Canarias
La inmigración ilegal a Canarias ha aumentado un 500% en lo que va de año
Aviso de los expertos policiales Se prevé una avalancha de pateras en lo que queda de verano
Las cifras hablan por sí solas y el aumento de la inmigración ilegal en Canarias que llega por vía marítima, sobre todo desde Marruecos, ha sido del 454% (de 590 a 3.269) en lo que va de año con respecto a igual periodo de 2019. Llama la atención este dato que podría ser analizado dentro de una estrategia global, que tiene al archipiélago como objetivo.
Expertos policiales, consultados por LA RAZÓN, preven para lo que queda de verano, hasta finales de septiembre, una auténtica avalancha de embarcaciones con inmigrantes ilegales hacia nuestras costas provenientes de Argelia y Marruecos: cayucos, zodiac y pateras esperan en las costas para iniciar la travesía hacia la península.
Es cierto que la cifra global de la inmigración por vía marítima es menor, de momento, con respecto al año pasado (salvo el citado caso de Canarias). Desde el 1 de enero al 2 de agosto, han llegado 10.077 frente a los 15.466 de igual periodo del año anterior. Sin embargo, las previsiones, insisten, son negativas porque se tienen informaciones contrastadas de que las mafias preparan numerosas salidas desde la costa atlántica de Marruecos hacia Canarias; y desde Argelia, con llegada a distintos puntos, desde San José, en Almería, hasta el mismísimo Benidorm, en Alicante. Desde la zona norte de Marruecos se esperan salidas, aunque en menor medida por el control existente.
Los 447 inmigrantes que han llegado a las costas españolas durante este fin de semana en pateras han recalado en puntos de la costa o han sido rescatados en alta mar por buques de Salvamento Marítimo o de la Guardia Civil: Canarias, Andalucía, Baleares, Murcia, País Valenciano...
A los problemas que siempre planteas la inmigración ilegal hay que unir ahora el del coronavirus. Decenas de contagiados han sido detectados entre los que han llegado de forma irregular a nuestras costas. Las personas que han tenido que recorrer miles de kilómetros, arriesgarse a una travesía y, sobre todo, pagar un mínimo de 2.000 euros por el «pasaje», no siempre aceptan de buen grado tener que pasar el confinamiento y han surgido algunos incidentes que han debido ser atajados por las Fuerzas de Seguridad.
El aspecto más inhumano de todo este asunto es el de las citadas mafias que están haciendo su agosto, nunca mejor dicho.
Miles de subsaharianos y de otros países africanos esperan en las costas de Argelia y Marruecos para abordar una patera que los lleve hasta la península y, en su caso, las Islas Canarias. El número de que los que esperan en Marruecos, escondidos cerca de la costa, es de unos 2.000 y, por lo que respecta a Argelia, no se tienen cifras aunque parece que el número puede ser menor.
A las motivaciones económicas que llevan a los inmigrantes a intentar llegar a España hay que unir ahora el del coronavirus. En sus países de origen no cuentan como una red sanitaria como la española, que ha demostrado su eficacia para combatir, incluso en los peores momentos, la pandemia. Al intento de encontrar una vida con unos medios económicos que les permitan subsistir dignamente se une el deseo, lógico por otra parte, de protegerse de una enfermedad que parece va a tener una larga proyección. Las mafias lo saben y se aprovechan de ello.
Hay un efecto llamada ya que en la actual situación de cierre de fronteras (en especial Marruecos) hace imposible la devolución de los inmigrantes a sus países.
El que llega, sabe que tiene garantizada su manutención y, conforme pase el tiempo, puede lograr hasta la regularización de su situación en nuestro país.
Una de las formas de combatir actividad delictiva se centra en el desmantelamiento de las referidas mafias. Las Fuerzas de Seguridad luchan contra estos grupos. En febrero, la Comisaría General de Extranjería de la Policía Nacional creó una Brigada de Investigación de Redes (mafiosas) que, desde entonces, ha realizado una decena de operaciones con más de medio centenar de detenciones. Esta unidad ha desarticulado hace unos días un grupo, formado por cinco individuos, asentado en Cartaya (Huelva), donde han practicado cinco arrestos y Marruecos. Precisamente, el responsable en España había llegado en patera en 2017 y se encontraba en situación irregular en nuestro país. Las víctimas eran amenazadas antes del viaje para que entregaran sus móviles (si no lo hacían, les cortarían los brazos) y evitar grabaciones durante la travesía. Pagaban los 2.000 euros por adelantado para reservar plaza en embarcaciones tipo patera o zodiac; y otros 500 euros, por el alojamiento en España. Todo perfectamente organizado.
La Policía y Benemérita no bajan la Guardia ante lo que parece una verano complicado.
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