Editorial
La formación esencial de la futura Reina
El Real Decreto del Gobierno confirma las previsiones sucesorias de la Monarquía parlamentaria española,
En su calidad de Jefe del Estado, el Rey desempeña el mando supremo de las Fuerzas Armadas y tiene la responsabilidad de declarar la guerra y hacer la paz, tal y como prescribe la Constitución. Nada más lógico, pues, que Don Felipe recibiera una formación militar reglada, en las Academias de los tres Ejércitos, al igual que ocurrió con su antecesor, Don Juan Carlos. Llegada a la mayoría de edad, el próximo 31 de octubre cumple 18 años, la Princesa de Asturias, Doña Leonor, seguirá los mismos pasos, tal y como oportunamente ha quedado dictaminado en un Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros, en el que se establecen las condiciones y el tiempo de formación de quien está llamada a ser la futura Reina de España.
Es una cuestión de la máxima trascendencia política e institucional, que no debía quedar expuesta a improvisaciones, y hay que reconocer el buen hacer del Gobierno de la Nación, especialmente de su ministra de Defensa, Margarita Robles, a la hora de dar carta de naturaleza oficial a lo que será, sin duda, una parte esencial de su formación. Doña Leonor, que al término de su paso por las academias recibirá el despacho de teniente, la Teniente Borbón, podrá seguir a continuación los estudios académicos que sean de su elección, pero ya con un bagaje educativo y, sobre todo, personal que redundará positivamente a la hora de enfrentar cualquier circunstancia que le proponga la vida.
Y ello es así, porque la enseñanza militar no es sólo exigencia académica en un campo, el de la defensa, que en estos tiempos reúne en sí mismo las principales áreas de las nuevas tecnologías, desde la electrónica avanzada a la informática, sino por la profunda formación humanística que reciben nuestros cadetes y que impregna una manera de ser, rica en valores y presta al sacrificio, siempre puesta al servicio del conjunto de los españoles. Doña Leonor aprenderá táctica, uso del armamento, topografía, supervivencia... pilotará aeronaves y ocupará su puesto en el puente de mando de los buques de la Armada, pero, al mismo tiempo, conocerá el valor de la camaradería, de la entrega y del desprendimiento que encontrará entre sus compañeros de promoción. Con una ventaja añadida, que hace ya 35 años desde que las mujeres españolas pudieron integrarse en las Fuerzas Armadas, allanando el camino que seguirá la Teniente Borbón, Alférez de Navío en la Armada.
Por otra parte, y no menos importante, el Real Decreto del Gobierno confirma las previsiones sucesorias de la Monarquía parlamentaria española, dejando en simple ruido los embates de un republicanismo que apenas tiene aceptación entre la sociedad española. Doña Leonor, cuando la Providencia lo disponga, será Reina de España y Jefe del Estado de una de las democracias plenas del mundo.
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