La estrategia del Partido Popular

El plan migratorio de Feijóo: 10 medidas para preservar la hegemonía en el centro derecha

El ejemplo de Francia o Italia impulsa a los populares a presentar una estrategia que endurece la postura migratoria: desde una "Autoridad Única" hasta reforzar los requisitos para obtener la nacionalidad

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (c), a su llegada a un acto, en Palo Alto, a 14 de octubre de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). Durante el acto, Feijóo ha presentado el plan migratorio del PP, con el que pretenden atreverse tanto los votantes del PSOE como de Vox, y que está basado en "el orden, la legalidad y la humanidad". 14 OCTUBRE 2025 David Zorrakino / Europa Press 14/10/2025
Feijóo presenta su plan de inmigración en Barcelona David ZorrakinoEuropa Press

El precedente de Francia. Epítome de lo que ocurre en el resto de Europa: un cambio sociológico. Un vuelco político. Para la cúpula del Partido Popular, el auge de las fuerzas de extrema derecha en países occidentales se debe –en buena medida– a la gestión de la inmigración. O, mejor dicho, a la no gestión. Los guetos a las afueras de París. El barrio de Molenbeek en Bruselas. En Cataluña, la llegada de personas en situación ilegal ha impulsado a Aliança Catalana. Los sondeos son concluyentes: la alcaldesa de Ripoll recibe el apoyo hasta de electores que no se consideran independentistas. El trasvase también proviene de la izquierda.

Para la mayoría de la dirigencia del PP, la inmigración es el gran debate de nuestra era. El objetivo es evitar un desenlace parecido al Partido Republicano Francés, arrasado por el Frente Nacional de Le Pen; o de Forza Italia, convertido en muleta de Giorgia Meloni. Alberto Núñez Feijóo quiere mantener la hegemonía del centroderecha en España, amenazada por un Vox que atraviesa una primavera demoscópica. Por eso, presentó ayer un Plan de Inmigración que cuenta con diez propuestas. Desde la creación de una «Autoridad Única», para centralizar las competencias; hasta reforzar los requisitos para obtener la nacionalidad española.

«Se trata de propiciar la inmigración ordenada, legal y humana».

Un posicionamiento que surca los dos mares. Por un lado, el PP promete «mano dura» para frenar la llegada de personas en situación irregular, a las que vincula con problemas de inseguridad y delincuencia; prioriza a los forasteros de habla hispana y con una cultura próxima, defiende poner coto a las «regularizaciones masivas» y plantea limitar el acceso de los irregulares a ayudas sociales.

Por otro, ensalza la necesidad de recibir una inmigración vinculada al empleo, con «mano tendida» para quienes quieren contribuir, con procedimientos más ágiles, a través de acuerdos con terceros países. El PP, en resumen, ha alumbrado una propuesta que combina un posicionamiento más contundente con la inmigración, sin olvidar que, ante todo, consiste en gestionar la entrada de personas. Como ese y como aquel. Con su dignidad intrínseca. «Humanidad y ley. Solidaridad y orden. Generosidad y esfuerzo. Prosperidad y trabajo», fueron las máximas expuestas por Feijóo. Ni el «buenismo del PSOE» ni el «fanatismo» de Vox. Su oferta se encuentra justamente entre dos puntos. Justamente en la mitad.

Para cuando llegue a la Moncloa, el presidente popular ha diseñado una «reforma profunda de la política migratoria», pilotada desde el último Congreso Nacional por su vicesecretaria de Coordinación Sectorial, Alma Ezcurra. En total, son diez recetas transversales que marcan una prioridad, por encima de todo: «Poner orden donde hay desorden». Desde hace semanas, han visto la luz algunas de las iniciativas que conforman la estrategia. No todas.

Ayer, la más novedosa: reforzar los requisitos para que un inmigrante adquiera la nacionalidad española. «No se regala, se merece». Al respecto, Feijóo defendió elevar el nivel de exigencia lingüística –hasta el B2–, cultural y constitucional para las personas que quieran venir a vivir a nuestro país. «Porque es el mejor camino para la integración». Por ello, implantará «una prueba reforzada de conocimiento institucional, legal, cultural e histórico, para garantizar el compromiso» de los inmigrantes con la «democracia y valores comunes».

Para frenar el «efecto llamada» que practica el actual Gobierno, el líder popular establece un límite: «Las prestaciones sociales, como el pago del Ingreso Mínimo Vital, estarán ligadas al empleo». Las ayudas, «concebidas para quienes más lo necesitan», no podrán «convertirse en una forma de vida para nadie de forma permanente». Además, la concesión de la residencia de larga duración dependerá de la contribución y no del mero paso del tiempo. «Quien rechaza integrarse no puede tener los mismos privilegios que quienes sostienen este país con su trabajo». Otro aspecto destacado, la creación de una «Autoridad Única» para centralizar las competencias, hoy repartidas entre cinco ministerios.

También la promesa de luchar contra las mafias. Y para aquellos que delinquen. «Perderán automáticamente la residencia los inmigrantes que cometan delitos graves y se establecerá un sistema de cuotas de entrada por países y sectores». Para los menores inmigrantes, el Plan estipula una «verificación de edad» que deberá resolverse en un máximo de 72 horas para «evitar fraudes». En ese sentido, como avanzó LA RAZÓN, la idea es establecer un «sistema de asilo ágil y riguroso».

Con el plan migratorio, Feijóo dibuja el camino a seguir. «En mi opinión, hay dos formas de que la inmigración irregular siga siendo un problema: una es la del Gobierno, no hablar del tema porque creen que no les da votos. Otra es la de Vox, hablar del tema sin ofrecer soluciones porque creen que les da votos», zanjó.