El acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial parece que será inminente. La negativa del Partido Popular a que se siente en el órgano de gobierno de los jueces y magistrados ningún “representante” de Unidas Podemos ha sido condición sine qua non para cerrar el pacto; y más después de las declaraciones del vicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesias en las que ponía en solfa que España fuese un Estado auténticamente democrático y las de Pablo Echenique, apoyando a los “antifascistas” que protagonizaban actos vandálicos en protesta por el encarcelamiento de Pablo Hasel.

Desde el PSOE se mantiene que no habrá ningún consejero de su socio de Gobierno, Unidas Podemos, en las listas que aprobarán Congreso y Senado para integrar la nueva configuración del CGPJ, a pesar de que los fuentes moradas han asegurado a este diario que existe un acuerdo entre ambos socios de Gobierno desde verano en el que los de Iglesias se aseguran la elección de una parte de los vocales. Y ahí aparece un nombre al que se vinculaba desde el principio con la formación morada: Ignacio Espinosa, tío del ministro de Consumo, Alberto Garzón, y quien durante 16 años ha ocupado la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja y actualmente es magistrado del mismo tribunal.

Sin embargo, Espinosa irá en la lista de candidatos del PSOE y el PP no lo vetará, al contrario de lo que ha sucedido con otros nombres vinculados al partido de Pablo Iglesias: Victoria Rosell y José Ricardo de Prada. Rosell fue candidata de Podemos en las elecciones generales de 2019 como cabeza de lista de Podemos por Las Palmas y actualmente es delegada del Gobierno para la Violencia de Género; mientras que el juez De Prada, que con su famoso párrafo en la sentencia del “caso Gürtel” propició la moción de censura contra el PP, iba a ser el candidato de Podemos a vocal por el turno de jurista de reconocido prestigio -no podía en ningún caso ir dentro del turno judicial-. Ambos fueron vetados tajantemente por el PP y ninguno de ellos irá al Consejo.

No sucede igual con Ignacio Espinosa, quien no genera ningún rechazo “sustancial” dentro de las filas populares. De hecho, para sus sucesivas reelecciones siempre ha contado con el aval de vocales que fueron propuestos por el PP. Así, en 2002 y su reelección en 2007 contó con una casi unanimidad del Consejo, al lograr 19 votos, mientras que en la última, en 2012 obtuvo 13 votos, el mínimo necesario, pero también con el apoyo de consejeros “conservadores”. El PP nunca le ha vetado como vocal, según señalaron a este periódico fuentes jurídicas.

Ignacio Espinosa ya estuvo a punto de ser elegido vocal del CGPJ en la anterior renovación, hace ya más de siete años en las listas del PSOE y contaba con el aval del fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba, “cuando ni siquiera existía Podemos”. Ha sido dirigente de Jueces para la Democracia pero siempre ha mantenido unas muy buenas relaciones con las demás asociaciones, sin que nunca haya pesado sobre él ninguna sospecha de “sectario”.