Gobierno
Irene Montero se vuelve a quedar sin Vicepresidencia
En poco más de un año, la ministra de Igualdad ha recibido numerosas críticas por su gestión, tanto dentro como fuera del Gobierno. El “caso niñera”, su último revés
La propuesta de Pablo Iglesias, eligiendo a la la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para sustituirlecomo vicepresidente después de anunciar su candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid,vuelve a dejar a la actual ministra de Igualdad, Irene Montero, sin una vicepresidencia en el Gobierno. Y eso que ya en el verano de 2019, durante las primeras negociaciones para investir a Pedro Sánchez, su nombre sonó con fuerza para ocupar este puesto, contando incluso con el visto del PSOE. Sin embargo, las negociaciones para formar Gobierno tras la elecciones de abril fracasaron entre PSOE y Unidas Podemos, lo que alejó de facto esa posibilidad.
Pero, ¿qué ha pasado para que Montero no sea la elegida? Básicamente, las críticas recibidas por su gestión al frente de Igualdad, tanto desde el propio Ejecutivo como fuera de él. Incluso algunos colectivos feministas, a los que ella dice representar, no han dudado en cargar contra ella. Y fuera de su gestión, el “caso niñera” ha terminado de sacarla de cualquier ecuación que implique más poder. Ha sido el último revés a su poco más de un año como ministra del Gobierno de coalición.
Una de las grandes “crisis” relacionadas con la gestión de la ministra morada Montero ha llegado por su ley estrella, el anteproyecto de ley orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, la ley del “sólo sí es sí”, la cual ya nació ya con polémica y críticas de los socialistas. El último varapalo tuvo lugar hace pocas semanas, cuando el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) criticó en bloque la futura norma.
Ley polémica “trans”
Pero también Montero ha recibido numerosas críticas la “ley trans”, contra la que han cargado desde sus socios de Gobierno hasta las feministas y el propio colectivo trans. Como en el anterior caso, la inexistencia de consenso, las prisas para aprobarla o su difícil encaje legal son las principales quejas. Ante las que la ministra no rectifica.
Y es que Montero no gusta demasiado a los socialistas, que en numerosas ocasiones han apuntado que va por libre o que se mueve por su propio interés. Y más de un rifirrafe ha vivido con los miembros del Ejecutivo.
Fuera del día a día ministerial, los socialistas han visto como la polémica también rodeaba a Montero por sus actuaciones, como en el citado “caso niñera”, que ha llegado hasta Anticorrupción por haber recurrido la ministra a una asesora (Teresa Arévalo) para cuidar a sus hijos. Además, la ministra no dudó en utilizar una de las dependencias del Ministerio en el que trabaja como “sala de juegos” para su hija.
Junto a esto, desde las filas de Podemos, sobre todo desde las bases, también se ha criticado mucho el cambio de discurso y el no predicar con el ejemplo de la ministra. A la ya manida queja por su chalet en Galapagar se suman otras como las críticas que hacen Montero e Iglesias a los escraches cuando son contra ellos o la ostentación que hace de su cargo. Muchos de los simpatizantes de la formación llegaron incluso a acusarles de “incoherentes” e “hipócritas”.
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