Paz Esteban destaca su orgullo por pertenecer al CNI, que no debe tener color político

La anterior directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban López, ha manifestado este jueves su orgullo por “haber servido a España durante casi cuarenta años” en esta institución, de la que ha dicho que “no tiene ni debe tener color político”.

Paz Esteban, destituida en mayo por el Gobierno como directora del CNI tras la polémica por el espionaje a dirigentes independentistas por este centro y el sufrido en sus teléfonos móviles por miembros del Ejecutivo, entre ellos el presidente, Pedro Sánchez, ha pronunciado estas palabras tras recoger la medalla de la asociación Dignidad y Justicia en un acto que se ha celebrado, como cada año, en la Escuela de Guerra del Ejército, en Madrid. “El hecho de que esta distinción esté directamente relacionada con la lucha contraterrorista le añade un significado muy especial por la dedicación sin tregua de la institución a la que durante tantos años he pertenecido para acabar con la lacra del terror por el sufrimiento que ha generado a sus víctimas y a nuestra sociedad en general”, ha comentado.

Ha añadido que se trata de “una labor paciente, discreta y callada como corresponde a un servicio de inteligencia, que ha contribuido a neutralizar esta amenaza junto al trabajo de otros actores como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la judicatura”. “La derrota de ETA y la desarticulación de células yihadistas, impedir la ejecución de los planes de los que buscan el terror por el terror y ponerles a disposición de la justicia es fruto de esa acción conjunta”, ha recalcado la exdirectora del CNI.

También ha manifestado su “sentimiento de orgullo” por su pertenencia durante tantos años a “una institución que está al servicio del Estado, que no tiene ni debe tener color político y que cumple su misión respetando escrupulosamente la ley, y ahí radica si fortaleza”.

Paz Esteban ha recogido la medalla de Dignidad y Justicia con distintivo de oro, que también ha sido concedida, a título póstumo, a Silvia Martínez, la niña de 6 años asesinada por ETA en 2002 en el atentado cometido en Santa Pola (Alicante), y que han recogido su hermana y sus padres.

El presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, ha recordado que el Parlamento Europeo reconoció el pasado 21 de abril en una resolución que aún hay 379 asesinatos de ETA sin resolver al no conocerse sus autores y que hizo un llamamiento a las instituciones españolas para esclarecerlos por el sufrimiento que supone para las familias de las víctimas. “Pero la situación se mantiene porque medio centenar de exjefes de ETA y miembros de la izquierda abertzale guardan silencio y se niegan a colaborar con la justicia”, ha lamentado Daniel Portero.

Por ello ha estimado que “si los partidos democráticos siguen tratando a Bildu como una formación sin mochila” no se avanzará al respecto y ha reclamado que exijan a la izquierda abertzale que colabore con la justicia.

Dignidad y Justicia ha entregado además su medalla con distintivo de plata al ex secretario de Estado de Seguridad y actual letrado de las Cortes Ignacio Astarloa, al capitán del Servicio de Información de la Guardia Civil Ricardo Jesús Yuste, a la cabo del mismo Esther Morales, al perito judicial Raúl Felipe Escudero.

Además, al comisario jefe Regional de Operaciones de la Jefatura Superior de Pamplona de la Policía Nacional, Carlos Jesús Moreno; al jefe de Brigada de la Comisaría General de Información de este Cuerpo, Félix Gómez Ruiz; a la presidenta de la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo, Lucía Jiménez González, y al abogado y periodista Juan Ramón Martínez Minuesa