Gobierno

Iglesias ve blindados a sus ministros en Moncloa

Ante una futura remodelación del Consejo de Ministros, recuerda que es Podemos quien decide sobre sus carteras y Sánchez y él deberían pactar si variase la cuota de poder

El vicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesias (d), el ministro de Consumo, Alberto Garzón (2d), y la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz (3d), en el homenaje de Estado a las Víctimas de la Covid, en julio, en el Palacio Real.
El vicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesias (d), el ministro de Consumo, Alberto Garzón (2d), y la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz (3d), en el homenaje de Estado a las Víctimas de la Covid, en julio, en el Palacio Real.BallesterosEFE

Una vez que el Gobierno ha aprobado los Presupuestos Generales del Estado (PGE), los primeros en democracia bajo la rúbrica de un Ejecutivo de coalición, la cuota morada en Moncloa descarta que el presidente Pedro Sánchez pueda pensar en un cambio en la arquitectura del Consejo de Ministros que pueda afectar a alguno de los cinco ministerios dirigidos por Unidas Podemos, a pesar de las tensiones políticas continuadas entre ministros socialistas y morados o de las salidas de tono habituales protagonizadas por el partido minoritario con el fin de ganar visibilidad y diferenciación del PSOE en el Gobierno.

A casi un año vista de la formación del primer gobierno de coalición en España, durante su andadura, quedan manifiestos los primeros roces entre ambos partidos que residen en Moncloa y, también, la certeza de que las discrepancias continuarán a lo largo de la Legislatura. Un hecho que alimenta las posibilidades de una futura reestructuración del Gobierno y del examen por parte del presidente de los departamentos con menos capacidad de respuesta en la crisis sanitaria.

De hecho, en las últimas semanas varios de los ministros socialistas han pedido a los de Pablo Iglesias «lealtad» con las decisiones tomadas por el presidente del Gobierno. Es por ello que, tal y como ya adelantó este diario, cobra fuerza una revisión de la estructura de Moncloa. Aunque no de inmediato, sino cuando el Ejecutivo culmine la campaña de vacunación para frenar la pandemia de la Covid. Sin embargo, lejos de pensar en este escenario, en Unidas Podemos no creen que se produzcan grandes cambios y, sobre todo, desechan la opción de que futuribles reformas puedan afectar a la cuota morada. Resuelven fuentes moradas que «la coalición está fuerte» y creen que, a no ser que se produzca algún escándalo o disfunción importante que implique directamente a algún ministerio morado, en presidencia no acometerán ninguna reforma. Es más, sobre las diferencias en el seno de la coalición, el análisis en la sede de Unidas Podemos es que visibilizar posturas contrarias en algunos temas clave es beneficioso para ellos, con el afán de no convertirse en un partido indistinguible del PSOE. Desde Moncloa no ven mal que los morados traten de diferenciarse, aunque preferirían menos notoriedad.

Aun así, ante una posible remodelación en el medio plazo, en Unidas Podemos recuerdan que los cambios de nombres de las carteras que ellos dirigen dependen exclusivamente de Pablo Iglesias –en el caso de la vicepresidencia que él mismo ocupa o el ministerio de Igualdad y de Trabajo que dirigen Irene Montero y Yolanda Díaz, respectivamente–. No solo sería Iglesias quien tuviese capacidad de decisión en esta operación, sino que en el caso de que Sánchez decida relevar a alguno de sus actuales ministros, las confluencias de Unidas Podemos representadas en la coalición –Izquierda Unida y En Comú Podem– también tendrían palabra, del mismo modo que fueron protagonistas a la hora de elegir los nombres de los dirigentes que poseen las carteras de Consumo y de Universidades; el coordinador general de IU Alberto Garzón y el sociólogo, Manuel Castells.

Es así, además, como se refleja en el protocolo de funcionamiento del acuerdo de Gobierno de coalición firmado por PSOE y Unidas Podemos nada más jurar sus cargos. Si hubiese una reestructuración, ambos partidos acordaron «mantener el número de áreas gestionadas por el PSOE y por Unidas Podemos y su peso relativo en el conjunto del Gobierno en los términos acordados al inicio de la coalición». De este modo, existe más que tranquilidad en el partido morado, pues de llegar tiempos revueltos, sus siglas dentro del Ejecutivo quedan blindadas y de acometerse cambios por parte de Presidencia, los nuevos nombres deberán ser propuestos por ellos mismos. De la misma manera, si las circunstancias de remodelación implicasen una alteración de peso en la coalición, Sánchez e Iglesias se comprometieron por escrito a «abordar las cuestiones esenciales que se planteen en relación con dicha reestructuración».

Así, los morados se ven blindados por el propio protocolo firmado. Es más, se ven reforzados en el Gobierno tras la aprobación de las cuentas públicas hasta en dos extremos. Uno, por reforzar el bloque de la investidura al haber amarrado los apoyos de Bildu y de ERC y haber acorralado la vía Ciudadanos. Dos, los morados inciden en la importancia de su presencia en el Gobierno para aprobar los PGE. Recuerdan que, en 2019, cuando Sánchez gobernaba en solitario, ni siquiera el borrador de las cuentas públicas llegó al Congreso y encalló en el debate de las enmiendas a la totalidad. Ahora, valoran que seguirán trabajando para afianzar los mismos apoyos en el tiempo.