
Vivienda
La vivienda, un lujo inalcanzable: un trabajador en España tarda más de 52 años en comprar una casa
UGT quiere incluir el precio de la vivienda como indicador para negociar la subida de salarios

Un lujo inalcanzable. La vivienda, tanto de compra como de alquiler, se ha convertido en un bien inaccesible para la mayoría de la población trabajadora en nuestro país, ya que esta debe destinar un porcentaje desproporcionado de su salario al pago de este derecho fundamental. El acceso a un hogar digno, por tanto, es un privilegio cada vez más restringido, sobre todo para quienes dependen exclusivamente de su salario.
El precio de compraventa de viviendas ha aumentado un 77,2% de media para el conjunto nacional desde 2015 hasta 2024, mientras que los salarios tan solo se han incrementado un 22% en la última década. De esta forma, una persona trabajadora en España necesita más de 52 años de salario neto -dedicando el 40% del mismo- para convertirse en propietaria de una vivienda media. Así lo muestra el informe 'El elevado precio de la vivienda se come los salarios' de la Unión General de Trabajadores (UGT) publicado este lunes.
En algunos territorios como Madrid, Cataluña o Baleares, la situación roza lo distópico. Un piso de unos 60 metros cuadrados puede llegar a superar los 300.000 euros, lo que equivale a entre 20 y 25 sueldos anuales íntegros, algo que en la práctica es imposible.
En el informe elaborado por UGT se avisa de que los salarios deberían duplicarse en algunos sectores y territorios para que las cuotas hipotecarias se sitúen por debajo del 40% -10 puntos por encima de lo recomendado por la Ley de Vivienda- del salario neto de muchas personas trabajadoras. Esta circunstancia evidencia la desconexión entre los precios de mercado y los salarios, ya que la vivienda en propiedad ha descendido hasta el 73,4%, el valor más bajo de toda la serie histórica.
Desde el sindicato lo tienen claro: "es necesario frenar la especulación con la vivienda, ampliar el parque público de vivienda social, regular los precios del alquiler allí donde el mercado está tensionado y garantizar de forma efectiva el derecho a la vivienda para todas las personas, especialmente para quienes menos tienen".
Las dificultades para comprar una vivienda se agravan, sobre todo, entre las personas jóvenes, que no solo reciben salarios más bajos, sino que sufren mayores niveles de parcialidad y temporalidad. El precio de la vivienda está aumentando la edad media de emancipación, que se sitúa ya en los 30 años, casi cuatro años por encima de la media europea, y solo un 14,8% de la juventud vive fuera del hogar familiar, la peor cifra desde 2006. "Sólo el 25% de los jóvenes de 30 años pueden acceder a una vivienda", ha advertido el vicesecretario general de Política Sindical de la UGT, Fernando Luján.
El alquiler: una situación "dramática"
No obstante, en el caso del alquiler, la situación es "aún más dramática", apuntan. En ciudades como Madrid o Barcelona, destinar el 100% del salario neto al pago del alquiler no es una exageración, sino una realidad para miles de personas que trabajan en sectores como la hostelería, el comercio o la limpieza.
En la Ciudad Condal el alquiler se sitúa en los 1.380 euros de media, por lo que para la categoría retributiva más baja el peso del alquiler sobre el salario neto se sitúa en el 126,5%, mientras que para los que tienen un sueldo medio, el porcentaje se sitúa en el 99,1%.
A Barcelona le sigue Madrid, donde el peso del alquiler supone un 94,8% del salario neto de los trabajadores de una categoría retributiva media, ya que la cuota del alquiler es de 1.320 euros de media frente a un salario de 1.392,9 euros. Para niveles retributivos medios, el peso del alquiler supone más de un 40% del salario neto en todos los territorios, a excepción de Cáceres (34,5%).
No obstante, para aquellos con una categoría retributiva más baja, el peso del alquiler en la capital asciende al 121%. Tras esta se sitúan Gipuzkoa (110%) e Islas Baleares (104,5%).
En los 195 supuestos analizados en el estudio, solo en el 15% de los casos el alquiler supone menos del 40% del salario neto. En el resto, el sobrecoste es tan desproporcionado que convierte el acceso a la vivienda en una quimera.
"Para que las personas trabajadoras dejen de destinar un porcentaje desproporcionado de sus ingresos al pago del alquiler, en algunos territorios el salario neto debería, como mínimo, duplicarse", explica el sindicato. En algunos casos, incluso, debería crecer más del 200%.
UGT quiere incluir el precio de la vivienda como indicador para negociar la subida de salarios
Ante este escenario, la UGT impulsará en el próximo acuerdo por el empleo y la negociación colectiva (el actual finaliza en 2025) que el precio de la vivienda sea un indicador estructural a la hora de negociar la subida de salarios en el marco de la negociación colectiva. Porque sin "vivienda digna no hay vida digna".
Luján ha recalcado que la vivienda es un "derecho básico", por lo que las dificultades para acceder a la misma deben "contar" a la hora de regular los salarios fijados en los convenios colectivos.
Asimismo, este sindicato también ha pedido la ampliación sostenida del parque público de vivienda social, medidas fiscales y regulatorias que frenen la especulación y movilicen las viviendas vacías y una política coordinada entre Estado, comunidades autónomas y entidades locales que garantice el cumplimiento del artículo 47 de la Constitución Española.
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