Rebajar tensión

Díaz se desmarca de Podemos y defiende la “legalidad” de los contratos de la OTAN

El Gobierno exhibe foto de unidad interna para rebajar la tensión y evitan confirmar su ausencia a la cumbre de finales de mes

El Gobierno vive horas convulsas a cuenta de la actitud exhibida por Unidas Podemos de cara a la próxima cumbre de la OTAN, que tendrá lugar en Madrid a finales del mes de junio. En Moncloa existe un profundo malestar, tal como publica hoy este diario, por las últimas declaraciones de la formación morada, en las que se acusaba el Ejecutivo -del que forman parte- de adjudicar “a dedo” la cuantía que costará organizar el evento, 31 millones de euros. Una decisión que se tomó de forma colegiada en el Consejo de Ministros, al que asistieron los integrantes del área morada sin presentar ninguna objeción, según aseguran fuentes gubernamentales.

A pesar de que en la parte socialista asumen que Podemos tiene que cabalgar sus contradicciones con cierta gesticulación, en esta concreta cuestión genera enfado que se intente boicotear una cumbre a la que se da máxima trascendencia y que supone un escaparate para España en plena guerra de Ucrania. Hoy desde la mesa del Consejo de Ministros, el Gobierno ha intentado visibilizar una foto de unidad y la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha comparecido acompañada de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón.

Ambos han intentado rebajar la tensión y el conflicto auspiciado por sus socios de Podemos. De hecho, Díaz se ha desmarcado abiertamente de las acusaciones de “dedazo” en la adjudicación del contrato para la organización de la cumbre por parte del Consejo de Ministros. Aunque ha evitado referirse “a las consideraciones que hacen otras formaciones políticas”, sí ha querido dejar claro que “fue aprobado en términos de legalidad y el expediente está a disposición de la sociedad. Cumple con todos los requisitos de legalidad”, ha insistido.

Por su parte, el ministro Garzón ha intentado exhibir una postura más pragmática, sin renunciar a los valores que defiende su formación Izquierda Unida, pero demostrando su “compromiso absoluto e inquebrantable con el acuerdo de coalición”. “Estoy cómodo con el acuerdo de coalición que mejora la vida de las personas”, ha señalado.