Congreso

El PSOE rechaza la Ley de Minas de Podemos con gran tensión

El diputado socialista ha reprendido al parlamentario morado por haber centrado su intervención en los socios de Gobierno

El diputado de Unidas Podemos, Juan Antonio López de Uralde.
El diputado de Unidas Podemos, Juan Antonio López de Uralde.Alberto OrtegaEuropa Press

El PSOE ha vuelto a tumbar una nueva proposición de Ley de Podemos: en esta ocasión, ha sido una modificación de la Ley de Minas de 1973. Y ambas formaciones, más allá de las discrepancias de fondo en algunos asuntos que ya llevan mostrando desde hace mucho tiempo, también dan señales de que cada vez les cuesta contener las malas formas y de que la tensión va a más: en este sentido, esta tarde se ha registrado una imagen muy ilustrativa cuando el diputado de Podemos e impulsor de la Ley, Juan López de Uralde, mediante gestos, ha venido a dar muestras de rechazo al parlamentario socialista Daniel Vicente cuando este ha confirmado que su grupo no respaldaría la iniciativa y le ha reprendido por el tono empleado contra el PSOE.

Vicente ha recriminado a López de Uralde que haya aludido “únicamente” durante su intervención al PSOE. “Ese no es el camino. Los colorados somos nosotros, los adversarios son ellos (señalando a la derecha). Cuando haga una intervención procure atender y cuidar a sus socios de Gobierno”, ha espetado Vicente, entre aplausos de la bancada socialista. El diputado del PSOE también ha mostrado un tono duro y le ha recordado en varias ocasiones que la propuesta de Ley “no va a salir adelante” porque cuenta con el rechazo “de la inmensa mayoría de grupos” (la votación es el jueves).

Más allá del rifirrafe, Vicente también ha dado argumentos del porqué rechaza esta Ley: en primer lugar, ha aducido que el Gobierno ha presentado ya la hoja de ruta de la gestión sostenible de las materias primas minerales y se ha puesto a trabajar en este asunto en “un contexto mundial”, sin atender exclusivamente a particularismos nacionales; en segundo lugar, ha recalcado que la transición energética necesita nuevos minerales y conviene combinar “aspectos medioambientales con procurarse la autosuficiencia en materias primas”; y, en tercer lugar, ha criticado el redactado de la Ley, que ha considerado “escueto” e “inconcreto” y se ha elaborado “sin contar con los demás actores”, en alusión a las administraciones públicas y el sector privado.

Lo cierto es que la Ley también afecta a una de las carpetas delicadas del Gobierno: la del compromiso con el medio ambiente, una bandera que ambos quieren liderar.

La norma presentada por López de Uralde buscaba mejorar las garantías ambientales para la actividad minera, más transparencia y la incorporación de la participación pública y ciudadana en la toma de decisiones sobre la instalación o no de las explotaciones mineras ya que, según ha repasado, hay municipios con vecinos descontentos.

En su intervención, ha aludido en dos ocasiones al PSOE y una de ellas ha sido para pedir el voto a favor de la Ley. La otra ha sido para recordar que una de las modificaciones legales que se pretenden incorporar con esta Ley es originalmente una propuesta del PSOE (de 2008), pero que ahora rechaza por “inconstitucional”. En concreto, esa modificación hace referencia a la regulación de las aguas minerales, para que pasen a estar incluidas en la Ley de Aguas y estas sean consideradas de dominio público hidráulico. A su juicio, es “anacrónico” que actualmente las aguas minerales estén reguladas por la Ley de Minas y se considere un recurso minero cuando “el acceso al agua potable es un derecho humano”.

El diputado de Podemos ha puesto énfasis en la necesidad de proteger la naturaleza y, por ello, también ha defendido que no se permitan explotaciones mineras en espacios protegidos. En este sentido, ha asegurado que, con la actual regulación de 1973, España es un “paraíso minero” y, por ello, ha pedido que se ponga freno. En este sentido, ha dicho que actualmente hay 1.500 expedientes para abrir nuevas minas en España, una cifra que crece por el precio al alza de la mayoría de los metales y la mejora de la tecnología para extraer los recursos.