Amenaza

El nuevo Plan Antiterrorista se centra en los “lobos solitarios” e integra a las víctimas con el fin de darles apoyo desde el principio

La protección de sistemas esenciales para el funcionamiento del país es otro de los objetivos prioritarios

El ministro del Interior, durante el acto de presentación
El ministro del Interior, durante el acto de presentaciónjmzanti

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ha explicado que el nuevo Plan Antiterrorista “se adapta al riesgo que entrañan los modernos procesos de radicalización hacia diferentes tipos de extremismos violentos, en particular los de carácter yihadista”. “Su principal expresión son las acciones violentas protagonizadas por los llamados ‘actores solitarios’ y por grupos o células auto-radicalizadas. Esta realidad aconsejaba revisar las medidas contempladas en los anteriores planes para orientarlas de manera más eficiente a la detección y anticipación frente a este tipo de acciones, así como para articular una respuesta coordinada y eficaz en los casos de atentados”.

Otro de los objetivos principales del plan es “preservar objetivos sensibles en ámbitos como las instalaciones, redes, sistemas y equipos físicos y de tecnología de la información sobre los que descansa el funcionamiento de los servicios esenciales, así como los centros y organismos públicos u oficiales, así como cualesquiera otros, cuya destrucción, ataque o degradación suponga un daño importante”.

Se crean unos centros territoriales en los que se integrará la Dirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo para garantizar “la asistencia integral a las víctimas, de acuerdo con la legislación vigente”.

El Ministerio del Interior ha aprobado este lunes el Plan de Prevención, Protección y Respuesta Antiterrorista (PPPyRA), estrategia que actualiza el plan antiterrorista aprobado en 2005, que fue revisado en 2009 y 2015. Además, este nuevo Plan incorpora las directrices de la Estrategia contra el Terrorismo de la UE, revisada en 2017, de la Estrategia Nacional contra el Terrorismo de 2019 y de la Estrategia de Seguridad Nacional aprobada en 2021 en relación al fenómeno de la radicalización de tipo yihadista.

El ministro ha explicado que el PPPyRA mantiene los cinco actuales niveles de riesgo (Nivel 1 para el riesgo bajo - Nivel 5, de riesgo muy alto, por la inminencia de un ataque terrorista o la comisión efectiva del mismo. Actualmente, estamos en nivel 4), “pero articula una nueva respuesta operativa coordinada, integral y proporcionada a los riesgos derivados de la amenaza terrorista mediante el refuerzo de la coordinación policial y con otros centros sectoriales y entidades con competencias en seguridad”.

Se trata, ante todo, de:

--PREVENIR, para lo que impulsa acciones preventivas destinadas a la detección, seguimiento y desactivación del fenómeno terrorista en su origen para dificultar la aparición y proliferación de procesos de radicalización.

--PROTEGER, mediante el refuerzo de los dispositivos de seguridad y de los planes de protección de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que reduzcan posibles vulnerabilidades y minimicen las oportunidades de comisión de ataques terroristas.

--PERSEGUIR a las organizaciones terroristas. El plan desarrolla las capacidades policiales de análisis y valoración del riesgo, así como las de dirección y coordinación, para aprovechar mejor la labor de inteligencia que realizan las Fuerzas y cuerpos de Seguridad en sus respectivos ámbitos de actuación.

--RESPONDER a los ataques terroristas mediante una serie de procedimientos operativos de coordinación que minimicen sus consecuencias y favorezcan el restablecimiento de la normalidad.

Tras un ataque o la comisión de un atentado terrorista, el trabajo se dirigirá aidentificar, localizar y capturar a los autores, así como para favorecer una pronta recuperación y vuelta a la normalidad ciudadana e institucional.

El plan prevé que, en los supuestos de atentado terrorista en España, o en el extranjero si son contra personas o intereses nacionales, se reunirán de inmediato la Mesa de Coordinación y la Mesa de Evaluación de la Amenaza. La principal novedad es que esta Mesa de Coordinación tendrá un carácter reforzado para que pueda: coordinar la ejecución y el desarrollo de los planes de respuesta sectorial antiterrorista; movilizar los recursos de cada cuerpo policial o institución participante en el plan; y activar los servicios de asistencia a las posibles víctimas e identificación de las personas afectadas.

Se constituirá un Centro de Gestión de Crisis Territorial hasta que se produzca la localización y detención de los autores y la reducción del riesgo provocado por la acción terrorista. Estos centros territoriales garantizarán la actuación conjunta, cohesionada y coordinada de la respuesta de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, los servicios de protección civil y las entidades asistenciales, en colaboración siempre con la administración autonómica y local correspondiente y los cuerpos policiales, como los Mossos y la Ertzaintza.