ETA

124 actos de apoyo a ETA en seis meses

Covite denuncia la pasividad ante los proetarras y el matonismo

Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite
Consuelo Ordóñez, presidenta de Covitelarazon

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha documentado un total de 124 actos de apoyo a terroristas de ETA en los últimos seis meses. Estas acciones han sido registradas en el Observatorio de radicalización, un espacio en la web del Colectivo en el que, desde 2016, se documentan todos los actos relacionados con la radicalización violenta en el ámbito del terrorismo de ETA. 

Covite alerta del preocupante aumento de las acciones de esta naturaleza en los últimos meses hasta el punto de que en lo que llevamos de año ya se han superado en un 158% los registros de 2019.

Del total de los actos realizados, 65 han tenido lugar en Vizcaya, 33 en Guipúzcoa, 20 en Navarra, 5 en Álava y 1 en otra provincia española. En cuanto a la tipología de los actos, los datos revelan que 58 han sido ataques a sedes de partidos en forma de pintadas y pancartas, 49 manifestaciones a favor de la amnistía de los presos de ETA, seis homenajes públicos a miembros de dicha banda terrorista y 11 acciones clasificadas como “otros actos” como, por ejemplo, el acoso en el domicilio particular de Idoia Mendia o el ataque a un autobús en Azpeitia.

Para el Colectivo resulta especialmente grave los recientes ataques a partidos políticos por parte del entorno más radical de la izquierda abertzale, agrupado bajo las siglas de ATA: «A lo largo del mes de mayo se han producido múltiples acciones de acoso en las sedes de PNV, PSE y Podemos. EH Bildu no ha condenado ni uno de esos actos de matonismo. Simplemente se limita a rechazarlos, es decir, adopta una posición estratégica y de conveniencia en vez de una postura moral, como siempre ha hecho también con el terrorismo de ETA», critica Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE.

Este incremento de actos de apoyo a ETA se ha producido en los meses de mayo y junio, cuando se empezaron a levantar las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus. El origen del aumento está en la huelga de hambre iniciada por el preso etarra Patxi Ruiz el pasado 11 de mayo.

Tanto la izquierda abertzale como las Fuerzas de Seguridad coinciden en señalar que quien está detrás de todos estos actos es ATA, grupo disidente de ETA contrario a la disolución de dicha banda terrorista. En este sentido, hay que destacar los incidentes que tuvieron lugar en Pamplona el 24 de mayo tras una manifestación en apoyo a Ruiz no comunicada a la Delegación del Gobierno o la que tuvo lugar el 14 de junio, también en la capital navarra, cuando se mostraron imágenes de etarras. Estas manifestaciones también han tenido lugar en otros municipios como Echarri Aranaz, Basauri, San Sebastián, Barakaldo, Legazpi o Alsasua. A juicio de Consuelo Ordóñez, «EH Bildu volvió a demostrar que no tiene ninguna intención de asumir sus responsabilidades en la radicalización violenta ultranacionalista que sufrimos en Euskadi y Navarra cuando mostró su apoyo públicamente al etarra asesino de Tomás Caballero, Patxi Ruiz, y lo calificó como ‘preso político’».

El Colectivo ha insistido en que «España es el único país de la Unión Europea en el que se homenajea y se muestra apoyo y gratitud públicamente a terroristas sanguinarios orgullosos de su pasado criminal. Exigir la amnistía para quienes están en la cárcel por crímenes gravísimos podrá ser legal, pero es un claro síntoma de anormalidad moral y democrática».

COVITE señala como principal responsable de que los homenajes públicos a etarras cuando salen de prisión a la Audiencia Nacional. «La Audiencia Nacional no tiene voluntad de aplicar el artículo 578 del Código Penal como sí lo hacía hasta hace unos años por los mismos hechos que denunciamos ahora. Pone la dudosa excusa de que ETA está disuelta para no hacerlo, asegurando que como ETA está disuelta no puede haber enaltecimiento ni humillación. Es aberrante que un tribunal de justicia de nuestro Estado de derecho esté dando por válida la disolución de ETA protagonizada por la propia banda terrorista, sabiendo que no han sido disueltos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que es la forma de disolver toda organización criminal y terrorista».

Consuelo Ordóñez ha hecho hincapié en que «se han desperdiciado unos años clave en los que la disidencia de ETA estaba durmiente, pero ahora ha despertado con una preocupante capacidad de movilización». El Colectivo ha lamentado en muchas ocasiones que el Plan Nacional de Prevención de la radicalización se centre exclusivamente en el yihadismo cuando el principal foco lo hemos tenido y todavía lo seguimos teniendo en el País Vasco y en Navarra. En estas manifestaciones «los proetarras tratan como héroes a los asesinos de nuestros familiares y desprenden su odio por las calles de nuestros municipios», agrega Ordóñez.