
Opinión
No al blanqueo del «Molt Honorable» Pujol
La palabra «prescrito» la vamos a oír más de una vez durante el juicio

En Cataluña, muchos llevan tiempo trabajando en el blanqueo de la figura de Jordi Pujol y Soley, presidente de la Generalitat durante 23 años. Ciertamente, fue una figura política de calado que impartía doctrina y daba lecciones de ética y moral, y que incumplió durante años hasta que el 25 de julio de 2014 reconoció que tenía una fortuna en Andorra sin declarar.
El comunicado fue consecuencia de la «guerra sucia» de la «policía patriótica», eso es un hecho cierto. Tan cierto como que la familia Pujol tenía cuentas en Suiza, primero, y en Andorra, después. Y tan cierto que ese dinero ascendía a 140 millones de euros, que, según la defensa, llegó a 290 millones por las buenas inversiones y, según la acusación, el crecimiento se debe a mordidas en diferentes negocios durante la presidencia del «Molt Honorable» Jordi Pujol.
«Pujol lo ha dado todo por Cataluña; ahora Cataluña debe darlo todo por Pujol», dijo Xavier Trias en 2014 para defender a Jordi Pujol en una entrevista en «El Periódico».
Fue el primer intento de limpiar la imagen de un hombre que permitió, supuestamente, que sus hijos y su partido se llevaran comisiones. No es el único caso. Algunos ya están sentenciados. «Caso Pallerols», «3 por ciento», «Pretoria», «Palau de la Música», y otros tantos.
Cierto es que la justicia es lenta, demasiado lenta. Más de once años de instrucción donde se ha tenido que separar el grano de la paja que aportaba el estercolero de Villarejo. El Tribunal debe investigar el origen de las comisiones y el movimiento del dinero que regó a toda la familia numerosa de los Pujol con ayuda de empresarios. Qué dirían ustedes si un Pujol es secretario general de Industria. Otro Pujol asesora a una empresa que debe cerrarse, que debe cerrar su hermano. Y el presidente es otro Pujol. Feo, sin dudas. La operación dejó a 1.000 trabajadores en la calle.
La lista es interminable. Hasta Jordi Pujol Ferrusola cobró comisiones a una empresa por dar un teléfono. Y ahora quieren poner el foco en la edad del president y loarlo como en la película «Parenostre»–Padrenuestro–. Eso sí que no es ético. Abogo por que se llegue al final, aunque la justicia es tan lenta que la palabra «prescrito» la vamos a oír más de una vez.
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