Terrorismo

El juez ordena investigar los vínculos de la ex cúpula de ETA con el atentado de Santa Pola

García Castellón reabre el sumario tras la querella de Dignidad y Justicia e insta a la Policía a esclarecer qué responsabilidad tuvieron seis ex dirigentes etarras, entre ellos “Mikel Antza” y Soledad Iparraguirre

El atentado en Santa Pola provocó la muerte de dos personas y cuantiosos daños materiales
El atentado en Santa Pola provocó la muerte de dos personas y cuantiosos daños materialeslarazon

Tras admitir a trámite hace unos días la querella interpuesta por Dignidad y Justicia, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha acordado la reapertura del sumario en el que se investigó el atentado de ETA en Santa Pola (Alicante) el 4 de agosto de 2002 en el que murió una niña de seis años y un hombre de 56 que esperaba el autobús junto a la casa cuartel del municipio.

Por este atentado ya fueron condenados a más de 800 años de cárcel los etarras Óscar Zelarain y Andoni Otegi, pero el titular del Juzgado de Instrucción número 6 quiere dar un paso más y esclarecer la posible responsabilidad de la entonces cúpula de ETA en el atentado que costó la vida de Cecilio Gallego y de la pequeña Silvia Martínez por la explosión de un coche bomba que los terroristas hicieron estallar junto a la valla del acuartelamiento de la Guardia Civil, que causó además 56 heridos y daños materiales por valor de seis millones de euros.

Con ese objetivo, en el auto en el que -con el apoyo de la Fiscalía- acuerda la medida, García Castellón reclama a la Jefatura de Información de la Policía “cuantos datos obren en su poder que permitan relacionar” con el atentado a los ex dirigentes de la banda terrorista Juan Antonio Olarra Gudiri, Ainhoa Múgica Goñi, Félix Ignacio Esparza, Mikel Albisu “Mikel Antza”, Ramón Sagarzazu y María Soledad Iparraguirre, “Anboto”.

Dos etarras condenados a más de 800 años de cárcel

Los dos etarras condenados ya por estos hechos situaron junto a la valla de la casa cuartel de Santa Pola un Ford Escort con matrícula falsa con 100 kilos de explosivo que hicieron estallar, sin previo aviso, sobre las 20:15 de ese 4 de agosto de 2002.

Ambos terroristas llevaban alojados desde el 28 de julio en el cercano camping Bahía, donde se registraron con identidad falsa. Ya en Santa Pola, se dedicaron a grabar imágenes del cuartel antes de cometer el atentado. De hecho, tras ser detenidos el 20 de septiembre de 2002 en la localidad francesa de Bagneres de Luchon, se les incautó una cinta de vídeo con imágenes de las viviendas objetivo del atentado, así como la documentación falsa que habían utilizado y un croquis de los cuarteles de Alicante y Torrevieja.

Además, al ex jefe militar de ETA Ibon Fernández de Iradi, “Susper”, se le incautó en el país vecino una “autocrítica” manuscrita de Otegi en la que admitía la actividad terrorista que había llevado a cabo en España junto a su compañero durante el verano de 2002.

La reapertura de esta causa se suma a las investigaciones que ha impulsado la Audiencia Nacional en los últimos meses contra ex dirigentes etarras para indagar en su supuesta responsabilidad en los asesinatos de Gregorio Ordóñez y Miguel Ángel Blanco, en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza y en el que rompió la tregua de ETA con la explosión de un coche bomba en la T-4 del aeropuerto de Barajas.