Las ventas de portátiles se hunden un 50% en el último año

La desfavorable situación económica actual ha impactado en los hábitos de consumo de los españoles, lo cual afecta en el número de ventas de las empresas, también en el sector tecnológico. Según un análisis realizado por el comparador de precios Idealo, la demanda de portátiles en España ha disminuido un 50% en el último año. El estudio revela que el precio de estos dispositivos en nuestro país ha experimentado un aumento del 12% durante estos meses. Sin embargo, sitúa a España como el tercer país donde el precio medio para portátiles es más asequible, con un valor de 1.488,04 euros.

La lista la lideran Reino Unido (con un coste de 1.335,71 euros de media) e Italia (1.357,84 euros).En el lado opuesto se encuentran Alemania (1.491,54 euros), Francia (1.560,73 euros) y Austria (1.568,49 euros), que registran los precios medios más elevados en el ranking.

Kike Aganzo, responsable de Comunicación de Idealo, expresó que: “Si bien la pandemia forzó a que muchas personas tuvieran que adquirir un portátil, ya sea para la educación de sus hijos o para trabajar desde casa, la realidad es que la demanda de portátiles ha ido en picado, y cada vez menos usuarios se deciden a cambiar unos dispositivos que, por otro lado, no presentan grandes innovaciones y cambios en los últimos años”.

Si comparamos la situación actual con la de 2022, vemos que ya se produjo un descenso del 2,9% en productos electrónicos en España, en la que fue la primera caída que sufrió el sector en 9 años. También se produjo una disminución en las ventas de cadenas especializadas, que se hundieron un 11%, y en el comercio online, con una bajada del 2%. A pesar de ello, en aquel momento las ventas de productos tecnológicos a pequeñas y medianas empresas y a las administraciones crecieron hasta abril, superando el 10%.

Eso sí, la OCU ya destacó en su análisis del comportamiento del consumidor que la inflación ha provocado que el 90% de los consumidores hayan modificado sus hábitos de compra. La eficiencia energética, tras el precio y las prestaciones, es el tercer motivo de compra de productos tecnológicos, lo que prueba además que la sostenibilidad cobra cada vez más relevancia en la vida de la gente y a la hora de adquirir este tipo de productos.