Terrorismo

Revelan que un etarra se golpeó con las paredes de la celda para fingir torturas

Daniel Pastor fue detenido por la Guardia Civil y ahora es disidente de la banda

Daniel Pastor
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Una carta abierta dirigida al preso de ETA Daniel Pastor, que forma parte de la disidencia de la banda, agrupada en ATA, revela que este individuo, una vez detenido por la Guardia Civil, se golpeó voluntariamente contra las paredes de la celda con el fin de fingir haber ido torturado. Un manual encontrado en Francia acreditaba que el entonces jefe del “aparato militar”, Garikoitz Azpiazu, “Txeroki”, ordenaba denunciar torturas aunque no se producían con el fin de desacreditar y buscar la condena penal de los agentes de las Fuerzas de Seguridad.

La misiva, publicada en las redes sociales que suele utilizar ATA, está firmada por “un amigo”; y aparece en un momento en el que desde el entorno de ETA se ha iniciado una campaña para denunciar supuestos malos tratos sufridos por los terroristas a cargo de agentes de la Fuerzas de Seguridad.

En la carta se habla de que “los herederos del Duque de Ahumada secuestraron” (detención legal avalada por la Justicia) a Pastor, por su pertenencia al “comando Otazua”, autor, entre otros asesinatos, del agente de Policía Nacional Eduardo Puelles en Bilbao.

“Aquellos hechos no me sorprendieron para nada, ni el hecho de que llevases la lucha a su estadio superior, como tampoco tu comportamiento ejemplar en el cuartel, golpeándote tú mismo contra las paredes antes que caer en el juego de los torturadores”, dice el “amigo”, que debe tener conocimiento directo de lo que ocurrió tras el arresto de Pastor y ahora lo revela.

Aprovecha la misiva para arremeter contra Sortu y EhBildu, los “dirigentes liquidacionistas de la denominada “Nueva Izquierda Abertzale”” y alaba la decisión del etarra de “permanecer con firmeza en el mismo campo de lucha que te llevó a esas mazmorras. Esto te costó la retirada de tu foto de los espacios sociales (las Herriko Tabernas) que quedaron bailando al son de los nuevos aires conciliadores y reformistas; el veto que trataron de imponer a tu nombre y existencia; el intento de aislar y boicotear en Errekalde, tu propio barrio, a quien osase apoyarte o promover cualquier iniciativa solidaria; dirigiéndose de manera rastrera a tu familia en vez de acudir a ti”.

Lo que narra es una realidad. Cuando un preso rompe con la disciplina que marca el “Colectivo”, es borrado, literalmente, de la realidad del entorno proetarra, en le que, pese a que la banda ya no mata, no se admite ningún tipo de disidencia.

“Daniel, todavía nos queda un largo, duro y escarpado camino por recorrer, pero somos optimistas porque sabemos que la clase obrera, la cual es nuestra base y nuestra meta, es la fuerza histórica que está llamada a enterrar al capitalismo y edificar el socialismo, estadio anterior y transitorio a la sociedad sin clases sociales, el comunismo. Confío plenamente en que, antes de los 30 años que te quedan en esas mazmorras, alcancemos la libertad de tod@s l@s pres@s polític@s comunistas y antifascistas y la amnistía total. No cejaremos en el empeño”, añade el “amigo”.

“Eres un militante revolucionario del proletariado, preso político consciente cuya condición e identidad permanecen inmutables”, concluye.