Sondeo

Los localistas se nutren de la izquierda en Castilla y León

El próximo Parlamento regional estará liderado por el centroderecha

Urnas electorales
Urnas electoralesJESUS G. FERIALa Razón

El PSOE está en crisis en Castilla y León. Pierde 6,5 puntos porcentuales y entre 7 y 9 escaños. Es superado en 10,2 puntos por el PP. El 29,2% de los votantes socialistas de 2019 deserta y es el único partido de la región que envía votantes a todas las demás candidaturas. El 17,1% se distribuye hasta en doce formaciones distintas a la socialista y el 12,1% restante, opta por la abstención.

Las candidaturas localistas son el destino del 8,5% del voto socialista; las de las derechas reciben el 6,4%; Unidas Podemos acoge al 1,7% y otros partidos al 0,4%.

Unidas Podemos también cae con relación a 2019 y pasa del 7,3% al 6,3% del voto. Cede el 35% de sus votantes: el 14% opta por candidaturas localistas, el 13% va a la abstención, el 6% marcha al PSOE y el 2%, a otros.

Al igual que sucediera en las elecciones generales de 2019 en la provincia de Teruel, las izquierdas perdieron más voto en favor de Teruel Existe que las derechas: 29% frente al 25%.

Pero en Castilla y León se agrava la sangría para las izquierdas y se limita en las derechas: Vox entrega el 3,5% de sus votantes a los localistas; Cs, el 2.5% y el PP, únicamente el 1,2%.

Los partidos localistas sumarían ahora 120.301 votos, frente a los 39.423 de 2019. Los principales aportes de votos lo constituyen los electorados de socialistas y morados: 41.000 votantes del PSOE y 14.000 de Unidas Podemos se unen al localismo. Estas cifras representan el 43,8% del total del actual voto localista en la región. Mientras que el voto con origen en los partidos de las derechas suma 13.000 papeletas y representa el 10,8% del total.

La conclusión es que las candidaturas de la España Vaciada en Soria, Burgos, Salamanca, Valladolid y Palencia, así como otras localistas como Por Ávila, UPL, Zamora Decide, El Bierzo Existe, etc… se nutren principalmente de voto de la izquierda: 43,8%, frente a tan solo el 10,8% que les llega de las derechas. La proporción es de 4 a 1, por lo que a quien más perjudica esta nueva burbuja electoral es a las formaciones de izquierdas.

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Tres son las familias de partidos que no son de ámbito nacional que obtendrían representación en las Cortes de Castilla y León. Por una parte, las candidaturas coordinadas por la España Vaciada, con entre 2 y 4 procuradores. Por otro lado, la histórica Unión del Pueblo Leonés, con 2 escaños, y, finalmente, Por Ávila, con un parlamentario. Pueden ser decisivos para la investidura del próximo presidente autonómico y para dar estabilidad a la próxima legislatura, pues el PP se encontraría ahora a 3 escaños, en el mejor de los casos, para obtener la tan ansiada mayoría absoluta.

Ciudadanos, mientras, es el partido que más retrocede, pues pierde 11,8 puntos y 11 procuradores. Queda con tan solo un parlamentario. Tres son las causas fundamentales de su caída: el trasvase del 40,8% de sus votantes al PP, la abstención del 24,8% de su electorado y la transferencia del 13,1% de sus electores a Vox.

La derecha se fortalece en su conjunto, y pasa de 42 a 46-48 escaños. En porcentaje de voto ,sube del 51,9% al 54,8%. El PP recupera la primera posición con el 38,5%, superando al PSOE por 10,2 puntos. Los socialistas fueron los más votados en la región en 2019. Mientras que Vox escala a la tercera posición con el 13,2% de los votos. Los populares están a 40.000 votos de lograr la mayoría absoluta en solitario.

Por el contrario, la izquierda castellanoleonesa se asoma al abismo al descender del 42,1% del voto en las elecciones autonómicas de 2019, al 34.6%. Supone un recorte de 7,5 puntos. En cuanto a escaños, el retroceso es también importante: baja de 37 a entre 28 y 30 procuradores.

El próximo Parlamento regional estará, por tanto, dominado por el centroderecha, que ve incrementada su representación al menos entre 4 y 6 procuradores.