Editorial

Page, el verso libre que prefiere no callar

Rechaza el pensamiento único dentro del partido y asegura que «claro que hay corrientes de fondo» que quieren dar un giro de timón

Entrevista con Emiliano García-Page Sánchez, Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha desde 2015 © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 05 12 2024
Entrevista con Emiliano García-Page Sánchez, Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha desdeAlberto R. RoldánFotógrafos

El PSOE 2024, hecho a imagen y semejanza de su secretario general, hacedor todopoderoso de sus destinos y de sus males, se ha quedado sin críticos políticos, sin fiscales de su ideario y sin censores de sus equívocos, agarrados a su líder y al victimismo como armas de ataque y malla defensiva. Pero aún se mantiene un verso libre, el único que se atreve a reprobar las actitudes de su líder, que no se une al cuadro flamenco que flambea al presidente, que no se calla lo que piensa, que defiende a su partido y lo que representa por encima de los nombres, que llegan, hacen y desaparecen, y que mantiene un discurso coherente con las ideas y principios que han sustentado al socialismo desde la Transición. Se llama Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, que se ha sincerado en LA RAZÓN, en una entrevista en la que no da un paso atrás en sus críticas y se reafirma como defensor de la verdad, enemigo de desvergüenza política, opositor a pactos insalubres, que obvia la sumisión, recela de las verdades a medias, no duda de su constitucionalismo y pone por encima de todo el respeto a los poderes del Estado, sobre todo al judicial.

Responde sin vacilar que «el PSOE no es de Pedro», rechaza el pensamiento único dentro del partido y asegura que «claro que hay corrientes de fondo» que quieren dar un giro de timón; denuncia la corrupción venga de donde venga y avisa de que «solo conocemos un tercio de lo que hay detrás del caso Koldo», que su radio de afectación va más allá de Víctor de Aldama y que no es ajeno al PSOE y al Gobierno. Sabe que el daño que se está haciendo a su partido por los caminos pantanosos cruzados de la mano de partidos «de derecha o extrema derecha como Junts» pasarán factura, sobre todo porque «en democracia no se puede dejar el mando a unas minorías que lo que quieren es cargársela».

Y, por encima de todo, pide que se libere a la militancia de la mordaza del pensamiento unidireccional porque «la militancia siempre debe tener voz», pero también «debe haber debate orgánico y escucharse».

Tampoco comparte «para nada» la campaña contra los jueces; define como «muy grave acusar a un sistema» porque «es el mismo argumento que emplearon los independentistas», aunque defiende el derecho de presunción de inocencia de Begoña Gómez, porque lo importante «son los hechos probados».

Este posicionamiento al margen del aparato ejecutivo del partido le ha granjeado ataques, desprecios, desdenes y desaires desde el Gobierno. María Jesús Montero, Óscar Puente, Diana Morant..., una lista que no cesa, pero que a él no parece bajarle de su montura. Si en muchas cosas «no hay voluntad de rectificar estaremos condenados a que manden los extremos». Alto y claro para quién le quiera leer, oír, escuchar y entender.