Recurso Fiscalía
Ratificada la absolución de Cifuentes por el “caso máster”: el TSJM rechaza repetir el juicio
La Sala tilda de “conjeturas” las acusaciones de la Fiscalía y rebaja las condenas a la ex directora del máster y a una antigua asesora de la ex presidenta de la Comunidad de Madrid
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha ratificado la absolución de Cristina Cifuentes del delito de falsedad documental del que le acusó la Fiscalía por la supuesta falsificación de su máster de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). La Sala rechaza el recurso del Ministerio Público, que solicitó la anulación de la sentencia y que se repitiera el juicio.
EL TSJ madrileño ha reducido asimismo de tres años de prisión a dos la condena por falsedad en documento oficial a la ex asesora de Cifuentes María Teresa Feito y ha rebajado a un año de prisión, en lugar de los 18 meses a los que fue condenada como inductora en primera instancia, a Cecilia Rosado, que fue la directora del máster de la ex presidenta de la Comunidad de Madrid.
El tribunal recuerda que una sentencia absolutoria sólo puede anularse cuando “sea arbitraria, incurra en un error patente, carezca de motivación o introduzca una estrambótica o irracional, o realice una aplicación de la presunción de inocencia absolutamente disparatada y al margen de sus lógicos contornos”.
En este caso, subraya, el tribunal -que tilda de “conjeturas o suposiciones” las acusaciones de la Fiscalía contra Cifuentes- “basó su fallo absolutorio no sólo en prueba documental, sino también en medios que incluyen la declaración de las acusadas, y el testimonio de numerosas personas”.
La absolución no es irracional
Las magistradas señalan que la sentencia recurrida “explica sucintamente las razones que alientan la absolución indicando que ninguno de los intervinientes en la reunión del Rectorado hizo ninguna referencia” a Cifuentes y que ni Rosado ni Feito aseguraron no haber mantenido “contacto alguno” con ella “o con su oficina o gabinete”.
De ahí que la Sala concluyera que “sin obviar el interés de ésta en tener toda la documentación que justificara la regularidad en la obtención de su máster, nada se ha probado sobre que impulsara, sugiriera o presionara para la falsificación del documento en cuestión”.
Para las magistradas, el fallo recurrido “no incurrió en un déficit de motivación ni su discurso es irracional ni omite razonamiento sobre alguna prueba relevante” que la Fiscalía esgrimiese contra la ex política del PP. Y aunque “orilló algunos pormenores y su discurso absolutorio no comprende ni excluye la construcción propuesta por el Ministerio Fiscal”, no por ello incumple el deber de motivación ni lesiona el derecho a la tutela judicial efectiva por una “irracional valoración de la prueba”, como defiende la acusación pública, que pidió una condena de tres años y medio para la ex presidenta regional.
“Meras hipótesis”
“La fundamentación en que descansa la pretendida virtualidad probatoria de los indicios o razones ‘velados’ o ‘encubiertos’ que expone la fiscalía para dar por probada la intervención en los hechos” de Cifuentes -sostiene la Sala, presidida por la magistrada María José Rodríguez Duplá- “es inhábil, pues estamos en presencia de meras hipótesis, insuficientes para determinarla con la certeza que una sentencia condenatoria requiere”. Y es que los indicios que apunta la Fiscalía contra ella, subraya, no son suficientes para quebrantar su presunción de inocencia.
En cuanto a Rosado, el TSJ de Madrid subraya que “reconoció los hechos desde un principio, aportó documentos relevantes para la indagación, y su postura procesal, de haber sido la única investigada, hubiera ahorrado pesquisas y diligencias de instrucción”, por lo que se le reconoce la atenuante muy cualificada de colaboración con la Justicia.
De Feito dice el Supremo que “no se limitó a preguntar o pedir información o la entrega del acta que pudiese existir, sino que atosigando” a Rosado “le exigió que confeccionase el acta” reflejando que Cifuentes había defendido el TFM (Trabajo Fin de Máster) el día 2 de julio de 2012, “lo que hizo mediante numerosas llamadas y mensajes sms” al teléfono personal de Rosado. Indicándole, además, que la situación “debería quedar resuelta como fuese” e “insinuando que hiciera ella el trabajo en cuestión”. Y ante la “resistencia” de la directora del máster de la entonces presidenta regional, Feito le aseguró que Cifuentes “les iba a cortar la cabeza a ella y al rector”.
Esta resolución no es firme, pues puede ser recurrida ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
Lo que dice la Fiscalía
La Fiscalía considera que Cifuentes promovió esa supuesta falsificación que acreditaba que había defendido su Trabajo de Fin de Máster (TFM) en la citada universidad, algo que según el Ministerio Público “jamás se produjo”, con el propósito de evitar “las nefastas consecuencias políticas a las que debería enfrentarse”.
Según el relato del Ministerio Público que el tribunal no considera probado, tras publicar la noticia eldiario.es Cifuentes envió a Feito, entonces una de sus asesoras, para que llevara a cabo “las gestiones oportunas” en la universidad, donde se elaboró un nuevo acta con “apariencia de similitud” pese a que la ex presidenta regional no había defendido el trabajo de fin de máster ni había superado las asignaturas ni realizado los trabajos que habilitan para la obtención del mismo.
La ex dirigente del PP de Madrid negó que presionara a nadie para que se redactara un acta que avalara que había realizado el trabajo de fin de máster de Derecho Autonómico.
✕
Accede a tu cuenta para comentar