Es su momento, señor ministro

La Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil, JUCIL, se incorporó en noviembre al Consejo de la Guardia Civil. Lo hizo como la más votada. Un reto para un movimiento que nació tres años antes. JUCIL se ha reunido por primera vez con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

El encuentro ha discurrido por cauces de amabilidad, de entendimiento por el ministro de los problemas que afectan al colectivo de guardias civiles. Nos ha asegurado que leerá con interés y valorará el informe de conclusiones que elaboran expertos de la Universidad CEU San Pablo sobre las enmiendas a la Ley de Seguridad Ciudadana. Más allá de las manifestaciones que expresan el sentido de miles de guardias civiles y de policías, proponemos alternativas. Confiamos en la receptividad de los dirigentes políticos. El ministro será el primero en recibirlo, y habrá copia para cada uno de los grupos parlamentarios. Es nuestra aportación, lejos de ‘temidas’ radicalizaciones, a la mejora de las leyes.

Fernando Grande-Marlaska se ha comprometido a avanzar en la equiparación salarial de los guardias civiles con las policías autonómicas. La mejora de salarios registrada es insuficiente. Los mossos d’esquadra pueden jubilarse en Cataluña a los 60 años sin que suponga una pérdida de valor de sus prestaciones, mientras los guardias civiles seguimos obligados a jubilarnos a los 65 años para evitar pérdidas en nuestra pensión. Un caso de segregación que, así lo estimamos, resolverá el ministro como declarado defensor del principio: ‘a igual trabajo, igual salario’. Y ha agregado que, además de la equiparación salarial real se avanzará en la igualdad en medios y en condiciones laborales. Estaremos atentos, tanto como parecía estarlo a nuestra llegada el retrato de Cánovas del Castillo, que he podido ver al acceder a la sala donde nos hemos reunido.

Y ya que hablábamos de Cataluña, hemos expresado nuestra preocupación por la posible cesión a la policía autonómica de competencias de especialidades de la Guardia Civil, ya sea el Seprona, el Servicio Marítimo, o el Geas y el Gedex.

Se une a lo anterior la cada vez más precaria situación en la que desarrollan sus funciones los guardias civiles en un territorio en el que parte de la población, alentada desde el extremismo de políticas independentistas, ejerce una presión constante no sólo en el ejercicio de su trabajo diario, también en la vida personal y familiar. Desde hace años, pero de forma más intensa desde el inicio del ‘procés’, los agentes en esa comunidad malviven debido al rechazo y al abandono, a la humillación y el insulto que sufren. Bajo esa situación de estrés, cada vez son más los compañeros que solicitan destinos en otros puntos donde trabajar y residir, ellos y sus familias sin respirar la crispación que padecen en Cataluña. De hecho, la plantilla acumula un 21% de vacantes. Pedimos que, al igual que en otras áreas de Especial Singularidad, como el País Vasco, los destinados en Cataluña disfruten de incentivos para facilitar un arraigo en esa tierra, con lo que se logrará a su vez dar un mejor servicio al ciudadano. Grande-Marlaska nos ha adelantado que la declaración de Zona de Especial Singularidad está próxima.

Un rato de charla da para poco, Esperamos que estos encuentros lleguen a regularizarse porque uno de nuestros objetivos para este año, y pretendemos que lo sea de todo el Ministerio, es la aplicación de mecanismos eficientes frente a la lacra del suicidio.

Y si algo más necesita la Guardia Civil es una actualización en formación, medios personales y técnicos y sobre todo, que cambie la norma que impone a los agentes la aplicación del Código Penal Militar en sus actuaciones policiales y en su vida civil. Corresponde a quien ha sabido escuchar, mostrar ahora que es capaz de actuar. Es su momento, señor ministro Grande-Marlaska. Lo deseamos con ilusión. No nos decepcione.

Ernesto Vilariño

Secretario general de la Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil JUCIL