Tensión

Podemos busca foco, presionando al PSOE con los Presupuestos

Belarra asegura que la negociación está «atascada», mientras Montero se da tres semanas para presentarlos en el Congreso

Pedro Sánchez anticipó el lunes ante los suyos, en la reunión de la Interparlamentaria del PSOE celebrada en el Congreso, que los Presupuestos ya estaban en marcha. «Vamos a por los terceros», dijo, presumiendo de la estabilidad que han otorgado al país las dos cuentas precedentes aprobadas «en tiempo y forma». De momento, se trabaja de manera interna dentro del propio Gabinete, para armar una propuesta común de la coalición, antes de dar el salto de concitar el apoyo de los socios parlamentarios.

«Hay que negociar con tres y hasta cuatro partes», señalan con cierta retranca en la parte socialista, sobre la división que existe en el ala morada del Ejecutivo, en la que conviven varias familias. No obstante, fuentes de Hacienda muestran su optimismo sobre el avance de las conversaciones y creen que están en condiciones de llevar las cuentas al Congreso en la última semana de septiembre o la primera de octubre. Un horizonte temporal que siempre está condicionado a que el proyecto cuente con el aval suficiente para salir adelante.

En el PSOE ven predisposición a trabajar el presupuesto por parte de sus socios, sin embargo, desde Podemos quisieron ayer enfriar este optimismo, mostrando su «preocupación» por unas negociaciones que ven «muy atascadas». La líder de Podemos, Ione Belarra, utilizó su intervención ante el Consejo Ciudadano estatal de la formación para intentar meter presión a los socialistas, reclamando que pisen conjuntamente el «acelerador» para avanzar con «valentía» en los próximos Presupuestos. «Es hora de gobernar sin miedos y sin pedir permiso a los que mandan sin presentarse a las elecciones», aseguró.

Lo cierto es que los morados han tardado en entrar en la dinámica del nuevo curso político. Yolanda Díaz les ganó la mano con la propuesta de topar los precios de la cesta de la compra, propuesta que rechazaron y que trataron de contrarrestar días después con su iniciativa de topar las hipotecas variables para familias vulnerables, ante la subida de los tipos de interés. En la parte socialista miran con cierta distancia estos movimientos, aunque les acaben implicando y critican que se hagan propuestas que generan «frustración», porque no se pueden ejecutar.

En Moncloa genera malestar que se eleven iniciativas sin consultar y sin consensuar internamente en el Gobierno, a las que los ministros socialistas tienen que reaccionar posteriormente rebajando expectativas. Belarra también avanzó que, aprovechando esta negociación, Podemos recuperará de nuevo su propuesta de «congelar» el precio de los alquileres de forma análoga a la iniciativa desplegada en Escocia, ahora que han vuelto a «desbocarse», y volvió a demandar que se incluya en el próximo plan de contingencia un tope a la subida de las hipotecas variables. Y es que el país, según dijo, no puede arriesgarse a volver a tener «desahucios masivos» y que no «valen excusas» para no desplegar la medida, en clara referencia a las reticencias expresadas por el PSOE.

Por su parte, los socialistas señalan que cualquier dilación en la aprobación de la ley de vivienda corresponde en exclusiva a Podemos, porque después de una ardua negociación el año pasado, los morados han presentado una nutrida batería de enmiendas –hasta 60– para introducir cambios respecto a la pactado. «Nosotros no nos desdecimos de lo que pactamos», dicen en Moncloa sobre las nuevas aportaciones de sus socios que contradicen el tenor de lo acordado inicialmente.