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Dejadez de Interior

La ausencia de fundas para el arma obliga a los policías alumnos a usar un velcro para guardar la pistola

El sindicato JUPOL denuncia que esta situación supone "un riesgo evidente y demuestra una falta de planificación inaceptable"

Velcro con el que los policías alumnos se ven obligados a sujetar la pistola JUPOL

Los alumnos de la Escuela Nacional de Policía de Ávila "no están entrenando con su arma de dotación", ni siquiera con un arma asignada individualmente y que no reúne las condiciones óptimas de mantenimiento. "Se ven obligados a entrenar con armas colectivas, debido a que hay más policías que armas disponibles". Así lo denuncia el sindicato policial JUPOL, quien subraya que, en concreto, son 2.800 agentes quienes carecen de pistola de dotación individual, siendo la HK USP Compact, modelo actualmente en dotación, insuficiente para cubrir las necesidades del curso.

Desde este sindicato, explican que no se están cumpliendo los estándares mínimos de seguridad ni de calidad en el entrenamiento con armamento. Es más, consideran "inaceptable"que los futuros agentes se estén formando con armamento que no será, tal y como se les ha informado ya a los alumnos, el que porten una vez se incorporen a la calle, comprometiendo así la eficacia de su entrenamiento y su adaptación operativa real.

Y es que, tal y como subrayan, los alumnos de la Escuela Nacional de Ávila no tienen arma propia y las que están utilizando están "en un estado cuestionable". Tras terminar su período de prácticas, se les dotará, previsiblemente, de la pistola STAR 28 PK . Pero esta no será la definitiva, ya que cuando juren el cargo recibirán la que Interior haya licitado.

Grave problema de seguridad

Pero este no es el único problema que afecta a los policías alumnos, ya que a esto se suma una grave deficiencia en materia de seguridad. El sindicato denuncia que los alumnos carecen de fundas reglamentarias para realizar los ejercicios de tiro, lo que impide cumplir los protocolos básicos de seguridad en galería. En su lugar, se les obliga a guardar el arma en un simple velcro, un accesorio concebido originalmente para sujetar los guantes del uniforme, y que no proporciona ninguna garantía técnica ni de seguridad. A juicio de JUPOL, esta situación supone "un riesgo evidente y demuestra una falta de planificación inaceptable en un área tan sensible como la formación con armas de fuego".

En este sentido, el sindicato sí valora positivamente la reciente apertura del proceso de licitación para la adquisición de nuevas pistolas semiautomáticas de 9 mm para la Policía Nacional.

Los especialistas de Armamento y Tiro de la Policía Nacional han elaborado un informe técnico en el que la HK SFP9-OR figura como la opción mejor valorada. Sin embargo, el sindicato ha tenido conocimiento de que la oferta económicamente más baja, y por tanto la que previsiblemente se adjudicaría el contrato, corresponde a la Springfield Armory Echelon, importada en España por la empresa Lejarazu Sport. Esta arma estadounidense es, a día de hoy, la que se encuentra mejor posicionada para sustituir a la actual HK USP Compact de dotación. Una nueva licitación en la que la última palabra la tendrán los especialistas de tiro de la Policía Nacional.

No obstante, existen dudas técnicas y administrativas sobre si la oferta podría ser considerada baja temeraria, lo que obligaría a la empresa a justificar de forma detallada los motivos del precio tan reducido. En caso de que la explicación no resulte convincente, la licitación podría recaer en la siguiente oferta más económica, previsiblemente la de la Glock 45 AMS MOS.

Priorizar la mejor arma, "no la más barata"

Llegados a este punto, desde JUPOL reclaman que esta licitación se realice "con la máxima agilidad, transparencia y rigor", evitando retrasos innecesarios que sigan alargando la renovación de un material que los policías necesitan con urgencia para trabajar con garantías.

El sindicato insiste en que la elección final debe recaer en el modelo con mejor puntuación técnica y funcional, garantizando fiabilidad, ergonomía, precisión y seguridad. "No se puede priorizar únicamente el precio cuando hablamos del arma reglamentaria con la que los policías nacionales se juegan la vida cada día", subrayan.