El diputado de EH Bildu Jon Iñarritu ha viajado a Melilla este lunes para rastrear la zona en la que sucedió el pasado 25 de junio un asalto a la valla con Marruecos que terminó en una masacre. Allí ha recogido y fotografiado material antidisturbios como pelotas de goma, botes de gas lacrimógeno y balas de propulsión, lo que apunta a disparos disuasorios del lado español. Este hecho no es baladí especialmente porque la investigación que la Fiscalía de Sala Coordinadora de Extranjería abrió la pasada semana solo podrá seguir adelante si se confirma que España tiene jurisdicción sobre los hechos. Desde el Ministerio del Interior señalan que todo se ajustó a la “legalidad”, aunque no detallan en qué consistió la actuación de las fuerzas de seguridad.

“Cientos” de balas propulsoras de material antidisturbios explica el diputado que ha encontrado justo en la valla que se encuentra en la zona de paso del Barrio Chino en Melilla. Allí se produjo una avalancha migratoria que se saldó con el ingreso en España de 133 personas, y terminó con la vida de otras 23 según informaciones periodísticas aunque las ONG elevan esta cifra a 37.

Estas balas de color rojo no tienen plomo, no matan,sino que se componen de pólvora y sirven para impulsar distinto material -pelotas de goma, gases lacrimógenos- disuasorio de manera que caen del lado de la persona que dispara. Iñárritu en conversación con este periódico relata que en el paseo fronterizo se cuentan por centenares todos estos casquillos. Él, que ya ha pedido a través de Twitter explicaciones al Ministerio del Interior, ha reducido las opciones a dos: o que la Guardia Civil sí disparara para distraer a los migrantes o que los agentes marroquíes cruzaran la frontera y fueran ellos.

Preguntado el departamento que dirige Fernando Grande Marlaska por esta nueva información su respuesta ha sido que la versión del Ministerio no ha variado: “La Guardia Civil actuó en todo momento con pleno respeto a la legalidad y en criterios de proporcionalidad, tanto en el plano operativo como en el del material utilizado”. Asimismo en la comandancia de la ciudad autónoma recuerdan que ese día actuaron más fuerzas policiales. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su comparecencia al día siguiente de la tragedia y en los días sucesivos, ha alabado la actuación de la policía marroquí en su derecho a “defender la migración ordenada”. Todo el Ejecutivo ha cerrado filas en torno a la idea de que las “mafias” son las culpables de lo ocurrido.

La investigación de la Fiscalía

Saber qué sucedió en la frontera es pieza fundamental para determinar si la investigación abierta por la Fiscalía puede avanzar o se queda en nada. La Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, firmó un decreto en el que decía que por la «trascendencia y gravedadde los hechos acaecidos» encomendaba a la Fiscal de Sala de Extranjería, Beatriz Sánchez, que iniciara unas pesquisas. En el Ministerio Público confirman que no hay delitos concretos, ni personas investigadas y que los primeros pasos se basan en determinar la jurisdicción española en función de lo ocurrido.

Por el momento no hay constancia de que las personas que murieron en Nador (ciudad de Marruecos) tuvieran nacionalidad española y, además, todos los fallecidos constan en suelo marroquí. Por eso, en la Fiscalía veían con pocos visos de que las diligencias pudieran prosperar. Sin embargo, si la actuación de la Guardia Civil o de miembros y fuerzas de seguridad del estado alahuí se hubiera desarrollado en territorio español las piezas podrían encajar mejor para que los fiscales siguieran indagando.