el proceso de integración, en particular las medidas que tomará para reducir lo más rápido posible los riesgos asociados a la banca de inversión de Credit Suisse.