Elecciones

Así llegan los partidos de la oposición a las elecciones

Felipe VI constató ayer que ningún candidato tenía mayoría suficiente para ser propuesto de cara a una investidura y las Cortes se disolverán el próximo lunes tras días de aparentes contactos y ninguna negociación. Así llegan los partidos a las elecciones de próximo 10 de noviembre:

Pablo Casado, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Santiago Abascal
Pablo Casado, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Santiago Abascallarazon

Felipe VI constató ayer que ningún candidato tenía mayoría suficiente para ser propuesto de cara a una investidura y las Cortes se disolverán el próximo lunes tras días de aparentes contactos y ninguna negociación. Así llegan los partidos a las elecciones de próximo 10 de noviembre:

Felipe VI constató ayer que ningún candidato tenía mayoría suficiente para ser propuesto de cara a una investidura y las Cortes se disolverán el próximo lunes tras días de aparentes contactos y ninguna negociación. Así llegan los partidos a las elecciones de próximo 10 de noviembre:

Partido Popular

Casado: ante el reto de ganar el voto útil

C. Morodo -

Pablo Casado se enfrenta a las elecciones con la ventaja de que lo que dijo en abril, se cumplió. La fragmentación del voto favoreció al PSOE. Y ahora del electorado de derechas se dice que está ansioso por una segunda vuelta para evitar, esta vez sí, un nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Pero Casado se la juega de nuevo en su capacidad de movilizar el voto útil en favor de sus siglas. En el PP no querían elecciones. Consideran que necesitan tiempo para madurar el nuevo proyecto, y que la aureola de partido de gobierno con la que han salido de la negociación autonómica y municipal les daba aire para echarse a andar en una nueva legislatura difícil porque el futuro lo decidirá su capacidad de sostener el liderazgo de la derecha frente a la presión de Albert Rivera. Los vaivenes de Ciudadanos (Cs) tranquilizan un poco a Génova, pero el partido está por jugar y saben que les costará movilizar a los suyos ante unas elecciones en las que a lo más que aspiran es a mejorar en un puñado de escaños sus resultados de abril. Poco incentivo para las estructuras territoriales. Ayer, Pablo Casado defendió, tras conversar con el Rey Felipe VI, que «el PP es la oposición y la alternativa», y subrayó que la responsabilidad de unas nuevas elecciones es de Pedro Sánchez. «El PP ha demostrado que es el mejor antídoto contra el bloqueo. Con nosotros se han debloqueado las investiduras autonómicas, municipales y provinciales, y si hay elecciones, el PP será garantía de que salgamos de este atolladero cuanto antes». Después del 10-N se verá su margen para moverse, ahora no ha podido salirse del «no es no».

Ciudadanos

Rivera: a por el eterno «sorpasso»

C. S. Macías -

La formación naranja, ante un nuevo y cercano escenario electoral seguirá la estrategia marcada de los últimos días. Volvería a presentarse como alternativa posible al gobierno de Pedro Sánchez y les dirá a los electores quién quiere que lidere esa alternativa si Casado o él. Para ello se apoyará en su «golpe de efecto» y en que fue quien impulsó la propuesta «in extremis» para evitar que se repitieran las elecciones por el bien de España, de los españoles y para evitar el coste que ello supone. Con esta operación de «marketing» trata de contener la voz de las encuestas que le hacían perder escaños y también a las de los críticos de su propio partido ante el peligro de que opten por otras formaciones y las últimas fugas. Albert Rivera optará en campaña por sacar pecho por su iniciativa y sus propuestas. Insistirá con la presión en los tres puntos que le planteó al líder socialista si este finalmente los rechaza. Meterá presión con el tema de Navarra y arrojará a Sánchez los pactos de Chivite con nacionalitas y Podemos, un gobierno «robado» a Navarra Suma con la connivencia de Bildu. El fallo de la sentencia del Tribunal Supremo por el «procés», la respuesta de Quim Torra y Cataluña formarán parte de sus dardos contra el candidato socialista así como el gasto económico que los de Sánchez proponen en su programa. Cs volverá a ser propositivo y seguirá en el «no es no» a Sánchez siempre que éste no rectifique y siga instalado en tender la mano a podemitas, independentistas o «tomando el pelo» y mintiendo en «los hechos». La formación naranja saldrá dispuesta a adelantar al PP, aunque otro de sus objetivos deberá ser mantenerse.

UNIDAS PODEMOS

Iglesias: de socio a adversario

Rocío Esteban -

La maquinaria electoral ya está activada. En Unidas Podemos ya se daba por hecho en privado que el 10-N era una realidad. Tanto es así que el núcleo duro de Pablo Iglesias ha mantenido reuniones con el fin de ir perfilando la nueva campaña electoral. Aunque aún se encuentre en mimbres la estrategia –al tratar de negociar hasta el último minuto– sí se prevé que gesten una campaña para «desenmascarar» políticamente a Pedro Sánchez.

La nueva etapa estará marcada por una diferencia clave; PSOE y Podemos pasan de ser aliados a adversarios tras haberse dinamitado todos los puentes después de una (no) negociación constante. Motivo por el cual, los morados diseñan una campaña franca y muy directa para «desmontar» los argumentos a los que el Gobierno se aferra para negar la coalición. Para el 28-A, Unidas Podemos llegaba debilitado, sorteando los efectos de la crisis abierta por Íñigo Errejón, sin embargo, esgrime el entorno cercano a Iglesias, ese capítulo está cerrado y se encuentran rearmados. En el cuartel general morado se reconfortan con el discurso positivo que ahora creen tener al poder demostrar a los votantes que no han tirado la toalla y se han rebajado hasta el punto de que su secretario general diese un paso atrás para evitar elecciones. Las continuas ofertas al PSOE y el «no es no» de Sánchez servirán como explicación. Confían en que en el reparto de culpas, ellos no aparecerán puesto que los cuatro millones de españoles que les votaron exigían su inclusión en el Gobierno.

VOX

Abascal: consolidarse o desaparecer

C. S. Macías -

Vox se presentan con un partido más organizado y ya con una representación interna que les posibilitará acudir a los debates y así ser oídos en todos los foros posibles, algo que no ocurrió en los pasados comicios al ser un partido que ascendió rápido en pocos meses.

Santiago Abascal ha mantenido en estos cuatro meses el mismo discurso que pronunció durante la campaña, habla claro, dice lo que piensa a pesar de las encuestas y de que les ignoren en el Congreso y volverá a una campaña con su discurso de siempre. Uno de sus retos será mantenerse y convencer a su electorado de que su voto es útil, que sirve en el Congreso, y que no son algo pasajero y han llegado para quedarse.

El líder de Vox descartó ayer las coaliciones con otros partidos tanto en el Senado como en el Congreso seguro de que suma más desde fuera que en una coalición con otros partidos porque lo que no quiere es acallar la voz de sus votantes. Se presentará como «la resistencia» y el dique de contención de los gobiernos de izquierdas y como ejemplo mostrarán los pactos de Madrid, Murcia o Andalucía. Será la garantía de que si de él depende, Sánchez no será presidente ni por abstención.

Abascal arrancará con una nueva prueba de fuerza en su Vistalegre «Plus ultra» que tendrá lugar el próximo 6 de octubre para volver a movilizar e ilusionar a su electorado y convencer a los desencantados de otros partidos. Además, tendrá que fortalecerse territorialmente.