Congreso de los Diputados

El Congreso vuelve a la rutina con las espadas en alto ante las elecciones catalanas

Los socios habituales del Ejecutivo se han distanciado ante la cercanía de la cita con las urnas y los partidos del Gobierno de coalición airean con más intensidad sus diferencias

La portavoz de Junts per Catalunya, Laura Borras
La portavoz de Junts per Catalunya, Laura BorrasMariscalAgencia EFE

El Congreso de los Diputados inicia esta semana su periodo ordinario de sesiones en plena campaña electoral catalana y con las espadas en alto entre unos partidos y otros ante la proximidad de la importante cita con las urnas del 14 de febrero.

No solo los socios habituales del Gobierno se han distanciado de este ante la cercanía de la cita con las urnas. También los partidos del Ejecutivo de coalición airean con más intensidad sus diferencias para distinguirse ante los votantes. Lo que es evidente es que las mayorías que se presuponían estables no lo son y el Gobierno no las tiene todas consigo para sacar adelante sus iniciativas.

Algo que quedó claro el pasado jueves, cuando el decreto que regulará la gestión de los fondos europeos estuvo a punto de no salir adelante y se acabó salvando de un modo impensable hasta el momento, con la abstención de Vox.

Una vuelta de tuerca en esta geometría variable a la que el Ejecutivo se ve obligado para todas y cada una de las votaciones parlamentarias y en la que suele contar con socios preferentes como el PNV o Esquerra. Los nacionalistas vascos sí apoyaron, por ejemplo, el decreto de los fondos el jueves, pero no así ERC, una posición que fuentes del Ejecutivo atribuyeron al contexto preelectoral catalán.

Habrá que ver cómo se mueven los partidos en el Congreso en esta primera semana de campaña catalana. Y son muchas las ocasiones para comprobarlo.

Así, Esquerra defenderá una moción sobre el “conflicto político” en Cataluña el martes por la tarde, y su portavoz, Gabriel Rufián, dirigirá su ataque directamente al candidato del PSC, Salvador Illa, preguntando al presidente del Gobierno si considera adecuado haber cambiado al ministro de Sanidad en plena pandemia.

Sobre los “incumplimientos” del Estado con Cataluña preguntará en el hemiciclo la portavoz de JxCat y candidata de este partido a la Generalitat, Laura Borrás. Y también en clave preelectoral preguntarán otros partidos como Vox: Javier Ortega Smith pedirá al Ejecutivo que garantice que no habrá violencia contra ninguna candidatura.

La campaña catalana también ha afectado al Ejecutivo, y obliga a los partidos de la coalición a distanciarse entre sí o elevar las tensiones ya habituales. Ya se pudo ver este viernes, cuando el vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, subrayó en un acto del partido las “profundas discrepancias” con el PSOE y llegó a decir que Salvador Illa es el candidato de los poderes mediáticos y económicos. Iglesias, además, continúa presumiendo de todo lo que logra con su presión interna en el Ejecutivo, de los resultados de su “cabezonería”, una estrategia que sigue molestando a los socialistas.

No todo son elecciones catalanas

Pero no todo son las catalanas o las tensiones internas habituales en el Ejecutivo. La gestión de la pandemia y las crisis económica y social que el coronavirus ha traído consigo sigue centrando el debate político y volverá a hacerlo en la sesión de control de esta semana.

“¿Cómo valora la actual situación de España?”. Con esta pregunta general sin concreciones se dirigirá el líder del PP, Pablo Casado, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles. Un “modus operandi” parecido al del líder de Vox, Santiago Abascal, quien pedirá a Sánchez que explique, en otra pregunta de carácter general, “por qué actúa el Gobierno en contra del interés general de los españoles”.

No faltarán cuestiones concretas sobre la situación actual en plena tercera hora o los retrasos en la campaña de vacunación. Pero habrá también otras relacionadas, directa o indirectamente, con la campaña catalana. Porque la cita con las urnas en Cataluña del 14 de febrero es una prueba de fuego para todos los partidos. Y también en el hemiciclo habrá campaña electoral.

EFE