13-F

Casado toma las riendas de la campaña y tira de Aznar ante el 13-F

Despliegue sectorial y casi diario. En un gesto de unidad, todos los barones acompañarán al candidato. Los sondeos internos les dan entre 36 y 38 escaños

El líder del PP, Pablo Casado, pidió ayer apoyo y «confianza» en el candidato de su partido a la Presidencia de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco
El líder del PP, Pablo Casado, pidió ayer apoyo y «confianza» en el candidato de su partido a la Presidencia de Castilla y León, Alfonso Fernández MañuecoDAVID MUDARRALa Razón

El lema con el que el PP ha diseñado la campaña que esta noche arrancará oficialmente en Castilla y León dice «Casado a pie de calle frente a un Sánchez en Falcon». Casado toma las riendas y se echa a la carretera con un despliegue de actos por todas las provincias de la comunidad. El calendario que termina de perfilar la dirección del partido revela que para el PP ésta es una campaña de implicación nacional y en la que, por la importancia que le conceden, suman a toda la organización, con despliegue de los barones y hasta de los ex presidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy.

Aznar y Rajoy vuelven a la primera línea, rescatados de la esquina en la que se les ha acomodado en otras citas electorales. Este mismo sábado será Aznar el que acompañe al candidato popular, Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta, en el acto central en Valladolid. Y Rajoy estará el próximo día 3 en Ponferrada, también con el candidato. En anteriores campañas de esta etapa del nuevo PP los ex presidentes o no estaban, o se les alejaba del posado con el candidato, y aquí cambia la norma y los dos se suman a la foto oficial del partido.

Además, a Mañueco le acompañarán todos los presidentes autonómicos. Hoy está el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno; el día 4, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; y un día después, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. La foto que han elegido para el cierre es también de unidad, Casado y todos los presidentes autonómicos junto a Mañueco. Las disputas de Madrid han quedado aparcadas, aunque resulta llamativa la cuota de participación del alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida, que estará hasta tres días en campaña. La justificación que dan es que su presencia ha sido demandada por las organizaciones provinciales del partido regional.

El complemento para tirar de las siglas lo pondrán otros representantes de la dirección nacional como el secretario general, Teodoro García Egea; la ex ministra Ana Pastor; o la presidenta de Nuevas Generaciones, Bea Fanjul.

Pero Casado se ha reservado las dos semanas para estar muy presente en la actividad electoral de su partido. Con posible viaje incluido a Berlín para entrevistarse con el nuevo líder de la CDU. En Castilla y León se desplegará con un abanico de actos sectoriales, que complementan el mitin diario del candidato. Visita a queserías, paseo por Segovia, recorrido por una empresa secadero de jamones y a otra de transportes. También estará en Miranda de Ebro en una empresa aeroespacial y en la planta del automóvil del Grupo Antolín.

Las últimas encuestas internas reflejan una ligera caída en las expectativas, colocando al PP en una horquilla de entre 36 y 38 escaños sobre los 41 procuradores en los que está la mayoría absoluta. Esto haría al nuevo gobierno popular depender de los escaños de Vox, 12 según algunas de las últimas estimaciones que manejan en el partido.

No obstante, el discurso oficial del PP se sostendrá durante toda la campaña en el principio de que «aspiramos a un gobierno en solitario, logrando más que la suma de las izquierdas». Casado y toda su plana mayor arengarán al votante con la idea de que deben colaborar en la unificación del voto alrededor de las siglas del PP si quieren estabilidad. En la cocina electoral preocupa la desmovilización del votante, convencido de que la victoria está hecha, y para contrarrestar esta sensación el PP despliega caravanas paralelas para llegar a todo el terreno –dicen– de una comunidad extensa y con mucho voto disperso.

«Sánchez ya ha dado por perdida la campaña electoral. Él mismo no se cree ni el CIS, por eso apenas se dejará ver en Castilla y León. Por el contrario, Mañueco ha pedido a Casado que incluso le supla durante los días que él tiene debate electoral», explican en la cúpula popular.

Esta intensa presencia lleva a Casado a asumir personalmente el resultado que el partido consiga en las urnas el día 13. En la dirección creen en la victoria y en la continuidad en el gobierno de la Junta de Castilla y León, pero estos comicios sí serán el primer termómetro, en este nuevo ciclo electoral, del equilibrio en el que se mueve el pulso entre PP y Vox. El resultado también afectará a las expectativas respecto a Andalucía, aunque estemos hablando de dos feudos que no tienen nada que ver ni en cuanto a fortaleza de gobierno, en Castilla y León han estado al frente de la Junta durante 33 años con mayoría absoluta, ni tampoco en cuanto al perfil sociológico del votante. Desde el PP andaluz señalan que su decisión no estará ligada a las elecciones de Castilla y León, ni se conocerá tampoco inmediatamente después. Pero sí siembran el camino de que haya urnas antes del verano. Vox también jugará fuerte y la candidatura de Macarena Olona se tiene muy en cuenta en las filas populares. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, quiere primar la gestión sobre la tensión ideológica.