Cataluña

Moncloa se entrega a un gobierno de Illa en minoría

El equipo de Sánchez se jacta de que la guerra de ERC y Junts aupará al ex ministro a la Generalitat. Pacto fiscal y consulta, en la agenda

El presidente en funciones Pere Aragonès, en Alimentaria 2024 LORENA SOPENA -EUROPA PRESS 18/03/2024
El presidente en funciones Pere Aragonès, en Alimentaria 2024LORENA SOPENA -EUROPA PRESSEuropa Press

Moncloa se pone en manos de la guerra del independentismo y fía el futuro de Pedro Sánchez a la hipótesis de que el ex ministro de Sanidad Salvador Illa sea capaz de formar un gobierno en minoría tras las próximas elecciones catalanas gracias al enfrentamiento entre ERC y Junts. Los dos partidos independentistas no se hablan, dirigen su estrategia con un afán de revancha y venganza, y no hay ningún proyecto en común porque lo que les motiva es acertar en cuál es la mejor guía para posicionarse por delante del otro en la noche electoral. Llevan años en este desencuentro creciente, pero en el núcleo de Pedro Sánchez dan por hecho que esta vez la ruptura es tan total que ni sumando una mayoría absoluta serán capaces de llegar a un entendimiento.

En el equipo del presidente trabajan como escenario principal de las elecciones catalanas con la idea de que son una ventana de oportunidad «sin precedente histórico» para Illa porque el choque entre ERC y Junts les permitirá gobernar en solitario, aunque esto lleve de nuevo a un Parlament bloqueado, pero bajo «el hito» de que tenga al frente de la Presidencia de la Generalitat a un socialista. El espejo en el que se mira el ex ministro es el de la Alcaldía de Barcelona.

Illa jugará a esta baza, esquivando o negando en campaña cuestiones que ya están sobre la mesa de la negociación bilateral, como ocurre con el pacto fiscal y con la «consulta pactada», como eufemismo del referéndum.

El proyecto está cogido con alfileres y se sostiene sobre un castillo de naipes en el que la evolución de la situación política nacional y catalana puede hacer que salte una carta y que todo este marco salte también por los aires. Pero a día de hoy es la única vía de escape que le queda a Moncloa para sortear unas elecciones catalanas anticipadas y que de arranque suponen una amenaza al tiempo de vida de la legislatura. Por eso la dirección socialista se entregará a fondo, con todos los recursos que tiene a su alcance, para agarrar esa Presidencia de la Generalitat, cueste lo que les cueste en la negociación post electoral, ya que hasta ahora todas las encuestas insisten en colocar al PSC como primera fuerza parlamentaria.

Sánchez y su equipo se aferran también a la expectativa de que sus resultados electorales en el País Vasco y en Cataluña sean buenos en la lectura nacional, y en que esto les dé un impulso para las elecciones europeas, de tal manera que el balance de este ciclo, tomando como referencia los votos, puedan presentarlo como la justificación de que la legislatura continuará. Obvian un detalle no menor, y es que, de cumplirse esa conjetura de que ERC y Junts pasan a la oposición en Cataluña, lo más previsible es que al mismo tiempo pasen también a hacerle la vida imposible a Sánchez en el Congreso, todavía más de lo que se ha visto en lo que llevamos de legislatura.

En el núcleo de Sánchez se ven más fuertes, y también más listos, que Puigdemont

Llama la atención que a pesar de haber entregado la amnistía, y que, además, el acuerdo se haya sostenido en cesiones añadidas por parte de los socialistas, sin embargo en Moncloa se jactan de su capacidad de ir sorteando las reivindicaciones maximalistas del independentismo. Si Junts y ERC dicen que la amnistía es el punto de salida, en Moncloa van contando que es el punto final, y que el independentismo fracasará en las urnas y no tendrá ya más vía de escape que la de seguir lanzando proclamas sin enganche mayoritario en la sociedad catalana.

O explicado de otra manera, en el equipo del presidente se ven más fuertes y, por decirlo llanamente, más listos que Carles Puigdemont y que Pere Aragonès. Oriol Junqueras no entra ya en la ecuación porque lo dan por amortizado.

Si en Cataluña la supuesta fortaleza de Sánchez es que ERC y Junts están matándose, en el País Vasco es la presunta debilidad del PNV y la necesidad que tendrán los nacionalistas vascos de seguir contando con el PSE en Ajuria Enea. Al menos esto es lo que hoy dicen la mayoría de las encuestas realizadas.

Cabe reseñar que todo este encaje de piezas, en el análisis de situación oficial, es visto dentro del PSOEcomo el cuento de la lechera, pero también es verdad que esta misma impresión ya han tenidoen otras ocasiones y al final Sánchez ha conseguido sobreponerse a las peores circunstancias. El agravante actual es que no controlan el factor de Puigdemont ni tampoco tienen capacidad de controlar la evolución de otros elementos de la agenda nacional como, por ejemplo, lo que pueda seguir saliendo de la investigación abierta sobre el «caso Koldo».

El cerco parlamentario del PSOE es total. En el Congreso, a cuenta de sus socios. En el Senado, por la mayoría absoluta del PP, que ayer volvió a mover ficha con el anuncio de que planteará un conflicto institucional entre Congreso y Senado para intentar paralizar la ley de amnistía. Los de Feijóo usarán su mayoría en la Cámara Alta para convocar un pleno y reclamar al Congreso que retire la norma pactada con los independentistas.

Es un choque institucional sin precedentes ya que este conflicto no se había planteado nunca antes en democracia y acabará seguramente en el Tribunal Constitucional. Está recogido en el artículo 73 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y se produce cuando una institución, en este caso el Senado, considera que otra, el Congreso, ha adoptado decisiones asumiendo atribuciones que la Constitución o las leyes orgánicas confieren al primero. Es decir, que considera que ha usurpado algunas de sus funciones o competencias. El encargado de dirimir este choque es el Pleno del Tribunal Constitucional.

[[QUOTE:PULL|||El PP monopoliza 
la ofensiva contra la amnistía con 
la mirada puesta 
en Cataluña]]

El equipo jurídico del PP lleva meses estudiando todos los posibles instrumentos que tienen a su alcance para frenar la amnistía, e irán activándolos, uno a uno, incluso aunque den por descontado que el Constitucional actuará «de parte»: mayoría progresista al servicio del Gobierno de coalición.

Este choque institucional y entre poderes tiene un coste altísimo para las instituciones afectadas, pero el PP justifica su ofensiva en el informe de los letrados de la Cámara Alta que argumentan las irregularidades en la tramitación de la amnistía y sostienen que el texto es inconstitucional. Calificándola de reforma encubierta de la Constitución.

Ahora habrá que ver qué respuesta tiene Puigdemont, que pretende hacer de su regreso a Cataluña el eje principal de la campaña.